La industria del automóvil circula imparable por la senda de la eficiencia y el downsizing. Cada vez se buscan motores más pequeños y sobrealimentados para conseguir coches con mejores prestaciones y menores consumos. Esto sucede principalmente en Europa, ya que en Estados Unidos todavía es fácil ver grandes motores atmosféricos, aunque la tendencia también va cambiando poco a poco. Llegará un momento en el que esta tendencia también se apodere completamente del mercado norteamericano.
Anticipándonos a la desaparición de los dinosaurios, en ActualidadMotor hemos querido saber cómo es eso de conducir un coche genuinamente americano. Hace poco probamos el Lexus RC F con su motor V8 5.0, pero lo cierto es que parecen minucias si lo comparamos con el Jeep Grand Cherokee SRT y su motor V8 HEMI de 6.4 litros y 468 caballos. Muchos de sus rivales europeos tienen motores más pequeños y potentes gracias a los turbos, pero antes de empezar casi me atrevo a concluir: No replacement for displacement, señores.
Esto es algo gordo
He de reconocer que me gustan los coches diferentes y también los colores diferentes. Jamás me compraría un coche como el Jeep Grand Cherokee SRT en un color tan discreto como el de nuestra unidad de pruebas. ¿Un rojo tal vez? Lo cierto es que los colores son una forma de camuflar los coches más llamativos, pero eso es algo que en este Grand Cherokee es difícil y es curioso, porque tampoco tiene una estética exagerada. Es evidente que el Jeep Grand Cherokee SRT irradia deportividad, pero tampoco es exagerado en el plano estético y aún así es fácil ver como la gente se queda mirando el coche. Creo que muchas veces son petrolheads que no dan crédito a que alguien en España se vaya paseando con un 6.4 V8 de gasolina…
El Jeep Grand Cherokee SRT se diferencia de sus hermanos de «motor pequeño» principalmente por un kit de carrocería. Unos paragolpes delanteros con faldones y mayores entradas de aire, un capó abultado con salidas de refrigeración, las taloneras, llantas de aleación de 20″ en cromado negro, spoiler trasero o el paragolpes trasero con dos escapes de 100 milímetros de diámetro hacen ver que no se trata de algo del todo normal. Las enormes pinzas de freno Brembo en color rojo son uno de los detalles más llamativos de esta unidad de pruebas, junto con detalles en negro como la parrilla, algunas zonas del paragolpes o el difusor trasero, que esta unidad quedan muy camufladas por el color de la carrocería.
Un interior relativamente discreto
Si bien el exterior es llamativo, el interior de este Grand Cherokee SRT es relativamente discreto. Se parece mucho al Grand Cherokee Overland con motor diésel de 250 caballos que probamos el año pasado, mucho más terrenal. Lo más destacable es el volante deportivo, que no luce el emblema de Jeep, sino el de SRT. Los asientos deportivos también son específicos, con un buen agarre lateral y una tapicería en cuero y Alcantara en la zona central. Todo el techo del habitáculo es de Alcantara de color negro, con un tacto realmente agradable.
No vamos a extendernos en exceso en aspectos «mundanos» como la calidad de ajustes, materiales y habitabilidad, pues es algo que ya hicimos con el Grand Cherokee diésel. Los SRT cuentan con unas molduras en fibra de carbono y la zona de la consola central en plástico gris. Es precisamente esta zona la que desluce un poco el conjunto, tanto por apariencia visual como al tacto, pero en el resto de aspectos la calidad del Grand Cherokee está fuera de toda duda.
Lo bueno de un coche como el Jeep Grand Cherokee SRT es que combina todo lo relativo a la deportividad con una habitabilidad propia de un coche de sus características. Hay espacio para los ocupantes, que viajan muy cómodos, aunque el maletero es algo escaso de volumen. Es polivalente en este aspecto.
Innegable origen americano
Cuando abrimos el capó no hay lugar a dudas del origen americano de este Jeep Grand Cherokee SRT. Un motor V8 atmosférico de 6.4 litros de cilindrada no se ve todos los días. Además, el apellido HEMI otorgado por las cámaras de combustión hemisféricas de este motor le aporta un toque histórico al conjunto. Este motor desarrolla 468 caballos de potencia a 6.250 rpm así como un generoso par motor de 624 Nm a 4.100 rpm. No hay moderneces más allá de la desconexión selectiva de cilindros o la admisión variable. La inyección es multipunto.
