Parece un Volvo XC40 normal, pero su parrilla cerrada nos hace ver que no está propulsado por un motor tradicional diésel o gasolina, sino que se trata de un coche eléctrico. Os presentamos al nuevo Volvo XC40 Recharge Eléctrico Puro. No os dejéis engañar porque como vais a descubrir en los siguientes párrafos la sorpresa que nos hemos llevado al probar este coche ha sido enorme.
Volvo sigue creciendo a pasos agigantados en ventas y en cuota de mercado año tras año. Y eso que ya ha confirmado la eliminación de los motores térmicos para el año 2030, además de llevar unos meses limitando la velocidad punta de sus coches a 180 km/h para mejorar la seguridad. ¿Pensabas que esta estrategia sería mala para la marca sueca? Pues no parece irles nada mal.
El esquema de trabajo de Volvo es ambicioso, directo y claro. Al menos hasta 2025 lanzarán por lo menos un nuevo modelo eléctrico cada año, fecha para la se han marcado el objetivo de que al menos el 50 % de sus comercializaciones sean de coches eléctricos y enchufables. Como decíamos, en la próxima década ya no venderán coches con motor tradicional. Y si te preguntas por cuál será el siguiente eléctrico, la respuesta es el Volvo C40 Recharge, que iniciará su andadura en 2022.
Pero centrémonos en el verdadero protagonista de este artículo, de esta prueba. Ya hemos podido conducir durante bastantes kilómetros el nuevo Volvo XC40 Recharge, que por cierto es fabricado en Gante, Bélgica. Además, puedes acercarte a cualquier concesionario de la marca y reservarlo, pero hasta junio no llegarán las primeras unidades a las calles españolas.
Un auténtico lobo con piel de cordero
Como decíamos al inicio, esta variante eléctrica es prácticamente calcada a cualquier otro XC40 de la marca sueca. El principal detalle identificativo es la parrilla, que está cerrada ya que este tipo de mecánicas no necesita tanta refrigeración y, además, así se logra una mejor aerodinámica. Por cierto, dicha parrilla va en el color que escojamos para la carrocería.
Otros detalles para diferenciarlo son las inscripciones en el pilar trasero, el emblema “P8 AWD Recharge” del portón del maletero o en los umbrales de las puertas. A todo esto hay que a añadir que está disponible con siete tonos diferentes para la carrocería, que el techo siempre va en negro y que las llantas de serie son de 19 pulgadas, pudiendo dar el salto a las 20 pulgadas opcionalmente.
Mientras tanto, las dimensiones exteriores son idénticas a las de cualquier otro XC40. Mide 4,42 metros de longitud, 2,03 de ancho incluyendo los espejos y 1,65 de alto contando las sutiles barras de techo. La batalla o distancia entre ejes es de 2,70 metros. Y es que este modelo, como su homólogo térmico, está fabricado sobre la plataforma modular CMA. Claro, que no es ligero, pues pesa casi 2.200 kilos.
En su línea, con un nivel de acabado excepcional
Tampoco es que encontremos demasiados cambios en el habitáculo a nivel visual, lo que al menos para mí no es ningún inconveniente. La calidad de este coche sigue siendo de lo mejorcito del segmento C-SUV, estando a la altura de un BMW X1 o X2, y por encima de un Mercedes GLA o un Audi Q3.
En ese aspecto no se le puede reprochar prácticamente nada al modelo sueco, salvo que el climatizador va integrado en la pantalla táctil, algo que no me gusta porque considero que distrae al conductor. Como sabéis, tampoco es que el negro brillante (Piano Black) sea muy de nuestro agrado porque es imposible de mantener limpio.
¡Ey, Google! (y pide lo que desees)
Y ya que he citado la pantalla principal de infoentretenimiento, es importante destacar que la marca se ha asociado con Google, integrando sus tecnologías. Esto significa que tenemos en la pantalla central de 9 pulgadas los servicios de Google Assistant, Google Maps y Play Store, debutando en este XC40 Recharge.
