Citroën está preparando su propio homenaje a uno de sus modelos más reconocidos, el 2CV, adaptándolo a las necesidades del mercado actual. La casa gala ha manifestado su intención de recuperar la esencia del mítico modelo para incorporarlo a su nueva gama de vehículos eléctricos asequibles. Este movimiento está alineado con la estrategia de la marca, donde la actualización de su imagen también juega un papel importante.
El Citroën 2CV original, fabricado entre 1948 y 1990, se convirtió en un icono de la movilidad sencilla y accesible. Con este antecedente, la compañía busca aprovechar su imagen clásica y su popularidad para lanzar un nuevo coche con reminiscencias de aquel diseño, pero con tecnología actual. Este movimiento responde a la estrategia de la firma para reforzar su identidad y atraer tanto a nostálgicos como a nuevos clientes interesados en soluciones eléctricas asequibles, lo que puede recordar a otros modelos, como el Renault 4 eléctrico, que también busca una interpretación moderna de un clásico.
Un nuevo modelo eléctrico inspirado en el pasado…
Thierry Koskas, CEO de Citroën, ha señalado que la marca está explorando diferentes formas de incorporar la esencia del 2CV en un nuevo modelo. Aunque aún no ha dado detalles específicos, ha recalcado que la idea es mantener el carácter distintivo del vehículo original adaptándolo a las tendencias actuales del sector. Esto nos recuerda que la marca busca un equilibrio entre la nostalgia y la innovación.
«Citroën tiene una historia increíble que sigue siendo relevante hoy en día. Queremos aprovechar la popularidad del 2CV y traer su espíritu a nuestros modelos futuros», indicó Koskas en una reciente entrevista. Esto confirma la intención de la marca de crear un coche que sea asequible, funcional y con un diseño icónico, en línea con lo que representó el 2CV en su época.
¿Cómo encajará en la gama actual de Citroën?
Actualmente, Citroën está enfocada en los segmentos B y C, con modelos como el C3, el C3 Aircross, el C4 y el C5 Aircross. Dentro de esta estrategia, el hipotético nuevo 2CV podría posicionarse como un modelo intermedio, similar a lo que ha hecho Fiat con su Grande Panda y el SUV 600. Además, se puede prever una rivalidad en el mercado con vehículos que también rinden homenaje al 2CV.
El debut de este modelo podría situarlo en competencia directa con el Renault 4 eléctrico, un vehículo con dimensiones similares que también apunta a recuperar un nombre clásico con una nueva propuesta ecológica. Esto podría abrir una nueva batalla en el mercado de los coches eléctricos asequibles, ofreciendo nuevas opciones a los conductores que buscan un modelo práctico y con historia.
Un guiño a la historia con tecnología actual…
El desarrollo de este modelo buscaría combinar la esencia del 2CV con innovaciones modernas. Aunque todavía no se han revelado detalles sobre el motor o las características técnicas, es probable que comparta plataforma con otros modelos eléctricos de Stellantis, el grupo automovilístico al que pertenece Citroën. Esto puede hacer que se asemeje a otros modelos recientes que se han renovado en los últimos meses.
Además de un look inspirado en el clásico 2CV el nuevo coche podría incluir tecnología actual, como una batería optimizada para la autonomía urbana y un equipamiento sencillo pero muy funcional. Su enfoque sería atraer a los conductores que buscan un vehículo práctico, asequible y con un toque nostálgico, lo que resuena en el triunfo del Citroën C3 en su segmento. Todo ello con una rentabilidad económica que aseguraría no solo la viabilidad del proyecto, también llevarlo a otras marcas del grupo.
La estrategia de Citroën y Stellantis de revivir el 2CV en clave eléctrica busca recuperar la esencia de un coche único que, en su momento, se convirtió en un fenómeno global. El éxito del Renault 5 eléctrico demuestra que hay un mercado para este tipo de reinterpretaciones. Y Citroën parece dispuesta a seguir esa misma senda con un coche que promete ser un homenaje a la historia, pero con la vista puesta en el futuro.
Fuente – Autocar
Imágenes | Citroën