Prueba BMW X2 2024: al volante del sDrive18d, el diésel de 150 CV (con vídeo)

El BMW X2 sorprendió en 2017 cuando presentó su primera entrega. Se trataba del primer crossover coupé de dimensiones compactas en la marca alemana, utilizando la plataforma del X1. Ahora, unos cuantos años después ya tenemos la segunda generación en las calles. Y sí, ya lo hemos probado.

Se trata de un coche que mantiene el planteamiento del modelo anterior, pero que crece en todas las cotas. De hecho, es casi 20 centímetros más largo que antes, superando al actual X1. Hemos ido a su presentación nacional y en las siguientes líneas -apoyándonos también en el vídeo de nuestro canal de YouTube– os vamos a contar todas sus características, novedades y peculiaridades.

El exterior del BMW X2 cambia por completo

Estéticamente toma los rasgos de identidad de los últimos modelos de la marca, con líneas muy tensas y una calandra enorme, que incluso puede ir iluminada. Los faros también son nuevos, siendo matriciales de LED en los acabados superiores.

En el lateral vemos la típica silueta de un SUV coupé, con un frontal alto, una parte central que se eleva y cae suavemente y un agresivo corte vertical al llegar a la zaga. En los paneles de la las formas son más suaves, mientras que las llantas pueden llegar a las 21 pulgadas.

Por su parte, la zona trasera es la que más comentarios ha levantado desde que fuera presentado hace unos meses. Reconozco que a mí tampoco me enamora precisamente con ese diseño de los pilotos o el corte tan recto del portón. Al menos en las versiones M35i tenemos cuatro marcadas salidas de escape.

El interior es más tecnológico y amplio, pero no más atractivo

El habitáculo del BMW X2 también cambia mucho. Adopta el nuevo estilo que ya estamos viendo en las últimas actualizaciones e incorporaciones, con esta doble pantalla corrida de 10,25 y 10,7” y un salpicadero más limpio.

Personalmente, me gustaba más el estilo anterior, con un cuadro de instrumentos en el que las revoluciones se veían mejor. Es cierto que la pantalla multimedia funciona muy bien porque es muy rápida y está bien organizada, pero una vez más, y como ocurre con un montón de coches de distintas marcas, creo que es un grave error meter el control del climatizador en el manejo táctil. Antes, con sus teclas de toda la vida era más intuitivo.

Tampoco es que la consola central flotante y el nuevo mando para el selector de la transmisión me enamoren, pero eso sí, he de reconocerlo, este diseño aporta un mayor espacio a estas plazas delanteras a la hora de colocar objetos, pues queda bastante hueco.

A nivel de calidad, es cierto que pocos se le acercan. Tenemos un volante que ha cambiado su botonería pero que sigue siendo muy agradable y los tapizados de las puertas y el salpicadero son realmente buenos.

Las plazas traseras son bastante mejores que antes

Las plazas traseras nunca han sido una virtud en el BMW X2. Tampoco en esta nueva generación, pues la estética perjudica mucho a la amplitud de la segunda fila en estos coches, pero honestamente debemos reconocer que ahora son bastante más prácticas que antes.

En el modelo actual tenemos más espacio para las piernas y también más margen para la cabeza. De hecho, cuatro personas que no lleguen al 1,80 m. de altura ya sí pueden viajar con suficiente desahogo, algo a lo que también ha contribuido el hecho de contar con unas ventanillas laterales más grandes.

Además, y al menos en la unidad probada, tenemos redecillas en los respaldos, salidas de aire centrales, tomas USB y un reposabrazos central con posavasos. Es destacable que incluso las puertas traseras tienen un buen tapizado, con tacto agradable y de buena sensación.

¿Es amplio el maletero del BMW X2?

La capacidad de carga también mejora respecto a la generación predecesora, siendo incluso más amplio que en el BMW X1 gracias a la mayor longitud total de la carrocería. El maletero del BMW X2 cubica 560 litros en las variantes térmicas, salvo en la opción sDrive20i que pierde 45 litros. Mientras, en los eléctricos se queda en 525 litros.