Realmente llama la atención lo bien que funciona, especialmente en el apartado de los comandos de voz. Normalmente, las instrucciones por voz en los coches son bastante frustrantes, pero en este caso no hemos sido capaces de poner en apuros al sistema ni hablando demasiado rápido o entrecortados.
Cambiando de tema, el cuadro de instrumentos sí es específico para esta variante eléctrica. Es totalmente digital con una pantalla de 12 pulgadas y tiene un diseño diferente, que a su vez es fácilmente legible aunque lleva de cierta adaptación para, por ejemplo, moverse entre algunos menús de informaciones.
Otro detalle que del que no quería olvidarme es que este modelo no cuenta con botón de arranque, lo que resulta cuanto menos curioso. Simplemente nos subimos al coche, cerramos la puerta y pisamos el freno. El coche ya está listo y sólo quedaría seleccionar la posición D en el pomo de la palanca de cambios. En cuanto abrimos la puerta el coche se apaga.
Mucho espacio en las plazas traseras
Si pasamos al aspecto de habitabilidad, el XC40 también es un coche bastante amplio para una familia de cuatro personas. Los asientos delanteros son espaciosos para adultos de prácticamente cualquier talla, como es habitual en estos coches. A ello que hay que añadir una gran comodidad de las butacas y una gran percepción de calidad al tacto.
Mientras tanto, las plazas posteriores también son muy generosas. Pese a ser el más compacto de los SUV de la marca, dos adultos corpulentos tendrán muy buen espacio en esta segunda fila de asientos tanto por espacio para la cabeza como para las rodillas. Eso sí, la plaza central es notablemente menos aprovechable por su estrechez y el marcado túnel de transmisión.
Por lo demás, tenemos salidas de aire traseras en la zona central junto a una toma USB, redes para colocar objetos o revistas en los respaldos delanteros y una gran calidad de terminación allá por donde toquemos.
Dos maleteros, 413 + 13 litros
Y en cuanto a capacidad de carga se refiere, tenemos dos maleteros. El frontal es pequeño, pero con sus 31 litros se puede aprovechar para guardar el kit de recarga y llevar alguna bolsa pequeña de equipaje, por ejemplo.
Por su parte, el maletero principal es el trasero, que cubica 413 litros. No está nada mal teniendo en cuenta que estamos hablando de un coche eléctrico y que la capacidad de carga no es uno de los puntos fuertes del XC40. Básicamente, y comparando con las motorizaciones térmicas, el Eléctrico Puro pierde el doble fondo.
Parte técnica del Volvo XC40 eléctrico
Pasamos ya al apartado técnico. ¿Qué características tiene la parte mecánica del Volvo XC40 Recharge Eléctrico Puro? Pues podemos empezar diciendo que en la zona inferior de la carrocería tenemos una batería de 78 kWh, que se puede recargar con corriente alterna a 11 kW, aceptando también cargas rápidas en continua de hasta 150 kW. La autonomía homologada es de 418 kilómetros.
Mientras, lleva un motor eléctrico para cada eje, siendo por lo tanto un coche de tracción a las cuatro ruedas. De hecho, el reparto de energía es del 50:50. Y es que los motores desarrollan la misma potencia de 204 CV (150 kW), ofreciendo un rendimiento máximo conjunto de 408 CV y 660 Nm de par motor.
Además, las prestaciones son realmente interesantes. Según su ficha es capaz de hacer el 0 a 100 en apenas 4,9 segundos, lo que resulta ser una auténtica barbaridad para un coche como el XC40, que no se aprecia como un modelo deportivo en ningún aspecto. Como en todos los nuevos modelos de Volvo, la velocidad máxima está limitada a 180 km/h.
Al volante del Volvo XC40 Recharge eléctrico
Durante esta jornada hemos podido recorrer unos 120 kilómetros a los mandos del nuevo Volvo XC40 Recharge. Así, nos ha sido suficiente hacernos una buena idea del comportamiento en todos los ámbitos de este SUV eléctrico como te voy a detallar a continuación.
