Hace más de una década la marca alemana reinventaba el concepto de berlina fusionándolo con el de coupé. De estas horas y horas de laboratorio nacía el Mercedes CLS, un coche diferente que convencía tanto al que buscaba un diseño deportivo como al que quería refinamiento y confort de marcha. El producto ha evolucionado y la tercera generación está recién horneada. ¿Ha perdido aquellos valores? Ponemos a prueba al nuevo Mercedes CLS 350 d 4Matic, un coche al que nos subimos gracias a Mercedes Automoción del Oeste, concesionario oficial en Extremadura.
Catorce años más tarde las berlinas coupé de cuatro puertas son toda una tendencia. La clara victoria del SUV, que ha dejado tantos cadáveres en el campo de batalla como monovolúmenes y berlinas existen, obliga al fabricante a pensar diferente. Incluso el Peugeot 508 se ha apuntado a esta moda, un estilo propio que encontramos hasta en segmentos donde el alto rendimiento es la clave. El Mercedes CLS ha cambiado en estos más de diez años, pero aquella filosofía que presentó al mundo se mantiene intacta. Y nosotros que nos alegramos, yo en particular.
Un navío de casi cinco metros de eslora
Para mí, todo aquel que busque deportividad es bienvenido. No consiste en ser radical, tan solo en ponerle picante a estas cuatro hojas verdes que parece que se han empeñado en servirnos. El Mercedes CLS hace esto mismo sin olvidar su condición de berlina de gran tamaño, su herencia de buque insignia. Refinado, elegante, exclusivo, todo eso es el Mercedes CLS. Todo mezclado, no agitado, en una coctelera de aspecto deportivo, sin la seriedad de un Mercedes Clase E o Clase S.
Su tamaño nos deja rozando los cinco metros. La carrocería cuenta con una longitud de 4,98 metros, una anchura de 1,89 metros y una altura de 1,43 metros. Su batalla, que crece al igual que sus cotas principales, llega hasta los 2,93 metros. El Mercedes CLS C218, la generación saliente, es más corto y menos ancho, además de contar con una distancia entre ejes menor. En imágenes parece grande, en persona ese tamaño logra imponer.
La mirada de un Mercedes Clase A
El lenguaje de diseño de la compañía con sede en Stuttgart ha sido actualizado. La parte frontal y la zaga toman trazos diferentes. Los Mercedes CLS y Mercedes Clase A han sido de los primeros modelos de la marca en adoptar este nuevo estilo, con rasgos muy similares que los acercan en el apartado de diseño pese a la distancia que les separa en términos de tamaño y precio. Debo confesarte que las primeras imágenes oficiales no me convencieron, decepcionándome el nuevo aspecto del mismo. Cuando llegó la hora de pasear por sus esquinas mi opinión tomó un rumbo diferente, aunque no el opuesto.
La parte frontal enfatiza el carácter deportivo del mismo. Los ópticos, de nueva factura, son de pequeño tamaño y está muy afilados en sus extremos. La calandra en acabado diamante es protagonista indiscutible, ensanchando esta zona y atrapándonos en una atmósfera deportiva. Los recursos aerodinámicos del paragolpes también son clave en su diseño, destacando a su vez los nervios del capó que nos dan paso al perfil.
El perfil define al modelo, siendo en este punto cuando ese estilo berlina de cuatro puertas toma sentido. El morro es largo y el voladizo de esta zona corto, un diseño similar al de los coupé tradicionales. Entre el pilar B y C hay una entrada más al habitáculo, pero eso no evita que este último pilar sea ancho y que la luneta trasera esté más inclinada que la de una berlina. La línea de cintura juega también un papel crucial en este juego, siendo alta y dejando una superficie acristalada limitada.
Hasta aquí el Mercedes CLS me tiene rendido, soy totalmente suyo, me ha ganado. Aunque la cosa no ha terminado aún. Es en la zaga cuando mis dudas comienzan a florecer. El nuevo diseño de los pilotos traseros parece sacado de un cuaderno de dibujo de un niño de cuatro años. Los trazos son rectos, puntiagudos, y no me despiertan demasiado entusiasmo. La doble salida de escape trapezoidal no es que no me guste, es que soy de los que prefieren una salida de escape de verdad. Toda una pena que este “culo” no se parezca al del Mercedes-AMG GT Coupé de 4 puertas.
Tomen sus billetes de avión
La marca de la estrella ha renovado tanto el diseño exterior de sus modelos como el interior. Entrar en sus habitáculos es toda una experiencia para los sentidos, con un nivel tecnológico a la altura de cualquier competidor y un diseño más cercano a la aeronáutica que a la automoción. El famoso interfaz de doble pantalla LCD de 12,3 pulgadas, que por cierto no es de serie, consigue atraparnos desde que ponemos un pie en sus alfombrillas. En estas dos pantallas se proyecta toda la información del vehículo, tanto la que tiene que ver con el sistema multimedia como la que está más orientada a la conducción. Sin duda uno de los mejores recursos interiores que podemos encontrar hoy en día en el mercado.
