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Algo que no termina de convencerme es que tiene unas protecciones inferiores en negro demasiado marcadas. Con esto, los diseñadores consiguen crear una mayor impresión de robustez y carácter aventurero; pero considero que son algo excesivas porque aportaría una impresión visual más dinámica y pasional si no fueran tan gruesas o si directamente las hubieran omitido. Tampoco hubiera sido mala solución pintarlas en el mismo color que la carrocería, en lugar de ir en negro.
Por otro lado, sí me gusta, por ejemplo, que cuente con una marcada salida de escape a cada lado de su retaguardia. Y sí, por si te lo preguntas, son totalmente reales. De todos modos, lo anterior es solo una opinión personal, pues puede que a ti te guste más así. Para gustos, colores , ¿verdad? Pues debes saber que hay nueve tonalidades para la carrocería exterior entre los que elegir.
También son muy llamativos el diseño de los faros delanteros de LED (de serie), la boca de aire principal y ala cromado que la custodia, así como los pilotos traseros (también de LED). Las llantas son de aleación en todos los acabados, encontrando versiones de 16 y 18 pulgadas con diseños y tonalidades diferentes. Y sin entretenernos más, veamos el habitáculo.
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Calidad, minimalismo y… ¿un calco al Mazda3?
En el interior del Mazda CX-30 encontramos un diseño prácticamente calcado al de su hermano compacto, el Mazda3. Volante, cuadro de instrumentos, salpicadero, pantalla principal y mandos son idénticos. En este caso, hay ciertas posibilidades de personalización, con tapizados de distintas tonalidades.
Sinceramente, esto es algo bueno, porque se trata de un estilo muy minimalista, funcional, inteligente y está creado con materiales de alta calidad . Además, el salpicadero y los reposabrazos tienen un mullido muy agradable. La sensación es la de estar ante un coche bien hecho en este sentido, con una calidad que no tiene nada que envidiar a la de modelos premium de marcas como Audi y que queda por encima de Volkswagen en ese sentido.
También hay suficientes huecos portaobjetos, tomas USB y una superficie de carga inalámbrica.
Como en otros modelos de la marca, el CX-30 tampoco ha querido recurrir a grandes pantallas multiconfigurables. El cuadro de instrumentos tiene un diseño clásico , con una pantalla digital en su zona central para indicar la velocidad y los datos de viaje más importantes. A ambos lados aparecen otros diales como el nivel de combustible o la temperatura. El head-up display es de serie en toda la gama, algo muy de agradecer, y además se ve francamente bien.
Por su parte, es de serie la pantalla central del salpicadero es de 8,8 pulgadas y tiene Apple CarPlay, Android Auto, navegador y muchas otras funciones y ajustes del vehículo. Sin embargo, no tiene un manejo táctil, sino que se controla con un mando de fácil manejo y que cae bien a mano. Esto puede sorprender a muchos, pero Mazda prefiere hacer las cosas así, más sencillas, para evitar distracciones al conductor.
Respecto al espacio general en las plazas delanteras, para dos adultos hay espacio más que de sobra, como en todos los coches de esta categoría. Tenemos buenas regulaciones en asiento y volante, lo que siempre nos ayuda a encontrar una cómoda postura. Y hablando de postura, la verdad es que se parece más a la de un turismo que un SUV, ya que no vamos demasiado altos . Ahora, pasamos a las plazas traseras.
Así son las plazas traseras del Mazda CX-3
Abrimos la puerta trasera y nos adentramos en la segunda fila de asientos . El acceso es mejorable , pues el paso de rueda es algo más marcado de lo habitual y el techo tampoco se encuentra demasiado alto; algo que ya nos ocurrió también con el mencionado Mazda3. Será cuestión de acostumbrarse, pero personas con mala movilidad (de edad avanzada, por ejemplo) sufrirán un poquito más que en otros modelos de la competencia. Pegas de centrarse tanto en la estética exterior.
Una vez dentro, nos encontramos con unas plazas traseras en las que, sin ser las mejores del segmento, nos encontraremos a gusto . Con mi 1,76 metros de altura y el asiento delantero ajustado a mi posición natural de conducción, me quedan unos 7 centímetros para rozar con las rodillas y no tengo problema para colocar los pies. Para la cabeza no hay tanto espacio, pero me sobran tres o cuatro dedos para rozar con el pelo en el techo. La plaza central, lógicamente, es menos aprovechable, aunque se puede utilizar para realizar algún trayecto no demasiado largo.
