El Citroën C5 X Hybrid es la versión híbrida enchufable del C5 X, una berlina familiar y ligeramente sobreelevada de tamaño grande. Es, de hecho, el modelo más voluminoso del que dispone la marca francesa en su gama de productos actual. Su longitud es de 4,81 metros, su anchura de 1,82 y su altura de 1,49. Dadas sus dimensiones y su orientación comercial, centrada en un cliente que aspira a cierto nivel de lujo, sus principales rivales son el Peugeot 508 SW, el Skoda Superb Combi y el Mazda 6 Wagon. De ellos, sólo el primero y el segundo pueden equipar un sistema de propulsión PHEV (con etiqueta 0 de la DGT).
En comparación con sus alternativas directas, este Citroën es un coche más asequible, pero no por ello peor acabado, con prestaciones inferiores o con menos equipamiento. De hecho, se trata de un automóvil con unos estándares de fabricación elevados, 225 CV de potencia combinada entre sus dos motores y una dotación tecnológica a la altura de los mejores vehículos del segmento en el que compite. Es por ello que, como veremos a continuación, supone una opción de compra excelente por su relación entre calidad y precio.
El C5 X, que llegó al mercado español en 2022 para cubrir el hueco que años atrás dejó huérfano el C5 “a secas”, está a la venta desde 33.640 euros con un motor de gasolina de 130 CV que puede ser de 180 CV con sobrecoste (el cambio siempre es automático y la tracción delantera). No obstante, en este artículo nos vamos a centrar en la versión Hybrid, que es la que hemos probado y cuyo coste de adquisición arranca en 45.715 euros. El propósito de Citroën con este turismo es recuperar el reconocimiento que esta firma tuvo hace décadas en materia de comodidad.
Índice
- 1 Potencia de sobra y autonomía eléctrica para afrontar los trayectos cotidianos
- 2 Un habitáculo tecnológico, bien acabado y lo más parecido al salón de tu casa
- 3 Impresiones de conducción: su comportamiento dinámico puede sorprenderte
- 4 Precios del Citroën C5 X Hybrid 2023: nadie ofrece más confort por menos dinero
- 5 Conclusión: uno de los automóviles más versátiles y completos del momento
- 6 Galería fotográfica del Citroën C5 X Hybrid 2023 (Shine Pack y blanco)
Potencia de sobra y autonomía eléctrica para afrontar los trayectos cotidianos
El sistema de propulsión híbrido enchufable (PHEV) del Citroën C5 X Hybrid está basado en un motor de gasolina turbo, uno eléctrico (ambos sitos sobre el tren delantero) y una batería (ubicada entre ejes, pero justo por delante del posterior). La máquina térmica es de cuatro cilindros en línea, tiene 1,6 litros de cubicaje y desarrolla 180 CV de potencia máxima. La eléctrica rinde por sí sola hasta 110 CV. Cuando funcionan a la vez, entregan un pico de 225 CV.
La cifra anterior no es muy alta para un coche que, en vacío, pesa cerca de 1,8 toneladas. Es por ello que sus datos de rendimiento son buenos, pero no destacables. Por ejemplo, el C5 X Hybrid puede acelerar de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y alcanzar una velocidad punta de 233 km/h. Con todo, son números por encima de la media de la industria y que resultan más que suficientes incluso para divertirse, algo a lo que este Citroën no invita.
Sobre la pila que alimenta a su propulsor eléctrico, es convencional (de iones de litio) y cuenta con una capacidad bruta de 12,4 kWh, de los cuales 11,3 son útiles. Concede una autonomía eléctrica homologada según ciclo WLTP de 63 km, que en la práctica rara vez son más de 45. Pese a ello, esta es una distancia aprovechable para que el 90% de los conductores realicen sus trayectos diarios sin consumir carburante, siempre y cuando recarguen su C5 X Hybrid cuando no se use. Esta operación puede hacerse en corriente alterna a una potencia de entrada máxima de 7,4 kW. Lo habitual en vehículos PHEV es 3,7 kW.
No hay distintas opciones motrices para este modelo, pues sólo puede funcionar con un cambio de marchas automático de 8 relaciones y tracción delantera. La plataforma sobre la que se construye admite tracción integral gracias a un segundo motor eléctrico en el eje trasero, pero de momento no es una configuración que se espere para este producto en particular.