Bajo la pantalla de la consola central destacan las cuatro salidas de aire de diseño atractivo que hacen de frontera entre la parte superior del salpicadero y la parte inferior. Los distintos acabados también consiguen diferenciar cada rincón, con terminaciones en madera oscura o plata. La botonería de la consola es limitada, no faltando entre estos botones el tradicional reloj analógico. Unida a esta consola central se encuentra el túnel de transmisión, limpio sin selector de cambio, con huecos portaobjetos grandes y bien escondidos y perturbado únicamente por el conocido TouchPad con el que puedes controlar de manera táctil el sistema multimedia. Yo, en particular, tras probarlo en varios modelos de la marca sigo utilizándolo únicamente para apoyar la mano mientras manejo la rueda de selección.
El puesto de conducción consigue llevarte al terreno deportivo gracias a la posición en la que pueden dejarte los asientos y la buena sujeción de los mismos. El volante, de nuevo diseño, tiene demasiados botones bajo mi punto de vista, aunque en imagen y tamaño es sencillamente perfecto. El cuadro de instrumentos, con una pantalla gemela a la de la consola central, está resguardado por un plástico superior que no da buen aspecto. Está duro y tiene una terminación básica, nada que ver con la calidad de materiales que componen el salpicadero, con piezas blandas y de tacto agradable.
Espacio y deportividad, una relación imposible
Aunque el Mercedes CLS sea una berlina coupé con cuatro accesos como las berlinas clásicas, la habitabilidad está limitada en ciertas zonas. Lógicamente las plazas delanteras no son las perjudicadas, encontrando los riesgos de este diseño en la fila trasera. Será obligado que agaches bien la cabeza al acceder a estas plazas para salvar el techo, y una vez dentro deberás saber que si mides más de 1,85 metros de altura tus pelos, siempre que tengas, rozarán el techo. Si tu cabeza se parece más a la de Luis Tosar que a la de David Bisbal te quedarán dos dedos para tocarlo. Sorprendentemente el espacio lateral para la misma no es malo, estando las rodillas muy desahogadas en este sentido. El tercer asiento, el del medio, es poco práctico, y es que las plazas laterales están muy definidas por no hablar del intrusivo túnel de transmisión.
Sabemos que quien busca un Mercedes CLS no lo hace por su espacio, al menos no sin la conocida configuración Shooting Brake. Aunque, siendo una berlina de grandes dimensiones el maletero no debería ser como el de un Mazda MX-5. Los 520 litros con los que cuenta el baúl del Mercedes CLS garantizan un espacio suficiente para nuestro equipaje, y pese a que la boca de entrada no tiene unas formas ideales el espacio está bien aprovechado. Puestos a comparar, su rival directo, el Audi A7 Sportback, ofrece 535 litros de maletero, 15 más que el de Stuttgart.
CLS 350 d 4Matic, 286 CV y 600 NM
El Mercedes CLS 2018 ofrece hasta cinco motorizaciones, tres diésel y dos gasolina. La unidad de pruebas que nos cede el concesionario oficial Mercedes en la ciudad de Badajoz monta el motor intermedio de la oferta diésel, el 350 d, un propulsor que es 11 veces más limpio que otros diésel según las pruebas WLTP. Esta versión esconde bajo su piel un motor de seis cilindros con 3.0 litros capaz de desarrollar 286 caballos de potencia y 600 Nm de par. Gracias a una caja de cambios automática de 9 velocidades y la tracción total 4Matic anuncia una aceleración de 0-100 km/h en solo 5,7 segundos, sorprendiendo por declarar un consumo contenido.
No es un deportivo
Y con casi 300 caballos de potencia transmitidos a las cuatro ruedas, 600 Nm de fuerza desde solo las 1.200 vueltas y un 0-100 km/h en menos de 6 segundos, la energía con la que nos empuja el Mercedes CLS 350 d 4Matic es notable hasta bien pasadas las 4.000 rpm. Si bien, he de decirte que estas reacciones no son violentas. Si pisas el pedal a fondo notarás como tu cuerpo es catapultado hacia delante, aunque debido a su peso, con cerca de dos toneladas, esta reacción no es radical. Eso sí, cuidado con mantener el pie derecho en el suelo, pues pronto habrás dejado atrás las velocidades legales.