Durante los últimos años hemos probado muchos coches eléctricos, pero pocos nos han sorprendido tanto como este Volvo XC40 eléctrico. Está envuelto en una carrocería que poco se asemeja a la de un coche de altas prestaciones. Cuando te subes a un Audi e-tron GT, por ejemplo, sabes que va a correr mucho simplemente por diseño y postura de conducción.
¡Cómo corre!
En el caso de este XC40, aunque tengas claro antes de iniciar la marcha que tiene más de 400 caballos, no terminas de percatarte hasta que aceleras relativamente fuerte. De verdad que resulta asombrosa la capacidad de aceleración que tiene este coche en cualquier momento. Incorporarte a una vía rápida o realizar un adelantamiento es una tarea realmente sencilla, ya que el coche gana velocidad a un ritmo espectacular.
Por supuesto, quedamos pegados al asiento y llega a resultar adictivo, buscando la mínima excusa para volver a acelerar fuerte. Sin embargo, lo cierto es que con apenas pisar el acelerador al 50 % ya es suficiente para realizar un adelantamiento con mucha seguridad.
Es por ello que nos parecería muy lógico encontrar una versión eléctrica menos potente, y la operación sería tan sencilla como quitar uno de los dos motores. Así, tendríamos un coche eléctrico de 204 CV, que ya son suficientes. Preguntamos a la marca y parece que versiones de menor potencia no están en sus planes.
Devora las rectas como un dragster, pero no tiene un enfoque deportivo
Pero en ese sentido, las prestaciones sólo se sienten bien en rectas. Porque las curvas se encargan de recordarnos que, al fin y al cabo, no es un XC40 de corte deportivo. Ojo, con esto no digo que se comporte mal en curva, sino que no acompaña el tacto tan asistido de la dirección o la puesta a punto en confort de la suspensión para divertirse también en zonas ratoneras.
A esto tienes que añadir que los asientos tienen una orientación hacia la comodidad de los ocupantes, no contando con un gran agarre lateral. Y por supuesto, que es un SUV, por lo que la posición de conducción es algo elevada y no da buena confianza a la hora de ir al enorme ritmo alegre entre curvas que nos permitiría su motor.
La frenada regenerativa podría estar mucho mejor resuelta
Un apartado que no me ha convencido del Volvo XC40 Recharge es el de la frenada regenerativa. El modelo nos ofrece la posibilidad de conectar y desconectar la retención del motor.
Cuando está conecta es muy agresiva y podemos conducir jugando sólo con el acelerador, pues cuando levantamos el pedal derecho frena mucho. Y cuando digo mucho, es mucho de verdad. Si desconectamos esta función la retención es nula, no recargando la batería cuando dejamos de acelerar.
Sinceramente, no me parece un acierto ninguno de los dos modos. El primero nos obliga a tener mucho tacto con el acelerador para medir la cantidad de retención. Es decir, tenemos que acelerar un poquito si queremos que no frene mucho. Si queremos que frene un poco más, hay que pisar el acelerador un poco menos…
Y mientras tanto, en el caso de llevar el sistema desconectado no hay ninguna retención por lo que tenemos que ir tocando mucho el pedal de freno. Por ejemplo, en carretera hay que ir tocando el freno si nos encontramos con una leve pendiente descendente.
Tampoco es inteligente que para conectar y desconectar esta función tengamos que buscar en el menú de la pantalla táctil central. Un botón físico en el volante, en el salpicadero o una posición específica en la palanca de cambios sería mucho más útil. De hecho, lo ideal sería tener unas levas para gestionar la retención a nuestro gusto con varios niveles.
Consumos y conclusiones
Lo pasamos bien en esta jornada de prueba con el Volvo XC40 Recharge, conduciendo bastante por vías rápidas, así como por zonas más reviradas y por tramos de curvas algo más abiertas. También atravesamos localidades, por supuesto, donde se siente realmente a gusto por el confort de su suspensión y la suavidad de la dirección.
