La 88º edición del Salón Internacional del Automóvil de Ginebra ha sido testigo de la presentación de tres conceptos movidos por baterías dentro del Grupo Volkswagen. Los Audi e-tron, Porsche Mission E Cross y el Volkswagen ID Vizzion representan lo último en cuanto a tecnología eléctrica dentro del consorcio alemán, pues según han indicado los responsables del grupo, son las respectivas últimas versiones de los modelos que han de llegar al mercado.
Sin embargo, estos modelos no son más que la punta del iceberg del plan «Roadmap E» como ha sido definido por el propio CEO del Grupo Volkswagen, Matthias Müller. Según ha explicado, el empresario y directivo alemán a los medios de comunicación en una conferencia, bajo este plan se llevará a cabo la expansión en cuanto a producción de los modelos eléctricos del consorcio. De esta forma, pasarán de las 3 plantas que funcionan en la actualidad hasta los 16 centros que deberían estar operativos en el año 2022.
De hecho el crecimiento será exponencial, pues se espera que en cuestión de dos años se incrementen en 9 los centros productivos que estarán capacitados para fabricar coches eléctricos. Según palabras del propio Müller
«las cosas se están moviendo realmente» […] «¡un cambio de rumbo para el superpetrolero Volkswagen, a toda velocidad hacia el futuro»
El segundo aspecto fundamental de este «Roadmap E» es el establecimiento de alianzas con varios proveedores chinos y europeos de baterías. Para ello, el consorcio bávaro habría puesto sobre la mesa una inversión inicial de 20 mil millones de euros que podría verse incrementado en el futuro, pues todavía no han seleccionado un proveedor de baterías para el mercado americano.
Entre tanta declaración pro-movilidad sostenible Müller ha declarado que
«estamos haciendo grandes inversiones en la movilidad del mañana, pero sin descuidar las tecnologías y los vehículos actuales que seguirán desempeñando un papel importante en las próximas décadas»
Esta frase viene a confirmar que este año gastarán un total de 20 mil millones de euros para actualizar sus mecánicas actuales, entre diésel y gasolina. Esta cantidad se verá incrementada hasta los 90 mil millones de euros en los próximos cinco años, pues según Müller, el diésel volverá a renacer en un futuro no muy lejano.
Por ahora esperamos que si renace, o no, lo hagan con mecánicas limpias, pues ya se han metido una vez en un jardín curioso, y no sería raro que se adentrarán en él una segunda vez.
Fuente – Grupo Volkswagen