SsangYong Kallista, probablemente nunca supiste de su existencia

A lo largo de los años, SsangYong es una marca que se ha ido labrando su reputación en torno a los vehículos todoterreno y los crossover. Su gama e España siempre ha estado formada por este tipo de modelos, aunque en en Corea la marca también comercializa furgonetas e incluso berlinas de gran lujo. Lo que probablemente no sepas es que años atrás la marca también hizo sus pinitos en materia de deportivos, con el SsangYong Kallista que encabeza este artículo.

Técnicamente el Kallista no es un SsangYong, puesto que no fue desarrollado por la marca. Se trata de una versión remarcada del coche británico Panther Kallista. Pero ¿Cómo llegó un roadster genuinamente británico a la gama de modelos de SsangYong? Pongámonos en situación y repasemos brevemente la historia de Panther y el punto del camino en el que hace acto de presencia SsangYong.

La firma británica Panther inició su andadura en al año 1972 con el lanzamiento del Panther J72, un roadster biplaza que simulaba a los clásicos descapotables ingleses de la década de los 50, como los Morgan. Con los años la marca lanzó nuevos modelos como el FF, de apariencia cercana al AC Cobra, o el majestuoso Panther De Ville, que fue el coche de Cruella De Vil en la película los 101 Dálmatas del año 1996. Pero uno de sus modelos más famosos y de mayor volumen fue el Panther Lima, que estuvo en producción entre 1976 y 1982. Mientras tanto en 1980 una grave crisis económica en la empresa hizo que la empresa fuese adquirida por el coreano Young Chul Kim.

En el año 1982 llegó el momento de relevar al Lima y para ello la marca pensó en lanzar al mercado el Panther Kallista, un roadster muy similar a su antecesor, pero más moderno. El nuevo modelo tenía que cumplir varias premisas como tener una gama de motores con distintas opciones, mantenimiento económico y un precio de venta también accesible. La base mecánica del Kallista era Ford y su carrocería de aluminio y chasis de acero estaban fabricadas en Corea.

El Panther Kallista se mantuvo en producción hasta el año 1990 y durante sus primeros años tuvo buena acogida por parte del público. No obstante, a lo largo de su vida comercial encontró problemas como los incrementos de precio o la escasa difusión en mercados como el norteamericano, donde utilizaría un motor 2.3 de cuatro cilindros originario del Ford Mustang. En Europa la mecánica menos potente era un 1.3, mientras que un V6 2.9 de inyección llegó a ser el motor más grande y potente.

En 1987 SsangYong se hizo con el control de Panther en el momento en el que la marca quería ir un paso más allá con el lanzamiento del Panther Solo, un nuevo deportivo de aspecto moderno que fue el que mató a la compañía. Los elevados costes de desarrollo, que obligaron a centrar todos los recursos de la empresa en este proyecto, causaron un daño económico importante a la empresa, que perdería dinero por cada unidad vendida del modelo. Finalmente los problemas económicos fueron irremediables y en 1990 los coreanos pusieron punto y final a la historia de esta marca británica.

En este momento es cuando la firma coreana decidió darle una segunda oportunidad al Kallista. Se trasladó la producción del modelo a Corea del Sur, algo que no era complicado ya que gran parte del coche se fabricaba allí desde su lanzamiento. Se buscó renovar la imagen del que ahora sería el SsangYong Kallista y el modelo recibió modificaciones en el chasis para conseguir un habitáculo 4 centímetros más ancho. La carrocería pasó a ser de fibra de vidrio.

Así nació el SsangYong Kallista, un roadster coreano que estuvo a la venta hasta el año 1994 y que tuvo muy poca difusión. En este lapso de tiempo se vendieron 78 unidades, una cifra muy baja comparándola con las que vendió en su etapa Panther, llegando en el año 1984 a vender 401 unidades y 1.740 unidades a lo largo de sus ocho años de vida.