Creo que cualquiera de nosotros estaría encantado de guardar cualquier coche de la marca Bugatti en su garaje. Son vehículos que, además de lo que significan a nivel de imagen por su valor, provienen de una marca histórica. Los románticos también valoran ese aspecto. También, siempre han sido los vehículos más avanzados en su tiempo en cuanto a prestaciones y calidad.
Puede que para muchos no sea ese deportivo fetiche, pues aunque desbordan potencia, no son los más rápidos y emocionantes en circuito. Sea como fuere, lo dicho, a nadie le importaría tener un Bugatti en su garaje. Muchos podemos soñar con tener un Bugatti pero, ¿te imaginas tener tres? Imagínate disfrutar de un Bugatti EB110, un Veyron y un Chiron. Inimaginable, ¿verdad?
Lamento decirte que no, no te ha tocado un sorteo del que ni te acordabas y cuyo premio eran un EB110, un Veyron y un Chiron. Nos queda conformarnos con la preciosa galería de imágenes que os dejo al final de este artículo, donde los tres modelos modernos de la marca francesa han posado para las cámaras.
En esta sesión de fotos llevada a cabo en Dubái podemos apreciar la evolución estética de estos tres hiperdeportivos. A mi gusto, no son coches bellos. De hecho, el Veyron me parece un modelo bastante feo, sinceramente. Pero no es menos cierto que tienen algo especial, pues se nota que buscan una gran aerodinámica y, por otro lado, que cada uno ha basado su estética en el anterior (el Chiron en el Veyron, y el Veyron en el EB110).
Y ahora, hagamos un repaso a las particularidades de cada uno de ellos:
Bugatti EB110
El Bugatti EB110 se presentó en el año 1991, antes de que la marca estuviera en manos de Volkswagen. El nombre del modelo no es casualidad, ya que son las iniciales de Ettore Bugatti y su 110 cumpleaños.
Entre sus particularidades encontramos que fue uno de los primeros coches con monocasco de fibra de carbono. Respecto al motor, un V12 de 3.5 litros de 60 válvulas con cuatro turbos se encarga de generar 560 CV, que más tarde llegarían a ser 610 CV en el Bugatti EB110 Super Sport. Su velocidad máxima era de 350 km/h y era capaz de hacer el 0 a 100 en menos de 3,5 segundos.
Bugatti Veyron
Por su parte, el Bugatti Veyron 16.4 nos dejó a todos boquiabiertos en el 2005. Ya perteneciendo al fabricante Volkswagen, el Veyron llegó con un motor W16 de 8.0 litros e igualmente con cuatro turbos. Un coche que todo ingeniero quiere desarrollar y materializar, pero que pocas marcas pueden permitirse el lujo de crear. También se comercializó una versión descapotable, aún más llamativa.
Esa configuración mecánica le permitía obtener una potencia máxima de 1.001 CV y 1.500 Nm. Unos datos descomunales que inmediatamente le situaban como el coche para calle más potente y rápido del planeta, pues su velocidad punta era de 400 km/h, haciendo el 0 a 100 en solo 2,5 segundos. Años más tarde llego el Bugatti Veyron Super Sport con 1.200 CV.
Bugatti Chiron
Por el momento, el último que hemos conocido es el Bugatti Chiron. Básicamente es una profunda evolución del Veyron, adaptándose a los nuevos tiempos y recogiendo la última tecnología. Como se puede apreciar, estéticamente tienen algunas líneas y formas parecidas. Fue lanzado en el 2016.
El Chiron también utiliza un motor W16 de 8.0 litros con un póker de turbos. Gracias a algunos rediseños y nuevas fórmulas, el Bugatti Chiron eleva su potencia hasta los 1.500 CV. Esto le permite alcanzar velocidades punta de 300 millas por hora, que vienen a ser unos 480 km/h. Cifras de auténtico infarto para un coche que arranca en más de 2,5 millones de euros.
Eso sí, si eres tan afortunado que puedes plantearte la compra de un Bugatti Chiron, debes saber que aún se encuentra en producción. La marca gala perteneciente a Volkswagen producirá unas 500 unidades. Actualmente han vendido cerca de la mitad de su producción total estimada.
