Niki Lauda, o Nikolaus Andreas Lauda, nació en Viena, en 1949. Empresario y ex-piloto de Fórmula 1, consiguió tres campeonatos de Fórmula 1 en los años 1975, 1977 y 1984, llegando a ser subcampeón en 1976, en un temporada en la que sufrió uno de los peores accidentes que la categoría reina recuerda. Hoy, el tricampeón austríaco nos deja a sus 70 años.
Después de su retiro, en 1985, se centró en la gestión de su propia compañía aérea, Lauda Air, que había fundado años atrás y que vendió en 2001 a Austrian Airlines. Personaje carismático en el paddock, muy querido y siempre acompañado de su gorra roja, se mostró muy activo como asesor dentro del box de la escudería Mercedes desde su vuelta a la Fórmula 1 en 2010.
«Con gran dolor anunciamos que nuestro querido Niki ha fallecido apaciblemente el 20 de mayo de 2019, rodeado de su familia.» afirmaron personas allegadas del tricampeón de Fórmula 1.
Ya a principios de este año, Niki sufrió una infección respiratoria que contrajo durante unas vacaciones familiares en Ibiza. Tuvo que ser ingresado en el hospital general de Viena, lugar donde se sometió a un trasplante de pulmón en el verano de 2018, pero no hizo falta disponer de respiración artificial, y el médico Walter Klepetko, confirmó que no se temió por su vida en ningún momento.
Frío y calculador, Niki Lauda mantuvo una relación de rivalidad dentro de la pista con James Hunt durante la temporada de Fórmula 1 de 1976, año en el cual sufrió el accidente en el GP de Alemania, en el temido circuito de Nordschleife.
Su paso por la Fórmula 1 fue excelente. Debutó en la Fórmula 1 en 1971 a bordo de un March en el GP de Austria, y daría un gran salto de calidad al fichar en 1974 por Ferrari. Fue en ese mismo año donde consiguió su primera victoria, en el GP de España celebrado en el Circuito del Jarama, y sería también en esa temporada donde lograría su primer título como campeón.
En la temporada 1976, mantuvo una fuerte rivalidad con James Hunt, como quedó patente en la película Rush, estrenada en 2011. El británico consiguió el título mundial por un único punto sobre Niki Lauda, que logró recuperarse a tiempo para disputar las cuatro últimas carreras de la temporada, llegando a conseguir un podio en el GP de Estados Unidos.
Después de su andadura en Ferrari, fichó por Brabham-Alfa en las temporadas 1978 y 1979, siendo en la última de ellas cuando se retiró para centrarse en su proyecto de empresario de aviación. Más tarde, en 1981, regresó a la categoría reina, y finalmente, en 1984, logró su tercer y último título, que disputó con fiereza frente a Alain Prost. Sería en 1985 cuando abandonó definitivamente la Fórmula 1.
Niki Lauda vivió la evolución que sufrió la máxima categoría por el paso de motores atmosféricos a los motores turboalimentados. Su vida siempre ha estado ligada a la máxima competición, siendo asesor de Ferrari, presidente del consejo de control de Mercedes o director de Jaguar.
Después de pasar por el trauma y el horror de un accidente que casi acaba con su vida, Niki Lauda logró rehacerla y convertirse en uno de los mejores pilotos que han existido. Sus hazañas con James Hunt siempre serán recordadas, y su valentía al volver a competir después de uno de los peores accidentes que se han sufrido en la Fórmula 1, le honran.
Niki Lauda ha fallecido hoy, día 21 de mayo de 2019, rodeado de su familia y seres queridos, y no debido a un accidente sufrido en competición. Creo que es la mejor manera de morir que ha podido tener uno de los personajes más icónicos que nos deja el Gran Circo de la Fórmula 1, y sus hazañas serán siempre recordadas.
Descanse en paz Niki.