El “problema” es que en la mayoría de momentos practicamos una conducción demasiado alegre, con muchas aceleraciones a fondo y un ritmo alto. ¿Recuerdas lo que decía de la adicción que causa la aceleración de este coche? Lógicamente, esto no beneficia en absoluto a obtener unos consumos bajos.
Así, según el cuadro de instrumentos gastamos una media de 24,2 kWh/100 km, que es un dato muy alto para un coche de este tamaño, aunque lógicamente también es un vehículo muy potente. Es un dato cercano al que obtuvimos hace unos días con los Audi e-tron GT y Audi RS e-tron GT (aquí tienes la prueba), que tienen un 50 % más de potencia y corte más deportivo.
Por otro lado, y aunque el consumo no sea la mayor virtud de este Volvo eléctrico, es interesante hacer una reflexión. Sin ser un coche bastante caro, tampoco es el típico vehículo que se puede permitir la mayoría; pero destaca su relación precio-potencia. ¿Te suenan muchos coches eléctricos con 400 CV por menos de 50.000 euros (gracias al MOVES III)? Y además, echa un vistazo al equipamiento porque es realmente abundante.
Equipamientos Volvo XC40 España
Nivel II
- Advertencia de cambio de carril con ayuda al mantenimiento
- Aviso de carretera resbaladiza
- Frenada automática de emergencia con detección de peatones y ciclistas
- City Safety
- Freno de estacionamiento eléctrico
- Control de descensos
- Control de crucero adaptativo
- Limitador de velocidad
- Alerta de ángulo muerto
- Reconocimiento de señales
- Cargador del móvil inductivo
- Google Automotive Services (4 años) con Maps, Asistente de voz y Play Store
- Pantalla táctil de 9 pulgadas
- Apple CarPlay y Android Auto inalámbrico
- Tomas USB tipo C y de 12 voltios
- Cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas
- Pomo del cambio y volante en cuero
- Volante y asientos delanteros calefactados
- Contorno de las ventanillas en negro brillante
- Iluminación de LED
- Llantas de 19 pulgadas
- Raíles de techo en negro brillante
- Techo en negro
- Asientos delanteros con ajustes lumbares eléctricos
- Apertura manos libres
- Asientos delanteros calefactados
- Cámara de marcha atrás
- Sensores de aparcamiento delanteros y traseros
- Portón del maletero eléctrico
- Kit de reparación de pinchazos
- Garantía de 3 años o 100.000 kilómetros
- Garantía de la batería de 8 años o 160.000 kilómetros
Nivel III (añade)
- Luces de antiniebla delanteras
- Asientos delanteros con ajustes eléctricos
- Sensores delanteros, traseros y laterales
- Cámara de 360 grados
- Faros Full LED
- Equipo de sonido Harman Kardon
- Lavafaros
- Reposacabezas traseros abatibles
- Techo solar panorámico
Precios del Volvo XC40 para España
Motor | Tracción | Acabado | Precio |
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Motor | Tracción | Acabado | Precio |
Recharge Eléctrico Puro T8 | AWD | Nivel II | 52.469 € |
Recharge Eléctrico Puro T8 | AWD | Nivel III | 56.212 € |
Hay que tener en cuenta que al acabado de acceso en nuestro país (conocido como Nivel II) se le podrá aplicar el Plan MOVES III. No así en el acabado superior. Por otro lado, Volvo ofrece por 1.934 euros en ambas terminaciones tres años de garantía, tres años de mantenimiento y otros tantos de seguro a todo riesgo con franquicia de 150 euros.
Si prefieres la opción renting, el Volvo XC40 Recharge Eléctrico está disponible desde 707 euros al mes (más IVA) sin entrada durante 48 meses con un kilometraje máximo de 10.000 kilómetros anuales.