En esta segunda fila de asientos tenemos unos buenos tapizados en las puertas, con materiales mullidos en los reposabrazos, algo que se encuentra en pocas marcas, sinceramente. También un reposabrazos central con dos huecos portabotellas. Hay salidas de aire, pero sin regulación de temperatura, algo que no estaría de más. Lo que sí he echado en falta es que no hay tomas USB ; que creo que deberían de venir al menos en los acabados más altos.
Maletero de 430 litros
Sigamos este análisis del nuevo Mazda CX-30 viendo su maletero . Cuando su apertura eléctrica eleva el portón -que, por sacarle alguna puntillita, podría tardar algo menos-, se descubre un baúl de 430 litros con formas aprovechables y buenos tapizados. Esta capacidad ya nos permite salir de vacaciones con el equipaje de toda la familia, pero teniendo en cuenta su longitud total, no es menos cierto que hay alternativas con más volumen de maletero. Por cierto, son 80 litros menos que en el Mazda CX-5. Si tumbamos los asientos obtenemos 1.406 litros.
Gama mecánica algo justa
Como decía al inicio, la gama mecánica del Mazda CX-30 es un poco justa. Debuta estos días en el mercado con dos motorizaciones, uno diésel y otro de gasolina, pero también es cierto que durante el próximo mes de octubre ya estará disponible el famoso 2.0 Skyactiv-X de 180. Destacar que los dos motores de gasolina son microhíbridos, por lo que cuentan con la etiqueta Eco de la DGT.
Todos los CX-30 vienen de serie con tracción delantera y cambio manual de 6 velocidades. El motor diésel puede combinarse opcionalmente con una caja de cambios automática, mientras que los de gasolina se pueden asociar tanto a caja de cambios automática, como a un sistema de tracción total. Veamos las prestaciones de cada motor en sus versiones manuales y de tracción delantera, que serán las más vendidas.
Denominación
Combustible
Potencia
Par Motor
0 a 100 km/h
V. max
l/100 km
Denominación
Combustible
Potencia
Par Motor
0 a 100 km/h
V. max
l/100 km
2.0 Skyactiv-G
Gasolina
122 CV
213 Nm a 4.000 rpm
10.6 s.
186 km/h
6.2 l/100 km
1.8 Skyactiv-D
Diésel
116 CV
270 Nm a 1.600 rpm
10.8 s.
183 km/h
5.1 l/100 km
2.0 Skyactiv-X
Gasolina
180 CV
224 Nm a 3.000 rpm
8.5 s.
204 km/h
5.9 l/100 km
Mazda estima que, en este modelo, solo el 5 % de las ventas irán a parar al motor diésel. Aproximadamente el 45 % de las ventas serán del propulsor 2.0 Skyactiv-X , mientras que el 40 % restante serán para el Skyactiv-G de 122 CV. Respecto a las cajas de cambios, solo uno de cada cinco compradores apostará por la transmisión automática. De todos modos, esto son solo unas estimaciones. Por otro lado, la marca espera vender unas 9.000 unidades en nuestro país durante los próximos 12 meses.
Un completo equipamiento desde el nivel de acceso, centrándose en seguridad
Además, cabe destacar que trae una buena dotación de equipamientos de serie , especialmente en el apartado de seguridad . Todos los CX-30 cuentan con frenada de emergencia automática, luces largas automáticas, control de ángulo muerto, detector de tráfico trasero, alerta de cambio de carril y ayuda al mantenimiento, reconocimiento de señales de tráfico, detector de fatiga y control de crucero adaptativo entre otros.
Opcionalmente se pueden añadir el asistente frenada trasera en ciudad, los faros smart full LED adaptativos, la cámara 360 y el detector de tráfico delantero cruzado.
Al volante: carácter atmosférico y un rodar placentero
Durante esta presentación principalmente hemos probado el Mazda CX-30 2.0 Skyactiv-G 122 CV con cambio manual de seis marchas y tracción simple al tren delantero. Se trata del mismo motor que utilizaba el Mazda3 que probamos hace solo unas semanas, del cual ya os contamos todas sus peculiaridades. Y es que, como sabes, es un motor de admisión atmosférica, o lo que es lo mismo, no tiene turbo.
Esto significa que tiene un funcionamiento diferente al de la mayoría de coches de gasolina del mercado, ya que suelen ser sobrealimentados por turbo. Entre sus ventajas destaca una mayor suavidad de funcionamiento en todo el rango de revoluciones y un sonido más bonito. Sin embargo, tiene sus contras , especialmente para aquellos que ya estén acostumbrados a conducir coches con turbo.
