A principios del pasado verano de 2016 conocíamos a un nuevo integrante en la familia Mercedes-AMG GT, el AMG GT R. Es la versión que mayores prestaciones otorga de toda la gama AMG GT y, durante su presentación, fue bautizado como “la bestia del Infierno Verde”. Su color verde “Green Hell Magno” nos hacía entrever que de verdad iba en serio.
No les faltaba ni una pizca de razón a los chicos de Mercedes-AMG. Poco después de su presentación nos confirmaban un tiempo de solo 7 minutos, 10 segundos y 9 décimas en el antiguo trazado de Nürburgring, quedando por detrás del Porsche 918 Spyder, pero por delante de superdeportivos como los Lexus LFA Nürburgring Edition o Ferrari 488 GTB.
Parece ser que el superdeportivo alemán no solo se desenvuelve con soltura en el Infierno Verde, ya que ahora hemos conocido (y visto con el vídeo superior) que el circuito de Bathurst, en Nueva Gales del Sur (Australia) ha sido su última presa. Allí ha conseguido detener el crono para una vuelta rápida en 2 minutos, 16 segundos y 5 décimas, o lo que es lo mismo, ha bajado el récord anterior, que estaba en posesión del AMG GT S, en 9 segundos. Esto convierte al Mercedes-AMG GT R en el coche de producción más rápido que allí ha rodado.
Bernd Schenider, piloto oficial de Mercedes, fue quien se puso a los mandos de este “Hulk” con motor V8. El Mercedes-AMG GT R tiene bajo su capó delantero un 4 litros V8 biturbo que entrega 585 CV y 700 Nm. Este rendimiento, junto a una estudiada aerodinámica y la ligereza del conjunto, que se cifra en un peso de 1.555 kg, le permiten realizar el 0 a 100 km/h en 3,6 segundos, pudiendo alcanzar una velocidad máxima de 318 km/h. En el vídeo no llega a tal velocidad punta, pero sí supera los 300 km/h. También le habrán ayudado la suspensión activa y el eje trasero direccional.