La llegada de los SUV´s al mercado está volviendo locos a todo el mundo. Parece que si no tienes varios modelos de este tipo en tu gama no te elegirán los clientes para comprarte un coche. Cierto es que varias marcas presentan un mix de venta en el que priman este tipo de modelos, pero como reza el dicho «no es bueno poner todos los huevos en la misma cesta» por lo que diversificar la oferta es lo más acertado.
En este caso existen firmas como Ferrari, Lamborghini, Porsche o Maserati que se han distinguido durante décadas por la deportividad de sus modelos. Sin embargo, como todos sabemos, los gustos del mercado cambian y hay que adaptarse o morir. La primera firma que transgredió sus principios y lanzó un SUV de tintes deportivos fue Porsche. El Cayenne supuso un rotundo éxito para la casa alemana y tras ella se han animado varias firmas de las que parecía no iban a lanzar un producto de este tipo.
Maserati es otra de las firmas que ha caído rendida al embrujo de los SUV. El caso de la firma italiana, podríamos decir, era necesario, pues o era tomar este camino o desaparecer. Lamborghini es otra marca que en cuestión de un par de años también tendrá un modelo de este tipo, el Urus. Todas han sucumbido a sus encantos, pero Ferrari está aguantando el tirón como una jabata.
Sin embargo, los rumores siempre han tirado por el lado contrario, pues siempre han avisado de que la firma italiana estaría preparando un SUV. Hace un año escaso el propio Sergio Marchionne avisó de que Ferrari no contaría con un modelo de este tipo en su gama, pues no lo consideraba necesario. Sin embargo, varios medios (ingleses en su mayoría) no dejan de insistir en este hecho.