Seguro que en más de una ocasión habéis escuchado hablar sobre la plataforma de un automóvil. Básicamente, se puede decir que la plataforma de un automóvil es la base de la propia carrocería.
En la plataforma nos podemos encontrar los elementos básicos de un automóvil. Por ejemplo los puntos de fijación de la suspensión o los soportes del motor, entre otros. La gran ventaja de las plataformas es que se pueden fabricar distintos tipos de automóviles teniendo como base la misma plataforma.
La ventaja de utilizar la misma plataforma sobre distintos vehículos es el ahorro que esto supone, ya que se trata de una pieza cuyo desarrollo es muy caro. Por este motivo nos podemos encontrar con vehículos de distintas marcas que comparten la misma plataforma. Así se pueden conseguir vehículos más económicos… o más ganancias para los fabricantes.
También se pueden adaptar las distintas plataformas existentes para poder fabricar nuevos tipos de vehículos. De esta forma no es necesario diseñar completamente una nueva, sino que se puede tomar una como base y empezar a trabajar a partir de ella.
Un ejemplo muy bueno de vehículos que comparten la misma plataforma lo tenemos en el grupo VAG. Dentro de este grupo nos podemos encontrar distintos vehículos que utilizan la misma plataforma como, por ejemplo, el Audi A3, el Seat León o el Volkswagen Golf.
Posteriormente, cada vehículo se diseña de una forma distinta, pudiéndonos encontrar vehículos muy distintos y que abarcan una gran parte del mercado, aunque básicamente se trata del mismo tipo de vehículo.
Si observamos el vehículo por la parte inferior, podemos ver rápidamente que un vehículo es muy similar a otro, ya que los puntos de anclaje de las piezas principales suelen ser los mismos. Además, de esta forma también se pueden compartir otros elementos como, por ejemplo, la transmisión, los trapecios o la suspensión.