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A esto hay que añadir que el motor funciona de forma óptima a una determinada temperatura que suele rondar los 90º C. Hasta que llega hasta ella, el radiador no debe cumplir su función de refrigerar, ya que solo aumentaría el tiempo que tarda el motor en llegar a ese punto.
Ahí es donde el termostato entra en acción , porque cuando se detecta que el motor está frío corta el flujo del líquido refrigerante hasta el radiador para que no pueda enfriarse en él. Cuando detecta que el motor ha llegado a su temperatura óptima, abre el paso del líquido para que el radiador pueda cumplir con su función.
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Dónde se encuentra el termostato de un coche
Cada marca y modelo son diferentes, pero en la mayoría de los casos podrás encontrar el termostato siguiendo los manguitos de anticongelante , que son los grandes tubos generalmente negros que comunican el motor con el radiador. Para afinar la búsqueda puedes mirar en uno de estos dos sitios :
el primero, en la parte superior del motor cerca de la bomba de agua , que es la encargada de hacer circular el líquido por todo el sistema de refrigeración desde el motor al radiador y de vuelta
el segundo, cerca del manguito inferior del motor que va al radiador , que puede dificultar el acceso hasta ella.
Tipos de termostato
Hay tres tipos de termostato para coche , atendiendo al método que utilizan para detectar la temperatura y controlar el flujo del líquido refrigerante. En esencia son los mismos que en la mayoría de vehículos, así que también podemos decir tipos de termostato automotriz :
Termostato electrónico
Estos son los termostatos que se utilizan en la actualidad y están controlados por la unidad de control del motor . Dado que requieren de varias conexiones y ciertos aislantes, son más grandes y aparatosos que los antiguos. A pesar de esto, el mecanismo con el que abren y cierran el conducto sigue siendo prácticamente igual en muchos casos. Solo que está accionado generalmente por un solenoide .
Al estar controlado por la centralita del motor, la apertura y cierre del termostato se puede gestionar en función de más factores . No solo la temperatura del anticongelante en el propio termostato.
Otros sensores y termómetros repartidos por el motor y sus sistemas aledaños envían los datos recogidos a la centralita y está abrirá el termostato según esté programada. Por ejemplo, una gestión básica e imprescindible es mediante el Sensor de temperatura del líquido refrigerante , que se suele encontrar en el bloque motor. Otro algo más sofisticado es mediante los modos de conducción, que en coches con un enfoque muy deportivo, cambian la gestión del motor en los modos más radicales.
Termostatos de cápsula
Estos termostatos eran los más frecuentes hace algunas décadas. Funcionaban sin ningún tipo de electrónica , solo gracias a las propiedades de dilatación de una cera que iba encapsulada . Cuando la temperatura aumentaba la cera se dilataba y movía la compuerta que abría el conducto. Cuando se enfriaba se contraía de nuevo cerrando la compuerta.
Como podrás entender, esto solo tenía en cuenta la temperatura del líquido anticongelante al llegar al propio termostato. Algo que limitaba mucho la gestión de la temperatura , dejando el motor expuesto a cambios mayores que con los termostatos electrónicos.
Termostatos de fuelle
En lugar de basarse en la dilatación de un líquido, el funcionamiento del termostato de fuelle se basaba en que el alcohol es volátil . Cuando el líquido refrigerante se calienta, el alcohol se evapora y expande el fuelle para dejar pasar el líquido. Al bajar la temperatura, el alcohol vuelve a su estado líquido y deja de expandir el fuelle.
Este tipo de termostatos tiene el mismo problema que los de cápsula con cera: solo medían la temperatura en el propio termostato. Con lo que el motor puede sufrir algo más en determinadas condiciones climatológicas y/o de uso.
Cómo comprobar si funciona mal el termostato de un coche
Como ya podrás deducir tras la explicación de qué es y para qué sirve, cuando el termostato deja de funcionar, deja de regular el paso del líquido refrigerante del motor al radiador. Por eso, pueden pasar esencialmente dos cosas:
Que se quede abierto
Cuando ocurre esto, el síntoma que notarás es que el motor tarda mucho en llegar a la temperatura óptima . Algo que aumenta el desgaste del motor, que sufre más cuando funciona por debajo de los grados adecuados.
Que se quede cerrado
Cuando ocurre esto, el motor llega a su temperatura óptima en un plazo normal, pero no se detiene ahí. Si la unidad de control del motor no ha detectado el problema antes, podrás ver como la temperatura sobrepasa el punto óptimo en el indicador del cuadro de mandos, además de que se encenderá un testigo avisando de un problema.
Cómo sustituir el termostato del coche
Si no quieres que esta operación te la hagan en un taller porque tienes conocimientos de mecánica o eres un manitas, aquí te damos las nociones básicas para hacerlo tú mismo . Sin embargo, debes saber que en la mayoría de los coches modernos cuando falla algo y salta un testigo, normalmente es necesario conectarse a la centralita una vez que se ha sustituido la pieza para quitar el aviso.
Vaciar el circuito del sistema de refrigerado
Para este paso necesitarás una cubeta donde escurrir el líquido. Hay que soltar el manguito de la parte de abajo del radiador para que salga todo el refrigerante.
Accede hasta el termostato, como te hemos dicho antes suele estar en la parte superior del motor cerca de la bomba de agua o en la parte baja del motor en el manguito de líquido refrigerante. Lo primero que tendrás que hacer es desconectar los manguitos que lleguen a él . Después debes quitar los enganches que lo fijan (pueden ser tornillos o pestañas de sujeción) y extrae el termostato.
Colocar del nuevo termostato
Cada coche es diferente, así que es muy importante que te fijes como estaba colocado el anterior termostato para instalar correctamente el nuevo. Fíjalo con los tornillos o las pestañas de sujeción .
Conecta los manguitos y rellena con líquido refrigerante
Tienes que volver a cerrar el circuito del sistema de refrigeración, así que conecta de nuevo los manguitos , tanto los que iban al termostato como el que iba al radiador. Una vez que te hayas asegurado de que están bien fijados debes rellenar con líquido refrigerante de forma normal y purgarlo .
Cuánto cuesta un termostato para coche
El precio de esta pieza varía mucho de una marca a otra. Lo que sí es cierto es que los termostatos electrónicos que suelen llevar los coches actuales son más caros que los termostatos de cápsula antiguos. Su precio suele estar entre los 25 y los 50 euros para los primeros y entre 5 y 12 en los segundos.
No te recomendamos que compres un termostato de segunda mano , salvo que no existan existencias para tu modelo. El buen estado de este componente es imprescindible para que el motor no sufra daños por sobrecalentamiento. Así que comprar una pieza cuyo estado es dudoso puede ser peligroso para tu coche .