Por lo demás, tenemos buenos materiales para los tapizados, suelo a doble altura y unas plazas posteriores que se pueden plegar en proporciones 40:20:40 en caso de que necesitemos cargar algunos objetos muy voluminosos. Lo malo es que la boca de carga es ancha y está algo elevada.

Motores BMW X2

En el X2 de BMW aparecen dos gamas diferenciadas. Por un lado tenemos las versiones con motor térmico y por el otro las variantes eléctricas, que de hecho la marca quiere separarlas como si fueran coches diferentes llamándolo BMW iX2. Como detalle, no hay versiones híbridas enchufables y todos son automáticos.

Empezando por los térmicos de gasolina, de momento tenemos el sDrive20i de 170 CV con un 1.500 tricilíndrico microhibridado y etiqueta Eco, además del deportivo X2 M35i (2.0 de cuatro cilindros) con etiqueta C y 300 CV.

La gama diésel arranca con el sDrive18d de 150 CV y etiqueta C, y finaliza con el xDrive20d que da 163 CV y tiene microhibridación. El bloque es compartido, el conocido 2.0 litros, pero el primero no lleva apoyo eléctrico y el segundo sí.

Si te preguntas por los eléctricos, hay dos variantes que por supuesto llevan etiqueta 0 emisiones. Está el eDrive20 y el xDrive30, con 204 y 313 CV respectivamente. El primero es de tracción simple y el segundo 4×4. La batería es de 65 kWh en ambos casos y la autonomía es de hasta 478 kilómetros.

Al volante del BMW X2 sDrive18d, el diésel de 150 CV

En esta toma de contacto hemos conducido principalmente el BMW X2 en versión sDrive18d. Es la versión más accesible a la gama. Se trata del motor turbodiésel de 2.0 litros, que desarrolla 150 CV y 360 Nm de par motor. Según la ficha técnica, hace el 0 a 100 en 8,9 segundos, llega a los 210 km/h y el consumo homologado es de 5,1 l/100 km, que es bastante ajustado.

Creo sinceramente que, si haces largos recorridos y los distintivos medioambientales no te afectan ni te afectarán a medio o largo plazo por tu lugar de residencia, está opción puede ser ideal. La respuesta del motor es buena, con recuperaciones enérgicas, aunque lógicamente se deja notar su sonido en el interior cuando aceleramos a fondo.

Si queremos un motor diésel pero la etiqueta Eco es importante, ahí está la variante xDrive20d, que básicamente es la misma mecánica con el añadido del sistema de 48V, además de la tracción integral. Y si no hacemos muchos kilómetros, siempre podemos optar por el sDrive20i, con sus 170 CV de gasolina y etiqueta Eco.

Volviendo a la unidad probada, no puedo pasar por alto hablar de la caja de cambios. Es cierto que no hemos hecho muchísimos kilómetros en esta toma de contacto, pero la transmisión Steptronic de 7 velocidades ha demostrado ser muy eficaz tanto en ciudad como en carretera, tanto a ritmo normal como en conducción exigente. Difícilmente mejorable, sinceramente.

Respecto al chasis, lleva una puesta a punto firme. No es rígido o incómodo, pero sí firme. Por lo tanto, si buscas mucha comodidad para los viajes, tienes opciones mejores. Eso sí, en zonas reviradas da mucha confianza y tiene un buen paso por curva, con cambios de apoyo rápidos. A ello ayuda su dirección, que también es bastante rápida y precisa.

Por otro lado, en la consola central tenemos un botón que nos lleva a los distintos modos de conducción, los cuales varían la respuesta del motor y de la caja de cambios, así como la asistencia de la dirección. Probablemente lo peor al conducir este vehículo es la visibilidad posterior, que es muy justa debido a la forma trasera de la carrocería.

Equipamiento de serie BMW X2

• Volante deportivo de cuero
• Tornillos antirrobo para las ruedas
• Portón trasero automático
• Climatizador automático
• Control de curcero
• Active Guard
• Parking Assistant
• Servicios ConnectedDrive
• BMW Live Cockpit Plus
• Línea M en negro intenso
• Faros LED
• Llantas de 18 pulgadas (17 pulgadas en eléctrico)

Precios BMW X2

Galería BMW X2