El Grupo Fiat Chrysler Automobiles acaba de presentar los resultados económicos del segundo trimestre del año. Como era de esperar, los números han sido positivos, pero ello no hubiera sido posible sin la ayuda de RAM y Jeep. América del Norte ha sido vital para lograrlo pues la región EMEA (Europa, Medio Oriente y África) no termina de levantar cabeza. Además, hay firmas como Maserati, que parece no de encontrar su lugar en el mercado.
De forma global, el Grupo FCA ha obtenido un beneficio operativo (EBIT) de 1,53 mil millones de euros, con un margen operativo del 5,7 por ciento. Estas cifras se traducen en unas ventas globales de 1.157.000 millones de unidades, es decir, un descenso del 11 por ciento. Para mejorarlas, todas las marcas mantienen su hoja de ruta de cara al futuro. La única que cambia es Maserati, que da un golpe de timón para ser más atractiva a los clientes.
Maserati necesita mejorar sus ventas y rendimiento económico
Actualmente, la oferta de Maserati está compuesta por cinco modelos. Excepto el Levante, la veteranía de éstos es la nota predominante, por lo que no es extraño que sus ventas hayan caído un 46 por ciento. Los ingresos también se resienten, pues con un descenso del 40 por ciento, no ayudan en su situación. Aún así, Mike Manley ha decidido modificar el plan de producto de la marca del tridente, para acelerar la llegada de novedades a su escuálido portfolio.
Según el documento facilitado a los accionistas, Maserati presentará hasta cinco nuevos modelos de aquí a 2023. Comenzando por lo sencillo, los primeros que cambiarán en 2020 serán los Ghibli, Quattroporte y Levante. El anterior plan sólo tenía en cuenta el cambio de generación, pero no un restyling. Esta modificación deja una incógnita en el aire, pues el Ghibli parece no contar con un relevo generacional. La segunda ausencia corresponde al ya confirmado coupé Alfieri.