Vehículos eléctricos: lo que nunca te han contado de los coches eléctricos y el ECO fraude

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Los vehículos eléctricos no son de mi agrado, es cierto que estos coches eléctricos pueden tener reacciones bastante rápidas, y otras muchas ventajas, como las de no tener emisiones. Sin embargo, en mi humilde opinión no son el futuro, a menos que se consiga una batería realmente sostenible, ya que las de litio, para obtener el mineral y la producción de baterías no es precisamente respetuoso con el medioambiente.

Sin embargo, queramos o no, se están vendiendo unidades totalmente eléctricas, ya sean enchufables, híbridos o de pila de combustible. Y es necesario conocer cuál es el panorama real de esta tecnología, ya que quizás no te han contado el final del cuento, y no acaba «siendo felices y comiendo perdices» en este caso. Además, voy a ser poco políticamente correcto o ir en contra de lo que muchos pueden pensar sobre estos coches, ya que te están tomando el pelo y te lo tenemos que contar…

Se espera que el 65% de las ventas mundiales de automóviles para 2030 sean eléctricos. Para ello, debería aumentar la venta de estos vehículos en un 25% cada año desde 2023 hasta 2030, y parece indicar que todo va en esa dirección, ya que el aumento de ventas de estas motorizaciones comparando 2021 y 2022 supuso un incremento del 55% anual… Algo parecido pasará en otros vehículos, como los pesados, aunque en este caso la adopción está siendo mucho más lenta.

Panorama actual: tipos de coches eléctricos

Carga coche eléctrico toma

Actualmente tenemos varias tecnologías eléctricas o híbridas donde elegir, como por ejemplo:

  • Vehículos Eléctricos de Batería: estos vehículos son completamente eléctricos y funcionan exclusivamente con electricidad almacenada en baterías, que se fabrican empleando tecnología basada en litio. No tienen un motor de combustión interna y no producen emisiones de escape. Estos vehículos eléctricos también se conocen como enchufables. Ejemplos de este tipo de coches son el Tesla Model 3, Toyota bZ4X, y el Nissan Leaf.
  • Vehículos Híbridos: los vehículos híbridos combinan un motor de combustión interna (generalmente de baja cilindrada) con un motor eléctrico. Pueden funcionar con electricidad, gasolina o una combinación de ambos. Los híbridos generalmente no se enchufan para cargar las baterías, ya que la electricidad se genera a través del frenado regenerativo y la carga del motor de combustión. Generalmente, en urbano puede usar solo el motor eléctrico, ahorrando batería, mientras que cuando se necesita gran potencia usa la combinación de ambos. Las baterías de estos coches suelen ser pequeñas, sin demasiada autonomía, y no suelen estar basadas en litio, sino que pueden ser de níquel, aunque recientemente también se estén adoptando las de Li. Ejemplos incluyen el Toyota Rav4, Pryus, y el Honda Insight.
  • Híbridos Enchufables: los híbridos enchufables son similares a los híbridos convencionales, pero tienen baterías más grandes que se pueden cargar enchufándolas a una fuente de electricidad. Pueden funcionar en modo totalmente eléctrico durante distancias limitadas antes de recurrir al motor de combustión, o también pueden funcionar en modos combinados. Ejemplos incluyen el Chevrolet Volt y el Ford Fusion Energi.
  • De Celda de Combustible: que no te lleve a confusión su nombre, estos vehículos utilizan una pila de combustible de hidrógeno para generar electricidad que impulsa el motor eléctrico, es decir, es un tipo de batería que en vez de litio, emplea hidrógeno, pero igualmente se debe sustituir con el paso del tiempo como la de litio, y también implican el uso de algunos elementos conflictivos con el medio. Ejemplos incluyen el Toyota Mirai y el Hyundai Nexo.

Pues bien, como vemos, en todos los casos tenemos baterías, que son el verdadero problema de estos coches. Es cierto que tienen emisiones 0 de CO2 en el caso de los 100% eléctricos, o emisiones más bajas en el caso de los híbridos. Pero ¿qué ocurre al producir estas baterías? Es decir, al final estamos trasladando el problema medioambiental de las ciudades y carreteras a las zonas de producción…

Biocombustibles ¿la solución?

Muchos estarán pensando que los biocombustibles podrían ser la solución, ya que se puede evitar el uso de baterías y aprovechar la tecnología actual de motores Otto y Diesel para usar estos combustibles más ecológicos. Pero resulta que más ecológicos es la parte del marketing de los que pretenden venderte estos vehículos. Detrás de esta etiqueta ECO también existen serios problemas, uno de ellos es que no se evitan las emisiones. Pero hay más, y es que estos combustibles, en vez de salir del petróleo, se obtienen a partir de aceites vegetales en su mayoría.

