BMW siempre ha sido pionera en sistemas de iluminación para el automóvil. Quizás porque sus inversiones en tecnología son de las más potentes en el sector, y la imparable maquinaria alemana es capaz de avanzar año tras año en lo que ya parece difícil de mejorar, tras las últimas novedades introducidas con el reciente BMW i8, es hora de analizar cuáles han sido las mejores aportaciones a la seguridad y la visibilidad de los conductores por parte de la firma bávara.
Que la buena visibilidad es un factor importantisimo de cara a reducir riesgos durante la conducción nocturna o en malas condiciones atmosféricas no lo discute nadie. Quizás lo que ya supone una baza extra es conseguir que además, sea identidad de marca la forma en que se ilumina la carretera. En su propósito de disminuir la fatiga ocular y el cansancio al volante, el último avance por parte de BMW es la luz de tipo láser, que por primera vez llega a un modelo de producción en serie.
Los sistemas de iluminación no sólo sirve para ver y ser vistos, sino que son un factor esencial para la expresión estética del coche, definiendo sus formas y su carácter. En este sentido, los característicos faros dobles, combinados con la parrilla ovoide doble, son clásicos distintivos de todos los modelos de la marca. También el diseño de los pilotos posteriores deja poco lugar a dudas, donde viene siendo habitual la forma en L adoptada desde hace unos años. Pero veamos su evolución a lo largo del tiempo para comprender la actualidad.
Décadas de innovación
Año 1971: los faros halógenos sustituyen a los tradicionales de tipo bilux (o de doble filamento, como también se conocen). También cuentan con dos filamentos, pero su rendimiento es más homogéneo y eficaz. Con una bombilla halógena H4 como luz de carretera, se adelantaba a la competencia en rendimiento lumínico en conducción nocturna.
Año 1974: el primer BMW Serie5 (E12) estrena los característicos faros dobles de BMW, uno para las luces de cruce, el otro para las luces de carretera. A partir de ese momento se establece un símbolo de marca inequívoco. Se separan además las funciones de cruce y carretera permitiendo optimizar cada faro a su función de forma más precisa.
Año 1991: BMW presenta el primer vehículo fabricado en serie que opcionalmente puede equipar luces de tipo xenón. Los faros de xenón o de descarga de gas, como también se denominan, no sólo iluminan mejor que los halógenos, sino que su vida útil es mucho mayor. En ellos, una elevada tensión genera un arco voltaico entre dos polos, provocando la iluminación del gas noble en el interior de la lámpara.
La era moderna
Año 2001: llegan los anillos luminosos que circundan los dobles faros redondos. Ya conocidos como Angel Eyes, en un primer término estos anillos únicamente se utilizaron como luces de posición. En la actualidad su función es además una nueva característica inconfundible que distingue a distancia a los modelos con el emblema de la hélice en el capó.
Año 2003: las luces de tipo direccional se convierten en una opción en el catálogo de equipamientos. Cuentan con haz de luz direccionable y orientable para doblar en esquinas. Significan un considerable aumento en seguridad, tanto en conducción por carreteras sinuosas, como en cambios de rumbo en trayectos de tráfico urbano. Actualmente aún es difícil encontrar esta opción en algunos modelos del mercado, por lo que supuso un gran avance hace más de una década.
Año 2005: se vuelve a dar un paso más en el empleo de los anillos luminosos, que se implementan adicionalmente como luz de conducción diurna. La finalidad no es otra que la de ser reconocidos mejor durante el día. Se estrena el asistente de uso de luces de carretera que, recurriendo a imágenes captadas por una cámara, apaga y enciende automáticamente las luces de carretera en función del tráfico que venga de frente.
Año 2007: una nueva evolución a la luz en curva permite ahora su adaptación automática, que además amplía el haz de luz en las esquinas. En esta edición, el haz de luz de los faros no solamente sigue el trazado de la calle o carretera, sino que también varía la distribuciónde la luz, adaptándola a la situación de conducción. Los dos faros se elevan ligeramente y al unísono al conducir a alta velocidad, y descienden cuando ésta se reduce. De esta forma, se consigue un cono de luz más ancho al circular por ciudad. Otra principal ventaja es que también se adapta a los cambios de pendiente de la calzada.
Año 2009: se sustituyen los anillos luminosos con iluminación por bombilla de filamento por unos nuevos con tecnología de tipo LED. Estos aportan mayor intensidad y menor consumo, además de una luz más blanca que actualiza la imagen del vehículo.
Año 2011: BMW presenta los faros de tipo LED con anillos luminosos para conducción diurna, provistos de tubos luminosos tridimensionales que consiguen un efecto aún más vanguardista. Siendo parecida al espectro luminoso de la luz solar, la luz de los LED es muy clara, por lo que es posible ver antes y con mayor claridad los carteles y las indicaciones de tráfico.
Año 2012: Aparece el denominado BMW Selective Beam. Con esta nueva versión, las luces de carretera siempre se mantienen encendidas, aunque el sistema logra evitar que se deslumbre a los demás conductores. BMW ofrece estos faros de luces de carretera con función de antideslumbramiento tanto en la versión de faros xenón, como en la de faros LED. Para ello, equipa al Serie 7, que se convierte en el primer automóvil de la historia automovilística que comparte la misma unidad óptica para las luces de cruce con las de conducción diurna. La idea de compartir una misma fuente lumínica para el anillo luminoso consigue que se reconozcan de noche con mayor claridad los faros dobles redondos típicos de BMW.
Año 2014: en la actualidad, BMW ofrece la innovadora luz láser como equipamiento opcional en el BMW i8. Por primera vez es posible obtener este tipo de luz en un coche fabricado en serie. Gracias a la conversión de la luz láser azul en luz blanca mediante su proyección sobre fósforo luminiscente, la luz láser de BMW se asemeja a la densidad del flujo luminoso de la luz solar. Sus efectos son claramente visibles en las imágenes que acompañan a este artículo. Cuando se activan las luces de carretera, se produce el fenómeno de «impulso láser», ya que el alcance del haz de luz llega a ser de hasta 600 metros.
