BMW X5 M Typhoon de G-Power: 750 CV y un nombre desafortunado

Trasera del BMW X5 M Typhoon

Bautizar un coche con los nombres “Tifón” o “Huracán” no es lo más apropiado estos días. Sobre todo después de los desastres naturales que están teniendo lugar en algunas partes de América y Asia. Sin embargo, ésta es la tradición de la casa de preparaciones G-Power, que ha presentado el BMW X5 M Typhoon. Una modificación que aumenta la potencia del SUV alemán hasta los 750 CV y lo convierte, más si cabe, en una máquina para disfrutar al volante y atraer alguna que otra mirada.

De eso se encargan las enormes llantas de 23 pulgadas y los neumáticos deportivos con una anchura de 315. O los tubos de escape recubiertos de fibra de carbono y los parachoques rediseñados para darle un aspecto más agresivo. Pero, lo que realmente lo convierte en digno de llevar el sobrenombre «Typhoon» son las modificaciones mecánicas bajo el capó.

La clave del BMW X5 M Typhoon

Motor del BMW X5 M Typhoon

G-Power conoce bien el motor V8 de 4.4 litros M TwinPower Turbo, —por algo estas casas se especializan en una sola marca. De ahí que pueda trabajar sobre él y cambiar los elementos mecánicos necesarios para convertir sus 575 CV y 750 Nm, en unos impresionantes 750 CV y 980 Nm. Han cambiado sus dos turbocompresores por unos de mayor tamaño, y que al mismo tiempo tienen varios de sus componentes fabricados con un material más ligero.

La casa de preparaciones no ha publicado los datos oficiales de aceleración de 0 a 100 km/h. Pero teniendo en cuenta que dispone de 175 CV y 230 Nm más para sus cuatro ruedas, es muy posible que rebaje los 4,2 segundos del X5 M de serie, a una marca por debajo de los 4 segundos.

El cuarto de milla del BMW X5 M Typhoon

Lo que sí conocemos con exactitud es su tiempo en el cuarto de milla (o 402 metros), típica distancia de las carreras drag. Según G-power, su BMW X5 M Typhoon puede cubrir esta distancia desde parado en solo 11,5 segundos. Puede que esta cifra no de una idea precisa de sus capacidades si no se está acostumbrado a este tipo de mediciones. Pero para que quede claro, es un tiempo que lo coloca a la altura de coches como el Ferrari F430 o un Lamborghini Gallardo LP550-2. No está nada mal para un SUV de 2.350 kg, ¿no?


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