Los desafíos que plantea el sector del automóvil obliga a los fabricantes de coches a establecer alianzas y fusiones que a priori parecen contra natura. Es por ello que la competitividad entre firmas pasa a un segundo plano cuando se trata de sobrevivir y mantenerse a flote. La «boda» que mayor número de titulares ha copado a lo largo de 2020 ha sido la que unificará al Grupo FCA con el Grupo PSA, pero no es la única que se ha fraguado este año.
Si hacéis un poco de memoria, hace unos meses os contamos que Honda y General Motors habían decidido unir sus caminos. La firma japonesa y la americana llevan varias décadas colaborando, pero siempre manteniendo su independencia. Ahora, aunque sigue sin haber cambio de acciones, estrechan lazos para mejorar su posición competitiva en áreas clave del globo como América del Norte. Os desvelamos los principales secretos…
Honda y General Motors ya tienen una alianza para desarrollar vehículos eléctricos
Para dar forma a esta nueva unión, Honda y General Motors han partido del primer memorando que firmaron. En ese momento acordaron que la firma japonesa usaría la plataforma para vehículos eléctricos del fabricante americano. Pues bien, siguiendo ese planteamiento, han apostado por reforzar áreas como el desarrollo tecnológico, adquisición de materias primas y el desarrollo de servicios conectados.
El uso de plataformas conjuntas para vehículos equipados con mecánicas térmicas también está sobre la mesa. Pero además, también explorarán vías para colaborar en el desarrollo de vehículos autónomos en sus diferentes grados tecnológicos. En conjunto, ambos fabricantes esperan que esta colaboración les permita ahorrar grandes cantidades de dinero al dividir los costes de I+D+i y adquisición de componentes.