La división deportiva de Hyundai se prepara para dar un giro inesperado. El ya mítico Hyundai i30 N tiene muchas papeletas para volver a los concesionarios europeos con una nueva generación. En pleno auge del coche eléctrico y con buena parte de sus rivales ya retirados del mercado, la marca coreana trabaja en un compacto deportivo que seguiría apostando por la combustión, aunque adaptado a las exigentes normativas actuales.
Después de haber retirado el i30 N e i20 N en el año 2024 para centrar la submarca N en vehículos eléctricos de altas prestaciones, todo apuntaba a un futuro exclusivamente a baterías. Sin embargo, las últimas informaciones y declaraciones de directivos dejan claro que Hyundai no quiere renunciar del todo a los motores térmicos y estudia un nuevo i30 N híbrido que combine gasolina, electrificación y un enfoque claramente deportivo.
Hyundai i30 N: un hot hatch que se resiste a morir…
Dentro del sector, muchos aficionados lamentan la progresiva desaparición de los hot hatchback tradicionales. Esos compactos de cinco puertas con motor potente y chasis afinado que tanto protagonismo tuvieron en los años 80, 90 y 2000. Modelos como el Ford Focus RS, el Focus ST o el Honda Civic Type R han ido diciendo adiós en Europa, dejando un hueco importante a quienes buscan deportividad relativamente accesible y sensaciones directas.
En ese contexto, el Hyundai i30 N se ganó un nombre propio desde su aparición en 2017. Fue el primer modelo de la división N y llegó con una receta muy clara. Motor 2.0 litros turbo de hasta 275 CV (280 CV en sus últimas versiones Performance), chasis reforzado, diferencial electrónico de deslizamiento limitado y una puesta a punto pensada para disfrutar tanto en carretera como en circuito, situándose de tú a tú frente a referentes como el Volkswagen Golf GTI.
El éxito del compacto deportivo ayudó a construir la imagen de Hyundai N como una gama de alto rendimiento con carácter propio, apoyada también por modelos como el i20 N, el i30 N Fastback o el SUV Kona N. Tras las actualizaciones del i30 de tercera generación y su restyling en 2020, el N Performance escaló hasta los 280 CV y se convirtió en uno de los hot hatch más valorados por su equilibrio entre eficacia y diversión.
Del giro eléctrico al posible regreso de la combustión…
Pese a esa buena reputación, en 2024 Hyundai decidió poner punto y aparte a los N de combustión en Europa. El i20 N y el i30 N salieron del catálogo para hacer hueco a una nueva etapa más centrada en los eléctricos de altas prestaciones, representada hoy día por los Hyundai Ioniq 5 N e Ioniq 6 N, ambos con potencias por encima de los 600 CV y un enfoque claramente tecnológico.
Esta estrategia encajaba con el objetivo europeo de restringir las ventas de coches nuevos con motor térmico a partir de 2035. Sin embargo, la propia empresa ha ido matizando su hoja de ruta. El jefe de la división N, Joon Park, ha insistido en varias ocasiones en que la submarca deportiva no se limitará únicamente a los vehículos eléctricos y que la idea es mantener una gama multienergía con motores de combustión, versiones híbridas y propuestas 100 % eléctricas.
En paralelo, Hyundai ha prometido siete nuevos modelos N de aquí a 2030, explorando distintas configuraciones de propulsión. Ese compromiso deja margen para que el i30 N vuelva a formar parte del catálogo europeo, esta vez como un compacto híbrido de gasolina que cumpla con las normativas de emisiones sin perder el carácter que le hizo popular.
Lo que se sabe del futuro Hyundai i30 N…
Las informaciones publicadas por medios especializados como Autocar apuntan a que Hyundai ya está trabajando en el desarrollo del nuevo i30 N. Aunque la marca todavía no ha hecho un anuncio formal, las filtraciones internas y el contexto de la gama hacen pensar que el proyecto está en marcha y encaja en el calendario de lanzamientos de la marca de aquí a finales de la década.