Todo este genio yankee se transmite al asfalto a través de un sistema de tracción total permanente denominado Quadra-Trac, que es el único de la gama Grand Cherokee que no ofrece reductora, al estar orientado a un uso deportivo. En el eje trasero cuenta con diferencial autoblocante electrónico. La caja de cambios es automática de ocho relaciones, con posibilidad de manejo secuencial gracias a unas levas situadas en el volante.
Street & Racing Technology
Las siglas SRT son un acrónimo de Street & Racing Technology (Tecnología de Calle y Competición). Con semejante apellido, en un Jeep Grand Cherokee encontramos muchos elementos que hacen evidente la deportividad del todoterreno, más allá de los aspectos estéticos del exterior o el interior.
El Jeep Grand Cherokee SRT es un coche muy polifacético, y el estado de ánimo lo controlamos con un dial giratorio llamado Selec-Trac situado en la consola central, donde en el resto de Grand Cherokee controlamos el sistema de tracción (reductora, suspensión, control de descensos…). El mando ofrece los modos Tow (remolque), Snow, Auto, Sport y Track. Repasémoslos.
El primero, Tow, tiene como objetivo garantizar la estabilidad y el confort de marcha cuando llevamos un remolque. El modo Snow (nieve) es el idóneo para cuando las carreteras están en mal estado por las condiciones climatológicas. Circulamos con un coche muy potente y de esta forma se optimizan las ayudas electrónicas y la tracción se reparte en un 50:50 para garantizar un comportamiento neutro y eficaz.
El modo Auto es el que se selecciona por defecto y el que utilizaremos en la mayoría de condiciones. Aquí contamos con un reparto de la tracción 40:60 y una suspensión adaptativa que vigila nuestro comportamiento para adecuarse a las necesidades. Podemos complementar este modo con el botón Eco del salpicadero, para ahorrar combustible.
El modo Sport lleva el reparto al 35:45, mientras que endurece la suspensión y ofrece una respuesta más enérgica del motor y unos cambios de marcha más rápidos. El último modo es el Track, que reparte la fuerza en un 30:70, desactiva el control de estabilidad y ofrece un tarado más duro de la suspensión, además de una respuesta del motor y unos cambios de marcha más enérgicos.
No hay un modo personalizable como tal, pero lo cierto es que podemos cambiar algunos parámetros. Por ejemplo, en el modo Track podemos conectar las ayudas (y desconectarlas en el resto) manteniendo el resto de ajustes, o alternar el modo del cambio entre D y S en el resto de modos, variando la respuesta de este. Por último, junto al mando giratorio, tenemos el botón del Launch Control, que trataremos más adelante.
El Jeep Grand Cherokee SRT permite consultar varias informaciones relacionadas con las prestaciones. En la pantalla del cuadro de relojes podemos ver las fuerzas G máximas y actuales, aceleración en distintas distancias, 0-100km/h, frenada X-0 km/h… Todo un juguete para probar cada una de las funcionalidades. Además, en la pantalla de 8,4″ del sistema multimedia UConnect también tenemos la aplicación SRT en la que podemos consultar todas esas informaciones, además de mostrar relojes como los de presión de aceite, temperatura de agua, aceite, caja de cambios o temperatura de admisión. De esta forma, aunque sea mediante una pantalla, tenemos unos relojes que proporcionan información vital. Algunos de estos parámetros también se pueden consultar individualmente en el cuadro. Otras de las funciones de la aplicación SRT nos muestra los parámetros de fuerzas G, potencia y par al momento.
Son muchos los «gadget» racing que ofrece el Grand Cherokee, permitiéndonos conocer siempre el estado de los componentes mecánicos, aunque cuando hacemos uso de las máximas capacidades, no hay mucho tiempo para consultarlos. No obstante, Jeep es una marca que suele ofrecer mucha información de este tipo en sus modelos normales, algo de agradecer cuando muchos coches ni muestran la temperatura del refrigerante.
Al volante de 468 caballos salvajes
Pero ya basta de palabrería. Ha llegado el momento de la prueba propiamente dicha. Nos acomodamos en los asientos del Grand Cherokee SRT, ajustamos los espejos, nos abrochamos el cinturón y pulsamos el premonitorio botón rojo de arranque. El motor V8 de 6.4 litros cobra vida dejando claro que es un purasangre americano. Si hay algún petrolhead que alcance a oírlo cuando arranca, girará la cabeza. Sí o sí. Podríamos arrancarlo varias veces seguidas para deleitarnos, si no fuese porque en marcha también suena a gloria.