En marchas cortas y vías urbanas se aprecia notablemente esa mayor suavidad, por lo que es más placentero, pero puede dar la sensación de ser un coche escaso de potencia cuando salimos de la urbe. La potencia es de 122 CV, pero el par motor a bajas y medias revoluciones no es alto, teniendo que estirar más las marchas y subir a la zona alta de cuentavueltas si queremos una buena respuesta a nuestras demandas sobre el acelerador.
Como digo, si no revolucionamos el motor (más que en un turbo, donde tenemos respuesta enérgica desde apenas 1.800 vueltas por norma general), le cuesta ganar velocidad. En adelantamientos, incorporaciones y en alguna pendiente muy pronunciada, especialmente si vamos cargados, toca reducir una o dos marchas para que el propulsor se encuentre en su zona de mejor entrega de energía.
Para mí, como os comenté hace unas semanas, no es un problema. No me importa recurrir al cambio más de lo habitual, entre otras cosas porque las transmisiones de Mazda suelen tener un tacto exquisito, con recorridos cortos y dejándose notar las inserciones.
Entiendo que muchos clientes no quieran “complicarse” y este estilo de propulsor no case con su estilo de conducción. En cualquier caso, siempre se puede optar por la caja de cambios automática (que no he podido probar todavía) y nos olvidamos del pedal de embrague y de “jugar” con la palanca de cambios. De todos modos, si estás interesado, lo mejor es que puedas probarlo antes de decidir .
Por lo demás, el Mazda CX-30 es un coche con orientación hacia el confort . Tiene unas suspensiones que absorben bien los baches y tampoco inclina la carrocería en exceso cuando tomamos curvas. Además, los asientos, con un mullido agradable, y las llantas, que no son excesivamente grandes, ayudan a filtrar las irregularidades que podamos encontrar a nuestro paso.
Lo que me agrada mucho de la gama actual de Mazda, que también se refleja en este CX-30, es el tacto a la hora de conducir . El volante es agradable y la dirección es precisa y relativamente rápida, el pedal de freno actúa desde el principio y no está exageradamente asistido, el tacto de la palanca de cambios está muy logrado… Son pequeños detalles que incrementan el placer de conducción pese a que no es un modelo de carácter deportivo. Y todo ello, manteniendo un alto nivel de comodidad . Eso es a lo que la marca denomina Jinba Ittai .
Al tratarse de una toma de contacto, donde no hay tiempo suficiente para realizar muchos kilómetros, no puedo hablaros de consumos. Espero que pronto podamos traeros una prueba a fondo a la sección, donde evaluaremos el gasto de combustible del coche.
Primeras sensaciones con el motor 2.0 Skyactiv-X de 180 CV
Mazda llevó a su presentación algunas unidades pre-serie con el nuevo motor 2.0 Skyactiv-X de 180 CV con encendido por compresión . Es un motor del que se ha hablado mucho, pues es la primera mecánica de producción en coches de este tipo. El combustible se quema, como en los motores diésel, gracias a la presión y las altas temperaturas. De todos modos, sigue llevando bujías , las cuales se utilizan en determinados momentos para controlar la expansión de la llama, en la cámara, mientras que en el resto de motores tienen la función de originar dicha explosión.
Como hemos visto anteriormente en la tabla, este bloque de 2 litros desarrolla una potencia máxima de 180 CV a 6.000 rpm , así como un par motor máximo de 224 Nm desde 3.000 , un régimen de giro bajo para un propulsor atmosférico. Para los que os gusta la técnica, tiene una relación de compresión de 16,3:1, que es muy, muy alta. También tiene un ligero apoyo microhíbrido , el cual recupera energía durante las frenadas y ayuda ligeramente en las aceleraciones. Esto le permite disfrutar de la etiqueta Eco de la DGT.
Pudimos conducir estas unidades, aunque no durante demasiados kilómetros. Podremos poder probarlo a fondo dentro de unas semanas, pero ya hemos recogido algunas primeras impresiones. Esperaba un motor distinto a lo habitual, con diferente funcionamiento, sensaciones y sonido, pero la verdad es que no fue así. No es nada malo, sino más bien todo lo contrario, es algo positivo , pues que pase desapercibido en ese sentido es una virtud.
Como en su hermano Skyactiv-G -de diferente tecnología y con menores prestaciones-, el 2.0 Skyactiv-X de 180 CV transmite un funcionamiento muy suave , destacable especialmente a bajas revoluciones. No hay ningún retardo al pisar el acelerador, ni tampoco un comportamiento áspero o brusco al acelerar fuerte. La verdad es que los motores atmosféricos son una delicia a la hora de callejear. Eso sí, la sonoridad es algo más elevada que en el motor de gasolina de 122 CV.