Un habitáculo tecnológico, bien acabado y lo más parecido al salón de tu casa
Los acabados del C5 X Hybrid se estructuran, de peor a mejor equipado, en tres niveles: Feel Pack, Shine y Shine Pack. Nosotros hemos probado una unidad del tope de gama, que lleva todos los asistentes a la conducción disponibles en esta categoría del mercado, lunas laminadas, visión periférica, Head-Up Display, asientos totalmente eléctricos y con calefacción en los delanteros, portón del maletero automático, tapicería y revestimiento de cuero, pedales de aluminio y carga inalámbrica para teléfonos móviles. También tenía varios extras, como el techo panorámico practicable, la función de masaje y la pintura metalizada con el techo pintado en color negro.
Desde el básico, este automóvil ya dispone de un elenco de ayudas a la conducción muy completo, control de presión en los neumáticos, faros LED, luces antiniebla frontales, anclajes ISOFIX en las dos plazas laterales traseras, retrovisor interior antideslumbrante, varios modos de conducción, acceso y arranque sin llave, climatizador bizona, activación automática de ópticas y limpiaparabrisas, lunas traseras tintadas, toma de 12 V, detalles exteriores cromados y negros, tapicería textil, maletero iluminado, dos conexiones USB-C tanto delante como detrás, llantas de 19 pulgadas, cable de carga para la batería y un sistema multimedia compuesto por una pantalla táctil de 10 pulgadas (con controles vocales, radio digital y compatibilidad con Android y Apple) y otra normal, más pequeña, para la instrumentación.
Nuestra impresión, más allá de su basta dotación tecnológica, es que este Citroën está más cerca de un turismo de lujo que de uno corriente. Sus ajustes son muy buenos, sus materiales, agradables, y su calidad de rodadura, alta. En general, se muestra como un familiar sólido, seguro, hermético y sin ruidos provocados por los roces entre las piezas del habitáculo. Tampoco se observan muchos sonidos procedentes de las turbulencias aerodinámicas, ni de los pasos de rueda, ni siquiera del motor de combustión cuando este funciona. La compañía gala ha hecho un buen trabajo sobre el aislamiento acústico.
Además, la cabina del Citroën C5 X Hybrid es amplia. Se percibe especialmente espaciosa en la zona posterior, con tres plazas reales y una central con menos limitaciones de lo usual. Esta sensación es, sin duda, fruto de una distancia entre ejes bastante generosa (no enorme), con 2,79 metros, y que permite viajar a cinco adultos con relativa holgura. Sin embargo, cuando se comparan las cotas interiores con sus competidores directos, las diferencias son mínimas. Sencillamente, esta es una clase de berlina con un volumen espléndido. Eso sí, el mullido de los asientos de este coche nos parece genial y muy por encima de sus “adversarios”.
Hablando de volúmenes, la capacidad mínima de su maletero es de 485 litros, que no es mucho para un vehículo de estas características, pero es suficiente para llevar todo el equipaje de cuatro ocupantes. Cabe decir que en las versiones puramente térmicas este hueco tiene 545 litros. Si fuese necesario, se pueden abatir los respaldos de la segunda fila de asientos para ampliar la zona de carga (regular y fácilmente aprovechable) hasta los 1.580 litros.
Impresiones de conducción: su comportamiento dinámico puede sorprenderte
Al C5 X Hybrid se le puede definir con un solo adjetivo: cómodo. Su secreto es un equipo de suspensión muy particular que cuenta con unos topes hidráulicos en los extremos de los cuatro amortiguadores. Estos provocan que los movimientos de la carrocería ante las irregularidades del terreno se absorban mejor (de una forma más progresiva que con unos convencionales), generando en las personas a bordo una sensación de suavidad y “flotabilidad” en los resaltos. Tales componentes pueden variar su dureza y adaptarse a las condiciones de la vía.
Al no tratarse de una suspensión neumática, las oscilaciones de la carretera se perciben igualmente, pero mucho más atenuadas que en la inmensa mayoría de automóviles. Se podría decir que es una solución “low-cost” para ganar en confort y ofrecer un familiar a un precio competitivo. No por ello es un coche malo en términos dinámicos. Es más, nos ha sorprendido mucho su comportamiento cuando se busca su límite de adherencia practicado un estilo de conducción deportivo, que en ningún caso es su fuerte. Esto es así, entre otras cosas, porque su dirección es blanda y artificial. Simplemente, calculando “a ojo” lo que ocurre debajo del tren delantero, es fácil guiar al C5 X en giros de cualquier tipo.