El punto de partida más lógico sería el Hyundai i30 convencional con motor 1.5 T-GDi, un bloque de gasolina turbo de cuatro cilindros que ya se ofrece con tecnología microhíbrida de 48 V y etiqueta ECO en mercados como el español. Este propulsor entrega alrededor de 160 CV en las versiones actuales, pero podría someterse a una preparación profunda para elevar la potencia hasta cifras cercanas —o incluso superiores— a los 300 CV que se barajan para el futuro i30 N híbrido.
La marca también contempla la alternativa de desarrollar un sistema de propulsión completamente nuevo específico para los modelos N. En este sentido, Hyundai está realizando pruebas con un prototipo basado en el Veloster, utilizado como banco de ensayos para un motor de combustión de altas revoluciones y alto rendimiento. Los ingenieros lo describen como un bloque pensado para producirse en masa y cumplir los estándares de rendimiento actuales, lo que deja la puerta abierta a que este propulsor acabe animando al próximo i30 N o a otros deportivos de la casa.
Gasolina sí, pero ahora con electrificación…
El gran cambio respecto al i30 N original es que la electrificación jugará un papel central. Las normativas europeas sobre emisiones y consumo hacen prácticamente inviable un compacto deportivo puramente térmico de alto rendimiento como los de hace una década. Por eso, todo apunta a que el nuevo i30 N combinará motor de gasolina con algún tipo de hibridación, ya sea microhíbrida de 48 V o una configuración híbrida más avanzada.
Esta combinación permitiría, por un lado, reducir consumos y emisiones homologadas y, por otro, aprovechar el empuje eléctrico para mejorar la respuesta en aceleración y el llenado de par a bajas vueltas. Fuentes cercanas al proyecto dan por hecho que, con el apoyo eléctrico, superar la barrera de los 300 CV no debería ser un problema para los futuros i20 N e i30 N híbridos, situándolos en el entorno de los compactos deportivos más prestacionales que aún sobreviven en el mercado europeo.
Lo que sí parece menos probable es que se mantenga el actual motor 2.0 turbo de 280 CV del último i30 N Performance. Adaptarlo a las próximas normativas exigiría compromisos importantes en carácter y coste, de ahí que cobre fuerza la idea de un nuevo tren motriz más eficiente y pensado desde el inicio para convivir con la electrificación. Del mismo modo, dentro de la industria se da casi por hecho que la caja de cambios manual podría dejar paso a un doble embrague como opción principal, reforzando las prestaciones y la eficiencia, aunque esto suponga una concesión para los más puristas.
Calendario previsto: i30 actualizado y N en el horizonte…
El actual Hyundai i30 ha ido encadenando varias actualizaciones sobre la tercera generación: un lavado de cara profundo en 2020 y otro más ligero en 2024, con mejoras estéticas y tecnológicas para mantenerlo al día en un segmento muy competido en Europa. A pesar de ese esfuerzo, la plataforma de base sigue siendo la misma, por lo que la marca prepara ya una nueva evolución para alargar su vida comercial unos años más.
Fotografías de prototipos camuflados sugieren que Hyundai trabaja en una tercera gran revisión del i30, que debería ver la luz alrededor de 2026. Sobre esa base renovada se ubicaría el nuevo i30 N electrificado, cuya llegada se situaría, según las filtraciones, entre finales de 2026 y principios de 2027. No obstante, hasta que la marca lo confirme, las fechas siguen siendo orientativas y pueden variar en función de la evolución de las normativas y de la propia estrategia de producto.
Hyundai ya ha dejado claro que Europa seguirá siendo un mercado clave para la división N, tanto por volumen como por tradición en el segmento de los compactos deportivos. El retorno del i30 N tendría especial sentido en nuestro continente, donde la oferta de hot hatch se ha reducido notablemente y todavía existe una base de clientes que busca un coche relativamente práctico, con cinco plazas, maletero decente y un toque muy prestacional.