La conducción autónoma llegará a nuestras vidas antes o después. Nos guste o no, acabará imponiéndose y modificando nuestro comportamiento y hábitos al volante. Una de las modificaciones más importantes que traerá será la realización de «tareas», por llamarlas de alguna forma, que hasta ahora no se realizaban en un coche (o por lo menos al volante).
Ford es una de las marcas que más está avanzando en la automatización de la conducción y entre los muchos frentes que tiene abiertos, está la investigación de los usos que podrán tener sus coches autónomos. Una de las muchas que se nos pueden ocurrir es que en su interior, mientras el vehículo se desplaza, se realicen reuniones de trabajo en torno a una mesa sobre la que se dispondrían los materiales empleados para tal fin.
Esta situación no es nueva, pues muchos son los monovolúmenes que cuentan con una mesa plegable sobre la que realizar reuniones. Sin embargo, por ley, hoy día estas reuniones no se pueden realizar mientras el vehículo está en movimiento, ya que los asientos deben estar orientados en el mismo sentido de la marcha. Por esta razón, cuando los coches autónomos tomen el control de nuestras carreteras, se podrían llevar a cabo estas reuniones, y como es lógico, la seguridad de los pasajeros hay que cuidarla.
Teniendo en cuenta esta nueva situación, Ford ha patentado para sus coches autónomos una mesa retráctil que tiene en su interior un airbag para proteger la seguridad de los que se reúnen entorno a ella. Según la marca, esta situación se dará cada vez más y por tanto no se puede descuidar cada uno de los detalles (de seguridad y confort) que lleven los coches autónomos.
La investigación en estas medidas de seguridad se producen para contrarrestar, en todo lo posible, la sustitución de la mano del hombre por la inteligencia de una máquina. Cierto es que la mayoría de accidentes se producen por fallos humanos, pero si los fabricantes quieren que la conducción autónoma triunfe no se pueden permitir un fallo en seguridad. Por ahora este invento tardará en llegar a las calles pero el camino ya está marcado y Ford sabe por donde ha de ir para alcanzarlo.
Fuente – Ford
