Muchos dicen que la Fórmula E se terminará convirtiendo en la Fórmula 1 del futuro. Y creo que los que piensan eso tienen la razón. Tarde o temprano los coches 100% eléctricos serán la tendencia y la electrónica ofrecerá prestaciones que los actuales coches de combustible jamás alcanzarían. El mundo de la electrónica tiene mucho potencial y los avances que puede haber en este sentido superarían a los actuales motores de combustión interna que están limitados por dimensiones, peso y consumo.
Puede que ahora la Fórmula E no goce de tantos fans como la F1, pero lo cierto es que cada vez tiene más adeptos porque las carreras son bastante más reñidas que en F1. Además de las cuestiones técnicas que comento, también habrá cuestiones medioambientales que cada vez ejercerán más presión en contra de la F1 tal como la conocemos actualmente. Todo está cambiando y la F1 no debe ser ajena a este cambio si quiere vivir. Por eso, tiene dos opciones: reinventarse o morir.
Sinceramente pienso que el futuro será un único campeonato 100% eléctrico, es decir, una fusión de la Fórmula 1 y la Formula E. Pero eso no será el próximo año, ni en los próximos años. A medio plazo la Fórmula 1 necesita seguir dando pasos en cuanto a respeto medioambiental y sostenibilidad. Los biocombustibles y el gas podrían ser una buena solución para los motores híbridos de estos monoplazas. Saben que no pueden ser un deporte querido si siguen mirando hacia otro lado sobre las emisiones y el consumo de combustibles fósiles…
Eso mismo ha confirmado Chase Carey, de Liberty Media. Los actuales dueños son conscientes de ello y ya miran hacia los combustibles sintéticos, bio y gas. «El motor híbrido que se lanzó hace unos años fue un avance increíble en términos de eficiencia de combustible. Y conserva la misma potencia. Ahora estamos colaborando con la industria petrolífera en combustibles sintéticos, biocombustibles o combustibles de hidrógeno.»