Vivimos la Volkswagen Driving Experience en el Circuito del Jarama

Volkswagen Driving Experience - Golf R

Tener la oportunidad de probar coches como el Golf R o el GTI en el Jarama es una experiencia muy interesante. Aunque la Volkswagen Driving Experience no se limita a esto, también pudimos probar otros modelos de la marca que van desde el Tiguan, en un recorrido fuera del asfalto, hasta el pequeño Polo en un circuito ‘ratonero’ en el que había que jugar mucho con las manos.

Efectivamente, el objetivo de estas experiencias es probar los coches de Volkswagen en varias circunstancias, pero también preparar a los conductores para situaciones de emergencia en las que no siempre hay que ser hábil sino más bien tener la suficiente sangre fría para dejar obrar a las ayudas electrónicas. ¿Crees que es fácil? Pues te contamos cómo fue para que juzgues tú mismo.

Tres vueltas por el circuito del Jarama

Volkswagen Driving Experience - Golf GTI

Con un monitor montado en el asiento del copiloto tenemos que enfrentarnos al circuito del Jarama afrontando cada tramo como debe hacerse en una competición. Claro está, que se puede afrontar esta prueba de dos formas: o tratamos de hacerlo a un ritmo moderado centrándonos en asimilar las lecciones del monitor -que normalmente es un piloto profesional- o si nos vemos con la suficiente confianza, intentando completar las vueltas como si fuese una contrarreloj. Cada uno puede elegir cómo hacerlo según el nivel que tenga.

En esta parte de la Volkswagen Driving Experience tendremos tres vueltas que se traducen en más de 10 km de diversión (el Jarama mide 3.850 metros). Algo que puede quedarse corto a algunos, pero que sirve para los objetivos de esta prueba: conocer cómo se traza un circuito como un profesional, cómo gestionar la mirada en las curvas y cómo frenar cuando cada milésima cuenta. De cualquier forma parece más recomendable como experiencia las seis vueltas que se daban en este mismo evento en el circuito de Monteblanco.

Trazar las curvas como un profesional

El monitor va explicando cómo hay que colocar el coche en cada circunstancia. Unas curvas se trazan en pico apurando la frenada para luego hacer un giro rápido y encarar la siguiente curva para poder acelerar lo antes posible. Otras deben recorrerse a punta de gas para mantener el coche neutral, es decir, sin inercias que inclinen demasiado la carrocería adelante o atrás. Siempre con unos conos que nos indicarán a que lado de la calzada debemos acercarnos, para que no se nos olvide cómo hacerlo en cada una de las 13 curvas de cada vuelta.

Volkswagen Driving Experience Circuito del Jarama

Frenada regresiva

La forma de frenar es muy importante y el monitor de la Volkswagen Driving Experience que nos acompañó hizo especial hincapié en este ejercicio. Al contrario de lo que solemos hacer cuando conducimos de forma normal por las carreteras convencionales, la frenada regresiva requiere que frenemos fuerte al principio y que en lugar de retirar el pie de golpe lo hagamos poco a poco. De esta forma evitaremos la inclinación brusca de la carrocería hacia atrás y perdamos parte del agarre de las ruedas delanteras por un momento.

Gestionar la mirada

Puede parecer lo más obvio, la tendencia habitual es la de mirar siempre adelante y no demasiado lejos. En realidad hay que mirar hacia donde nos vamos a dirigir, lo que supone que tendremos que mirar incluso por la ventanilla, cuando la curva es lo suficientemente cerrada.

El Golf GTI y el Golf R

Volkswagen Driving Experience - Golf

En realidad la Volkswagen Driving Experience es una oportunidad de probar estos coches de una forma mucho más esclarecedora que la que se ofrece en cualquier concesionario. Nada de dar unas vueltas por el coche de prueba, directamente a un circuito donde se puede pisar a fondo sin límites de velocidad, excepto los que dicta la seguridad dentro del circuito.

Quitamos los pies de los pedales a ver qué pasa

La siguiente prueba que experimentamos, también en el Jarama, fue la de dejarnos llevar por el control de crucero adaptativo inteligente de Volkswagen. Para ello nos montamos en el nuevo Arteon y sin necesidad de acelerar o frenar los coches recorrieron el circuito en fila india, paradas hasta 0 km/h incluidas.

El objetivo de esta actividad fue la de coger confianza con los asistentes a la conducción. Cuando ves el coche de delante detenerse, la reacción natural de cualquier conductor es la de frenar. Sin embargo, en esta ocasión había que dejarse llevar para comprobar como el Arteon se detenía solo con suavidad. Una vez que el coche que nos precede inicia la marcha, basta con un ligero toque del acelerador y el coche vuelve arrancar manteniendo las distancias con el de delante.

Pruebas de esquiva y sistemas de seguridad

Volkswagen Driving Experience - Prueba de esquiva

Los Volkswaguen Arteon también nos sirvieron para ver cómo reacciona el coche ante una situación de emergencia en la que hay que esquivar un obstáculo que se nos cruce en la carretera. Estas pruebas de la Volkswagen Driving Experience se realizan como copiloto o pasajero. Es un monitor el encargado de dar el volantazo, para que los demás puedan ver como se cierran automáticamente las ventanillas y el techo solar y se tensan los cinturones.

Afortunadamente la siguiente prueba de esquiva es sin un monitor al volante. El coche elegido en esta ocasión es el Golf R, con el que hay que acelerar a fondo en una recta para frenar y esquivar en el último momento. Una prueba en la que se libera mucha adrenalina, más por la capacidad de aceleración del coche que la esquiva en sí. Desde luego los 310 CV y la tracción a las cuatro ruedas son capaces de catapultar al Golf.

Una vuelta por el campo en SUV

Volkswagen Driving Experience - Recorrido offroad con el Tiguan

Los Volkswagen Tiguan y Tiguan Allspace fueron los coches elegidos para los recorridos offroad alrededor del Jarama. El objetivo era ver como funcionan los controles de descenso y ascenso de estos SUV, que aunque no son como un todoterreno, sí que emulan el comportamiento de una reductora para evitar que el coche se embale en cuestas pronunciadas.

Circuito en miniatura contrarreloj

Por último, pero no menos divertido, nos esperaba un circuito especialmente pequeño y revirado en el que habían instalado unos sensores para cronometrar el tiempo que tardamos en dar una vuelta. Una competición entre los asistentes en la que hay que jugar mucho con las manos para completar los giros rápidos que exige el recorrido. Así, lo dijo el monitor: “se que os dicen que no hay que cruzar la manos al conducir, pero si no las cruzáis aquí no lograréis nada”. Un consejo muy apropiado para un circuito con una anchura de poco más que el coche, con curvas cerradas en las que hay que ir lo más rápido posible.

Volkswagen Driving Experience - Contrarreloj con el Polo

La Volkswagen Driving Experience en resumen

En definitiva, en la Volkswagen Driving Experience te lo pasarás bien y aprenderás. Es una experiencia muy variada en la que podrás asimilar conceptos de la competición en circuito, el manejo de las ayudas a la conducción y consejos para la seguridad al volante. Todo ello con coches de cierto caché que no podrías probar en estar circunstancias a no ser que fuesen ya tuyos. Como podrás entender, los responsables de prestar un coche de concesionario no son muy amigos de los circuitos.


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