Prueba Opel Crossland X 1.6 CDTi 120 CV Excellence

En plena transición entre la Opel de GM y la Opel de PSA, la marca de Rüsselsheim lanza dos nuevos SUV que atacan directamente a los segmentos más importantes del todocamino. Concretamente, el modelo que hoy nos ocupa fue el primero de los dos en ver la luz, un coche que se gestó antes de que el acuerdo se hiciera oficial. Arrancamos la prueba del Opel Crossland X 1.6 CDTi 120 CV Excellence, uno de los modelos más polifacéticos del segmento que nos cede Convesa, concesionario oficial Opel en Zafra.

La principal razón por la que presentamos al Opel Crossland X como un coche polifacético es por su enfoque. La marca alemana lanza este producto para pelear en dos segmentos con un mismo boxeador. Hablamos del segmento SUV-B y el de los familiares compactos, un último mercado en el que peleaba el Opel Meriva. El nuevo miembro de la gama Opel tiene más de SUV que de familiar… ¿o es al revés? Vamos a averiguarlo.

El Opel Crossland X cuenta con una carrocería de 4,21 metros de longitud, 1,76 metros de anchura y 1,60 metros de altura. Las diferencias con el Opel Mokka X son mínimas, con una longitud solo 6 centímetros menor. Su estética, su altura libre al suelo y sus protecciones en las zonas más bajas de la carrocería le delatan, encontrándonos con un SUV que no teme la lucha más familiar. Si tenemos dudas de su enfoque solo hace falta echar un vistazo a su primo hermano con el que comparte plataforma, el Citroën C3 Aircross, modelo junto al que se fabrica en la planta de Figueruelas, en Zaragoza.

Entre dos aguas, SUV y monovolumen

La estética del Opel Crossland X sigue el lenguaje de diseño con el que la marca dibuja sus modelos en la actualidad. Es, en líneas generales, un Opel Grandland X con más aptitudes para la ciudad. Su parte frontal es quizás la zona más agraciada del conjunto, donde el SUV urbano parece sacar su atractivo. El grupo óptico afilado, con esquinas puntiagudas y un trazo LED que realza su personalidad más agresiva nos encandila en un primer vistazo. La ancha calandra y las formas musculosas de los antinieblas que abrazan las protecciones hacen el resto. Una sensación de fuerza que parece escaparse como agua entre las manos.

El perfil y la parte trasera delatan el enfoque de MPV del Opel Crossland X. No es que me desagrade el lateral de este SUV, pero pierde la fuerza generada en su parte frontal desvaneciéndose como un boxeador a punto de sufrir un K.O. La línea de cintura no es demasiado alta, la superficie acristalada amplia y el cromado superior no hacen más que redondear la figura. Tampoco hay nervios demasiado pronunciados que definan un cuerpo que quiera dar aspecto musculoso, quedándonos únicamente con el lado SUV al que sigue siendo fiel con las protecciones en color negro. La zaga, por su parte, remata el conjunto con unos pilotos de formas menos agresivas y un embellecedor de tipo crossover.

Ordenado y práctico

El diseño interior del Opel Crossland X sigue la línea marcada por su hermano Astra. Nos encontramos con un interior ordenado, en donde la pantalla aglutina todas las funciones y en donde se respira limpieza y espacio. La mencionada pantalla, que se impone como dueña de la consola central, está posicionada en una altura correcta, gracias en parte a la disposición vertical de las salidas de aire.. Su dimensión es de siete pulgadas y desde ella podemos gestionar funciones del vehículo, del sistema de audio o incluso del climatizador. El sistema Intellilink, actualizado en el Opel Crossland X, es compatible con las aplicaciones Apple Car Play y Android Auto, y su control táctil me ha parecido sencillo e intuitivo.

Partiendo desde un punto neutral del habitáculo del Opel Crossland X y siguiendo con este análisis, nos centramos ahora en el tacto de sus materiales y la calidad que percibimos. El mullido en las zonas superiores del salpicadero es blando, dejándonos buenas sensaciones. Si paseamos la mano por los rincones más escondidos nos encontramos con plásticos duros y poco agradables. No puedo decirte que no me haya gustado la disposición de los controles, la calidad percibida o el trabajo realizado en este interior, pero el acabado anodino de algunas esquinas, como los paneles de las puertas, no ha llegado a convencerme del todo.

De los más espaciosos, para cuatro

El puesto de conducción del Opel Crosland X te deja en una posición alta, altura desde la que controlas de buena manera todo lo que pasa alrededor del coche. La visibilidad es adecuada y la ergonomía notable, contando con unas butacas que disponen del certificado AGR, una asociación alemana de médicos y fisioterapeutas que trabaja para prevenir dolores de espalda. De la misma manera, el espacio parece ser uno de los apartados más destacados en el modelo alemán, con una buena habitabilidad en las plazas delanteras y traseras que solo encuentran el pero en el tercer asiento, en el que un adulto viajará en un espacio justo y una posición incómoda.