En carretera, ya en marchas más largas, la entrega de su par motor máximo a 3.000 rpm le permite ganar velocidad más rápido si lo comparamos con el de 122 CV, mejorando sus recuperaciones, pero obviamente en ese sentido no se puede comparar con un motor turboalimentado, sea de gasolina o diésel.
No he podido conducirlo todos los kilómetros que me gustaría, tanto para probarlo en distintas situaciones como para evaluar consumos, que es el principal motivo de su creación. De todos modos, la primera impresión es que no es un coche que transmita ser tan potente como los 180 CV que declara . Y esto probablemente se deba a unos desarrollos del cambio largos y a su progresividad. Se nota buen empuje por encima de las 4.000 rpm, pero como decía, no tanto como esperábamos.
Nuevamente, espero que pronto podamos realizar una prueba a fondo de esta mecánica, bien sea en este Mazda CX-30 o en el Mazda3, para comprobar cuáles son las virtudes de este nuevo propulsor y si realmente, como dice la firma japonesa, reúne las ventajas de las tradicionales motorizaciones diésel y gasolina.
Equipamientos Mazda CX-30
Origin
Llantas de aleación de 16 pulgadas Gray Metallic
Pantalla de 8,8 pulgadas, radio DAB, Mazda Connect, 8 altavoces y USB
Apple CarPlay y Android Auto
Volante multifunción
Control de crucero adaptativo
Sensor de ángulo muerto y alerta tráfico trasero cruzado
Frenada de emergencia en ciudad con detección de peatones
Llamada de emergencia automática
Detector de fatiga
G-Vectornig Control Plus
Freno de estacionamiento eléctrico
Kit de reparación de pinchazos
Alerta de cambio involuntario de carril
Luces largas automáticas
Sensor de luz y lluvia
Faros delanteros y pilotos traseros de LED
Sensor de aparcamiento trasero
Retrovisores con ajuste eléctrico, calefacción y abatimiento automático
Reposabrazos central delantero y trasero
Climatizador automático bi-zona
Elevalunas eléctricos delanteros y traseros
Cuadro con pantalla de 7 pulgadas
Head-Up Display
Salidas de aire traseras
Botón de arranque
Evolution (añade)
Llantas de aleación de 18 pulgadas Silver Metallic
Alarma antirrobo
Sensores de aparcamiento delanteros y traseros
Portón trasero eléctrico
Cámara de marcha atrás
Retrovisores con ajuste eléctrico, plegado, calefacción y oscurecimiento automático lado conductor
Acceso inteligente sin llave
Cristales traseros oscurecidos
Zenith (añade)
Llantas de aleación de 18 pulgadas Silver Metallic
Equipo de sonido Bose de 12 altavoces
Pilar B en Piano Black
Faros Smart Full LED adaptativos
Precios Mazda CX-30
Motor
Cambio
Tracción
Acabado
Precio
Motor
Cambio
Tracción
Acabado
Precio
2.0 Skyactiv-G 122 CV
Manual 6v
Delantera
Origin
27.575 €
2.0 Skyactiv-X 180 CV
Manual 6v
Delantera
Origin
29.975 €
1.8 Skyactiv-D 116 CV
Manual 6v
Delantera
Origin
29.575 €
2.0 Skyactiv-G 122 CV
Manual 6v
Delantera
Evolution
29.225 €
2.0 Skyactiv-G 122 CV
Automático 6v
Delantera
Evolution
32.025 €
2.0 Skyactiv-X 180 CV
Manual 6v
Delantera
Evolution
31.625 €
1.8 Skyactiv-D 116 CV
Manual 6v
Delantera
Evolution
31.225 €
1.8 Skyactiv-D 116 CV
Automático 6v
Delantera
Evolution
34.025 €
2.0 Skyactiv-G 122 CV
Manual 6v
Delantera
Zenith
30.475 €
2.0 Skyactiv-G 122 CV
Automático 6v
Delantera
Zenith
33.275 €
2.0 Skyactiv-G 122 CV
Manual 6v
Integral AWD
Zenith
32.475 €
2.0 Skyactiv-G 122 CV
Automático 6v
Integral AWD
Zenith
35.275 €
2.0 Skyactiv-X 180 CV
Manual 6v
Delantera
Zenith
32.875 €
1.8 Skyactiv-D 116 CV
Manual 6v
Delantera
Zenith
32.475 €
1.8 Skyactiv-D 116 CV
Automático 6v
Integral AWD
Zenith
35.275 €
Galería Mazda CX-30