Evidentemente, cuando se realizan cambios de apoyo bruscos, el chasis no puede hacer magia. Es un coche grande y pesado con un reparto imperfecto. La carrocería tiende a sufrir muchos balanceos y a hundirse indeseablemente. Llevado al extremo, se percibe un movimiento pendular en el eje trasero, aunque es difícil descolgarlo. Suponemos que esto se debe a la ubicación de la batería. Cuando se frena, lo hace con fuerza y mucha estabilidad, pero pierde mordiente con un par de repeticiones exigentes. En esta línea, hay que decir que el tacto del pedal es bueno a pesar de haber dos zonas claramente diferenciadas en su recorrido: frenada regenerativa y “mecánica”.
Incluso cuando la pila está descargada y el único propulsor que permite el avance es el de gasolina, 180 CV mueven con cierta soltura el conjunto y permiten realizar maniobras de adelantamiento con seguridad. Como en cualquier híbrido enchufable, decepciona la divergencia existente entre la autonomía homologada y la real, pero mientras se circula sin emisiones, la conducción resulta muy placentera y tranquila. Los 110 CV del motor eléctrico, que se nota cómo está acoplado a la caja de cambios, tienen fuerza de sobra para casi todas las situaciones.
Durante el tiempo que disfrutamos la unidad que nos prestó la marca francesa, hemos podido cargarla muy a menudo. Habiendo realizado alrededor del 70% de los trayectos en modo 100% eléctrico, su consumo de carburante ha sido de 3,9 l/100 km. Citroën ha conseguido homologar 1,2 l/100 km bajo procedimiento WLTP (se trata de condiciones de laboratorio). Huelga decir que es un gasto de combustible casi imposible de conseguir en la vida real. Para minimizarlo, es recomendable usar un modo de retención “B” que concede la posibilidad de circular con un único pedal, el del acelerador.
Por lo demás, el C5 X destaca por un altísimo grado ergonómico, una gran facilidad para controlar sus funciones tecnológicas (todo es tan rápido como intuitivo) y una visibilidad aceptable, pues es mejorable cuando se mira hacia atrás. Queda compensada por las cámaras sitas en el exterior y por un puesto de conducción más elevado de lo habitual en una berlina, aunque la posición que se adopta es parecida (nada que ver con un SUV). El techo panorámico no es recomendable para conductores muy altos, pues resta mucha altura libre en la parte delantera de la cabina, y la maniobrabilidad es la propia de un turismo de 4,8 metros: no se puede estacionar en cualquier lugar.
Precios del Citroën C5 X Hybrid 2023: nadie ofrece más confort por menos dinero
Aunque el ejemplar que hemos analizado costaba más de 50.000 euros, el precio del C5 X Hybrid empieza en 45.715 euros. Es un coste por debajo de la media de su segmento (E) y, sin duda, el modelo más asequible de su clase (familiares con sistema de propulsión híbrido enchufable o PHEV). Son alrededor de 6.000 euros menos de lo que piden Skoda y Peugeot por sus modelos homólogos: el Superb Combi vale un mínimo de 52.050 euros y 508 SW puede adquirirse a partir de 51.510 euros. No por ser más caros son mejores y, por supuesto, el Citroën es mucho más confortable.
A continuación, puedes ver la lista de precios completa para el Citroën C5 X Hybrid:
Motor | Cambio | Acabado | Precio |
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Motor | Cambio | Acabado | Precio |
PHEV 225 CV | Automático | Feel Pack | 45.715 € |
PHEV 225 CV | Automático | Shine | 47.415 € |
PHEV 225 CV | Automático | Shine Pack | 49.515 € |
Conclusión: uno de los automóviles más versátiles y completos del momento
El Citroën C5 X Hybrid es un coche con una gran relación entre calidad y precio. Ofrece mucho espacio, mucha calidad de acabados, mucha seguridad, mucha comodidad y mucha tecnología a cambio del dinero justo (que no poco), máxime en un momento de inflación generalizada y que afecta de manera especial al sector automovilístico.
Es verdad es que la firma gala no tiene tanto renombre como antaño para posicionar adecuadamente este producto, prácticamente de lujo, en una categoría dominada por los fabricantes “premium” de origen alemán. Sin embargo, nos parece un vehículo muy redondo, polivalente y con muchísimos argumentos para convencer a un consumidor que busca confort, refinamiento, eficiencia y ecología en un turismo moderno, no sólo por sus características técnicas, sino también por su diseño.
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