Las aspiraciones del Opel Crossland X son las de “picar” tanto en el tarro SUV como en el MPV, una ambición que tiene que justificar con un buen espacio interior. Hemos mencionado que sus plazas aprueban en este sentido, con una fila trasera a la que se accede con facilidad, que cuenta con espacio para la cabeza y rodillas y en las que dos adultos viajarán cómodos. Ahora bien, ¿acompaña el maletero? El SUV de Rüsselsheim declara 410 litros de cubicaje, 10 litros más que el Seat Arona, unos 30 más que el Renault Captur y más de 50 que el Kia Stonic. Además de ser una de las mejores cifras del segmento sus formas son regulares, encontrándonos con un piso prácticamente recto si abatimos los asientos.

Motor PSA

La plataforma en la que se fabrica el Opel Crossland X confirma el paraguas PSA, exactamente lo mismo que ocurre con su gama mecánica. El SUV alemán está completado íntegramente por motores galos, opciones que comercialmente tienen denominaciones propias de Opel. Nuestra unidad de pruebas monta el 1.6 CDTi de 120 CV, el motor diésel que montan otros modelos del grupo como el Peugeot 208, el Citroën C4 o el DS3. Alimentando al Crossland X esta mecánica consigue acelerar de 0-100 km/h en menos de 10 segundos, declarando un consumo medio de 4.0 l/100 km y unas emisiones de 105 gr/km.

El cuatro cilindros de 120 caballos de potencia que firma PSA es un motor fácil de llevar con respuestas rápidas y un comportamiento correcto. Con su par de 300 Nm empujando una carrocería de 1.319 kg. el manejo es sencillo en la mayoría de ocasiones. A poco de superar las 1.500 vueltas el corazón de este Opel Crossland X nos empuja con cierta contundencia, un carácter que se agradece en adelantamientos.

Fácil de llevar, sin prisas

Hablando de adelantamientos la larga relación de la sexta velocidad que propone la caja de cambios nos obliga a que busquemos la palanca en más de una ocasión cuando circulamos por carreteras de doble sentido. El indicador de cambio eficiente nos pide subir de marcha antes de haber sobrepasado las 2.000 vueltas, una gestión que agradecerán los consumos pero que nos obliga a no despistarnos cuando hayamos alcanzado la velocidad óptima de viaje. Por su parte, el tacto de la palanca es demasiado blando, con unos recorridos largos y poco guiados.

Los matices familiares de este SUV vuelven a la carga cuando hablamos de dinámica. El Opel Crossland X completa los viajes con facilidad, en donde la comodidad es su objetivo. Esta virtud encuentra sus sombras cuando exigimos al chasis más de la cuenta, acusando un balanceo importante de su carrocería. Es menos aplomado que algunos de sus oponentes, aunque también es más polivalente, con un rodar fuera del asfalto agradable siempre y cuando el paseo no contemple caminos exigentes. La dirección, por su parte, sigue esta configuración, con un tacto suave y poco directo.

El Opel Crossland X anuncia unos consumos oficiales de 4,7 l/100 km en condiciones urbanas y 3,6 l/100 km en carretera. En nuestra prueba hemos conseguido completar un recorrido de más de 300 km. por carretera nacional a 100 km/h rigurosos con una media de 4,3 l/100 km. En un viaje de más de 600 km. donde la autovía ha sido protagonista pero algunos kilómetros se han completado en entornos más urbanos el ordenador nos ha reflejado 5,6 l/100 km. En condiciones estrictamente urbanas no hemos superado los 6 l/100 km.

Conclusiones

La alternativa de Opel para el segmento SUV-B es la más polivalente que podemos encontrar, una capacidad que se pone en su contra en ciertos apartados. Su diseño no es el más puro si hablamos de todocaminos, pero consigue compensar los trazos más aburridos. Su motor es ágil, poco glotón y fácil de llevar. Características que dejan al Opel Crossland X como una de las opciones más razonables si queremos un coche para todo.

Acabados Opel Crossland X

Selective (desde 18.272 euros)

• Ayuda arranque en pendiente
• Reconocimiento de señales de tráfico
• Control de velocidad de crucero
• Indicador de cambio de marcha
• Sistema Opel OnStar
• Luces de conducción diurna con tecnología LED
• Volante multifunción
• Retrovisor interior electrocromático
• Elevalunas eléctricos en todas las puertas
• Función Start&Stop
• Pantalla táctil de 7 pulgadas
• Sistema Android Auto y Apple Carplay
• Aire Acondicionado con filtro de partículas

Excellence (completa a Selective, desde 21.332 euros)

• Climatizador bizona
• Luz de ambiente en puertas y cuadro de instrumentos
• Sensor de lluvia
• Parasoles delanteros iluminados y con espejos
• Espejo interior electrocromático e iluminado
• Luces de lectura traseras
• Encendido Automático de Faros con detección de túneles

Ultimate (completa a Excellence, desde 25.192 euros)

• Detector de fatiga
• Sistema de prevención colisión frontal
• Frenada automática de emergencia
• Detector de peatones
• Pilotos traseros LED
• Reposacabezas central trasero regulable en dos direcciones

Precios Opel Crossland X

*Convesa, concesionario oficial Opel en Zafra, ofrece a sus clientes un Opel Crossland X por 129€/mes.

Opinión del editor

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