La Fórmula 1 siempre ha sido, además de un gran escaparate para las marcas, un gran laboratorio de pruebas para desarrollar nuevos elementos que finalmente lleguen a los coches de calle para hacerlos más eficaces y tecnológicos. Su departamento tecnológico, denominado William Advanced Engineering, aportará esa tecnología para la construcción de vehículos eléctricos.
Los británicos han desarrollado un prototipo que incorpora elementos innovadores como un nuevo diseño para el paquete de baterías, sistemas de refrigeración y estructuras ligeras, las cuales han sido integradas en una plataforma que puede ser modulable para cualquier tipo de vehículo.
Desarrollado por especialistas internos en aerodinámica, sistemas eléctricos, estructuras avanzadas ligeras e integración de vehículos, Williams Advanced Engineering usará la plataforma para mostrar a los fabricantes la capacidad de innovación del departamento de la escudería británica y cómo ésta puede ayudar a construir mejores vehículos eléctricos.
«La eficiencia de los vehículos siempre ha sido fundamental para Williams. Nuestro pensamiento en torno a cómo crear un chasis integrado y ligero y un tren motriz, aumentará la competitividad de la próxima generación de vehículos eléctricos. Al hacer los coches eléctricos más atractivos a los posibles clientes, aceleramos su adopción y beneficiamos a su vez al medio ambiente», afirmó Paul McNamara, director técnico de la compañía.
Para crear los componentes de la suspensión, que estará reforzada con fibra en la plataforma para vehículos eléctricos, los ingenieros de Williams están utilizando procesos altamente automatizados. Esto contribuye a la reducción del peso, que se sitúa en un 40% con respecto al aluminio convencional.
Que las escuderías –o sus departamentos de producción– colaboren en el diseño de las próximas generaciones de automóviles no es nada nuevo. Williams ha proporcionado en toda su historia ayuda a numerosas marcas, y los fabricantes que cuentan con escudería propia, tanto en la Fórmula 1 como en otras categorías, utilizan estas tecnologías de competición en sus modelos más exigentes. Un ejemplo de ello son los superdeportivos de McLaren y Ferrari, que utilizan la tecnología del ERS para generar aún más potencia.