No tiene ese clásico gorgoteo a V8 americano clásico, pero este Grand Cherokee, al ralentí, también deja notar su sonido de escape. Cuando circulamos, aunque sea en modo Auto con el botón Eco activado, el motor siempre está presente con su sonido. Cualquier acelerón es un deleite musical. Este coche tiene algo bueno y es que, como suena, suena. No tiene artificios, es un sonido puro y da igual ir en Eco que en Track. Es un bocazas, un macarra que no se calla. Gusta. Ahora, si le damos guerra, grita y bufa de una forma realmente llamativa y adictiva.
A la hora de circular con el Grand Cherokee, su respuesta dependerá mucho del modo elegido. Nunca llega a ser torpe, pero con el modo Eco notaremos que es más lento de reacciones y que acostumbra a salir en segunda velocidad. Circulando a baja carga de esta forma podemos notar la desactivación selectiva de cilindros, que se traduce en algunas vibraciones.En Eco acostumbra a ir siempre en marcha muy largas, muy bajo de revoluciones.
El modo Sport nos brinda un coche más brioso, que apura más las marchas y tiene una mayor reserva de potencia, además de una suspensión más firme. Es el modo más adecuado para circular por carretera de forma espirituosa, con un extraordinario equilibrio entre confort y dinamismo. El modo Track es demasiado extremo, con una suspensión que puede ser demasiado dura y rebotona si el firme no es bueno. Eso sí, son impagables los tirones de la caja de cambios en modo Track en cada cambio de marcha, así como las reducciones.
Utilizar modos como Sport o Track para una conducción convencional no es lo más agradable, ya que el coche es más brusco y también más incómodo por los ajustes de la suspensión y el programa de la caja de cambios. En una circulación normal el confort del Grand Cherokee SRT es elevado, salvo que circulemos por firmes muy rotos. Es un punto positivo, porque a nadie le gusta ir siempre en modo radical.
El Jeep Grand Cherokee SRT es un coche ciertamente irracional. No tiene sentido, pero ahí está su atractivo. Es un coche grande, alto y con un peso de 2.417 kilos en el que se ha buscado una puesta a punto deportiva. Lo mejor de todo, es que los ingenieros lo han conseguido. La suspensión adaptativa hace a la perfección su trabajo, conteniendo los balanceos de la carrocería de una forma impecable. La dirección es hidráulica y tiene un peso acertado, además de proporcionar información. En una conducción rutinaria se siente algo más pesada que la de un coche normal y no tiene mucho radio de giro.
Todas estas características hacen que el comportamiento del Jeep Grand Cherokee en curva sea francamente bueno, ayudado por la tracción total. Es un coche dócil pese a la potencia que tiene, aunque si somos bruscos, no tardamos en encontrarle las cosquillas. El reparto es predominante al eje trasero, por lo que encontrar un comportamiento sobrevirador no es difícil, especialmente en el modo Track (que desconecta las ayudas). En el modo Sport es más permisivo que en el modo Auto, donde todo conato de sobreviraje es cortado de raíz, de una forma ciertamente poco fina.
El equipo de frenos es tremendo, firmado por Brembo y con pinzas fijas de seis pistones delante y cuatro detrás, en un llamativo color rojo. La frenada es muy dosificable y el grand Cherokee SRT frena con contundencia, deteniéndose en una distancia corta, con seguridad. Ahora bien, el peso y la fuerza de deceleración es mucha y si somos muy exigentes e insistentes podemos llegar a notar algo de fatiga en los frenos.
Y para el final, el postre. El Launch Control es una de las funciones más divertidas de este Grand Cherokee SRT. Pulsamos el botón en la consola central, pisamos el freno y aceleramos a fondo. Cuando la pantalla nos lo diga soltamos el freno y el coche sale disparado, sin un solo ápice de pérdida de tracción (incluso sin controles y en mojado) gracias a unos neumáticos Pirelli en medida 295/45 R20, mientras que nuestro cuerpo nota toda esa aceleración instantánea. 4,9 segundos es lo que tardamos en alcanzar los 100 km/h desde parado y 257 la velocidad máxima.
¿Quieres saber cuánto gasta?