La caja de cambios que monta el Mercedes CLS es la interesante 9G-Tronic, una transmisión de nueve velocidades de tipo convertidor de par. Con esta transmisión la marca busca, como primer objetivo, bajar los consumos de sus modelos. Esto se logra mediante desmultiplicaciones menores en las marchas más largas y mejor lubricación. Este cambio, compatible tanto con versiones de tracción total como trasera, puede soportar hasta 1.000 Nm de par, viéndola también en variantes híbridas.
Su comportamiento destaca por la suavidad de marcha y la sutileza con la que trabaja. En ocasiones puedes llegar a sentir algún “tirón” molesto en la salida, aunque no está fuera de lo normal. En conducción deportiva, ayudado de las levas que se esconden tras el volante, el trabajo de la transmisión es rapidísimo. Si bien, es cierto que, si dejas que ella haga todo el trabajo, habrá salidas de curvas cerradas en las que tendrás que esperar unos segundos a que baje una velocidad para salir rápido de la enlazada. Una sensación que he tenido incluso con el modo Sport+ activado.
En cuanto a las capacidades dinámicas del nuevo Mercedes CLS, no puedo decirte que las sensaciones que han llegado a mi piel sean las mismas que las que levanta un deportivo. El CLS juega a serlo, pero en realidad su comportamiento de gran berlina le delata. Su hábitat natural es la Autobahn, allí se mueve como pez en el agua. Las carreteras de montañas son otra historia, siendo un lastre en ellas el peso de 1.935 kg. que declara esta berlina de corte coupé. Los giros no serán el gran problema, peor te lo pondrán las frenadas.
La suspensión del Mercedes CLS no es en ningún momento dura. El tarado con el que cuenta el enemigo natural del Audi A7 es más duro que el de un Mercedes Clase E o un Clase S, pero nunca llega a ser incómodo. Los pasos por badenes, baches u otras irregularidades no son percibidos por el ocupante, teniendo siempre la sensación de viajar en una gran berlina. La marca pone a disposición del cliente tres tipos de suspensión: la de serie y dos opcionales: “DYNAMIC BODY CONTROL”, con amortiguadores controlados electrónicamente y “AIR BODY CONTROL”, que además añade muelles neumáticos para ambos ejes.
«Sorpresón» en consumos
El Mercedes CLS declara unos consumos oficiales de 5,6 l/100 km en ciclo mixto, 4,9 l/100 km en circulación extraurbana y 6,7 en urbana. Y en la práctica nos hemos encontrando con una situación que pocas veces antes hemos vivido. En carretera nacional, a 100 km/h rigurosos, el Mercedes CLS 350 d 4Matic ha consumido 4,7 l/100 km, un consumo menor que el oficial. Si bien, el tramo contaba con solo 150 km., aunque en este mismo recorrido modelos con motor diésel de menor potencia y peso han superado los cinco litros con facilidad. En ciudad no ha habido sorpresas, con un consumo que ha rondado los 7,5 l/100 km. De media, en toda la prueba, esta unidad ha consumido 6,9 l/100 km, toda una sorpresa para un coche de casi 300 CV.
Conclusión
Mercedes sigue siendo fiel al concepto que creó hace más de una década. En esta tercera entrega del CLS, el diseño evoluciona dejando una imagen que no será del gusto de todos. En cambio, es difícil que a alguien no le guste el interior. El comportamiento del Mercedes CLS tiene más de señor que de gamberro, siendo la autovía el lugar en el que mejor se encuentra.
El Mercedes CLS no estructura su catálogo de accesorios en una lista de acabados bien definida. Si bien, está disponible la versión Edition 1, una variante que se oferta en el lanzamiento del modelo y cuenta con AMG Line exterior, llantas de aleación AMG de 20 pulgadas en diseño multirradio negro, parrilla de efecto diamante, lama de color negro de alto brillo e insertos en cromo mate y faros Multibeam LED.
Precios Mercedes CLS
Motor | Cambio | Tracción | Precio |
---|---|---|---|
Motor | Cambio | Tracción | Precio |
CLS 300 d | AT 9v | Trasera | 70.650€ |
CLS 350 d 4Matic | AT 9v | Total | 77.500€ |
CLS 400 d 4Matic | AT 9v | Total | 84.100€ |
CLS 450 4Matic | AT 9v | Total | 77.400€ |
CLS 53 AMG 4Matic+ | AT 9v | Total | 127.000€ |
Opinión del editor
- Valoración del editor
- Puntuación 4.5 estrellas
- Excepcional
- Mercedes CLS 350 d 4Matic
- Reseña de: Enrique León
- Publicado el:
- Última modificación:
- Diseño exterior
- Diseño habitáculo
- Plazas delanteras
- Plazas traseras
- Maletero
- Mecánica
- Consumos
- Confort
- Precio
Pros
- Confort
- Motor
- Tecnología
Contras
- Maletero
- Espacio plazas traseras
- Precio