Estos aceites vegetales no se obtienen precisamente de la nada, no aparecen directamente en los surtidores. Se tienen que sembrar, ya que se consiguen a partir de algunos cereales como el maíz, el trigo, la caña de azúcar, etc. Y, ¡señores! Tenemos millones de personas en el mundo muriéndose de hambre, y usar estos biocombustibles significa usar zonas de cultivo para este otro fin, o deforestar grandes zonas para poder crear nuevos campos de cultivo… Nuevamente nos topamos con un baño de realidad.

En mi humilde opinión, la mejor alternativa son los coches de combustión interna basados en hidrógeno verde, en los que se puede aprovechar la tecnología de motorización actual y lo que generan es básicamente agua, con emisiones prácticamente 0. Además, es un combustible muy abundante, y se puede obtener del agua (por ejemplo del mar). Básicamente es separar el H20 mediante electrólisis, con el H2 por un lado y el O2 por otro, y luego dentro del motor combinarlos para generar una explosión y mover los cilindros, volviendo a generar H2O…

Medioambiente y baterías

batería del motor eléctrico

Las baterías de litio, a pesar de ser una tecnología fundamental para la movilidad eléctrica para reducir las emisiones, plantean algunos problemas medioambientales y desafíos que deben abordarse si se quiere que estos coches eléctricos puedan ser realmente el futuro. Y estos problemas se acrecientan conforme el parque de coches eléctricos es más y más grande, fabricando más y más baterías en las megafactorías tanto para los nuevos vehículos como para los reemplazos cuando sea necesario. Estos problemas de los que hablo son:

  • Extracción del litio: la producción de baterías de litio implica la extracción de minerales como el litio. La minería de estos materiales puede causar daños ambientales significativos, como la degradación del suelo, la contaminación del agua, consumo de energía elevado, y la destrucción de hábitats naturales. En particular, el litio necesita estanques de evaporación similares a los de las salidas y usan mucha agua, concretamente unos 21 millones de litros al día, o lo que es lo mismo, 2.200.000 de litros de agua potable para producir solo 1T de litio, es decir, 1000 kg de este mineral. Haz cuentas… si cada batería de un vehículo eléctrico usa 160 gramos por cada 1kW de potencia… Demasiados litros de agua para la escasez que tenemos, ¿verdad?
  • Otros minerales: por otro lado, también se necesita para estos coches minerales como el cobalto, el níquel, algunos procedentes del coltán, etc. Muchos de estos minerales se encuentran en vetas en países muy pobres, como los de África, como el Congo. Allí se emplea mano de obra infantil para conseguir extraer estos minerales de forma barata, y existen guerras por este mineral que terminan manchándolo de sangre. Sin embargo, Greta Thunberg prefiere viajar en uno de estos coches y decir: «Me han robado la infancia». ¿Y a estos niños no se la están robando?
  • Reciclaje: como le ocurre a tu teléfono móvil, la batería de estos coches no es eterna, y se va degradando con cada ciclo de carga/descarga, por lo que llegará un momento en el que la autonomía baje considerablemente y tengas que sustituirla. Aunque las baterías de litio son reciclables, el reciclaje de baterías a gran escala es aún un desafío. La falta de sistemas de recogida y reciclaje efectivos significa que muchas baterías terminan en vertederos, lo que puede liberar sustancias tóxicas y metales pesados en el medioambiente, especialmente suelos y medios acuáticos.
  • Residuos electrónicos: por supuesto, el aumento de la tecnología eléctrica y electrónica también incrementa la e-waste o basura electrónica, difícil de reciclar y que si se gestiona de una forma inapropiada puede generar contaminación y un impacto ambiental negativo, ya que contienen muchos químicos tóxicos, metales pesados, etc., peligrosos para la fauna, flora y también para nosotros.

Y todo esto haciéndote creer que es el coche del futuro, respetuoso con el medioambiente y cobrándote un precio bastante caro con respecto a los de motorización normal… Hay que decirlo claro, aunque no le guste a muchos propietarios de coches eléctricos.

Conclusión

El futuro de los coches eléctricos, en contra de lo que dicen muchos, no es excitante ni prometedor a menos que no se puedan resolver todos estos inconvenientes que he citado. Por tanto, si tienes pensado comprar un coche, te recomiendo que compres uno de combustión de gasolina con el menor consumo posible, ya que por algún motivo que desconozco, los coches de combustión con hidrógeno verde no se están fomentando, ni se están desarrollando las tecnologías o infraestructuras necesarias. ¿Quizás un nuevo lobby del litio como el que hubo con el petróleo? No lo sé, pero creo que no se está buscando una solución realmente buena, simplemente un parche que tal vez cueste volver a cambiar de idea en los próximos años. Es decir, volver a desembolsar dinero (que es de lo que se trata) y comprarte otra tecnología ECO. ¿Será verdaderamente ECO o será ECObsolescencia programada?


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