El Jeep Grand Cherokee SRT es un coche caro, muy potente, rápido y enfocado a un público al que, sinceramente, debería importarle más bien poco el consumo. Pero un servidor es un friki de los consumos y por eso en ninguna prueba falta un apartado sobre consumos. Las cifras homologadas son elevadas, con una media de 14 litros y un consumo urbano de unos 20,7 escalofriantes litros. Imaginad que como el cualquier coche, gasta más en condiciones reales.
Lo cierto es que circulando por autovías y autopistas el consumo no es elevado. Circulando siempre a la velocidad máxima permitida estaremos entre los 12,2 y 12,5 litros, lo que es una cifra bastante razonable para lo que llevamos entre manos, aunque sea en modo Eco. Un Grand Cherokee diésel ronda los 8 o 9. Bajar de ahí es misión imposible, así que nos olvidamos de los 10,1 litros de homologación extraurbana.
En carretera los consumos pueden oscilar sobre los 15 litros, con parte de culpa de un conductor que no puede evitar ser seducido por el sugerente sonido del motor V8 de 6.4 litros que estamos manejando. Ahora, en recorrido urbano es fácil llegar a los 23 o 24 litros, una cifra similar a la que conseguiremos si hacemos gala de las dotes deportivas de este purasangre americano. La media total en nuestros más de 1.300 kilómetros de prueba ha sido de 14,4 litros. No es el más eficiente, está claro, pero teniendo en cuenta de lo que se trata, gasta «poco».
Concluyendo
En definitiva, el Jeep Grand Cherokee SRT es un coche atípico, exclusivo y muy atractivo. Es algo que lamentablemente está destinado a la desaparición y que, lamentablemente también pocos pueden permitirse. Si alguien busca un todoterreno deportivo, cómodo, con espacio interior y versátil, encontrará un aliado en el Grand Cherokee SRT siempre y cuando no piense en salir del asfalto.
El único peaje a pagar es de la gasolina (de 95 octanos), pero es la contrapartida por todas las prestaciones y satisfacciones que puede brindas. Además, el Grand Cherokee parte con ventaja en cuanto a precio si tratamos de igualarlo con algunos competidores, que fácilmente pueden ser un 50% más caros y no tienen esa esencia yankee que particularmente veo como un poderoso argumento. Y repito: No replacement for displacement.
Precio y equipamiento
El Jeep Grand Cherokee SRT se vende en un único acabado en España (SRT), que complementa al resto de la gama Grand Cherokee. Su precio de partida es de 97.867 euros y los únicos opcionales son las cinco pinturas metalizadas (1.222 €) además del blanco sin coste y el equipo de entretenimiento trasero con dos pantallas y auriculares inalámbricos (1.968 €). La tapicería interior en color camel no tiene sobrecoste. Nuestra unidad de pruebas montaba todos los opcionales, con un precio total de 101.057 euros.
El equipamiento de serie es realmente extenso, no echando nada en falta. Estas son sus características:
- Asientos delanteros eléctricos (conductor con memoria), calefactados y ventilados
- Asientos traseros calefactados
- Volante calefactado ajustable eléctricamente
- Techo solar panorámico
- Cristales traseros tintados
- Espejos retrovisores fotosensibles
- Sensor de lluvia y luz
- Acceso y arranque sin llave
- Control de crucero adaptativo
- Sistema de frenada de emergencia
- Avisador de ángulos muertos
- Alerta de tráfico cruzado
- Portón de maletero eléctrico
- Alarma
- Sensores de aparcamiento delanteros y traseros
- Cámara de aparcamiento
- Indicador de presión de neumáticos
- Suspensión adaptativa
- Equipo de sonido Harman Kardon de 19 altavoces con amplificado de 825 W
- Sistema multimedia UConnect de 8,42 y navegador
- Faros bi-xenón adaptativos con cortas-largas automáticas
Opinión del editor
- Valoración del editor
- Puntuación 4.5 estrellas
- Excepcional
- Jeep Grand Cherokee SRT 6.4 V8 HEMI
- Reseña de: Iñigo Ochoa
- Publicado el:
- Última modificación:
- Diseño exterior
- Diseño habitáculo
- Plazas delanteras
- Plazas traseras
- Maletero
- Mecánica
- Consumos
- Confort
- Precio
Pros
- Prestaciones y sonido
- Equipamiento
- Exclusividad
Contras
- Consumo
- Capacidad maletero
En el modo Sport creo que está mal la distribucion indicada en la nota. Entre Trasera y delantera deberia sumar 100%, pero indica 35:45