Si hoy has circulado por la M30 seguro que has encontrado una velocidad del tráfico anormalmente reducida. Efectivamente, la reducción a 70 km/h por la M30 y vías de acceso desde la M40 ha sido una realidad hoy al alcanzar el Escenario 1 de alerta de contaminación que contempla la normativa del Ayuntamiento de Madrid que entró en vigor el 1 de mayo de este año. Los niveles de NO2 comienzan a ser peligrosos en la capital.
Que Madrid tiene un serio problema de contaminación no le sorprende a nadie, pero se han visto potenciados por un anticiclón que ha elevado las temperaturas, junto a la ausencia de lluvia y vientos que alivien la temida polución. Por ello, ya hemos alcanzado un peligroso episodio de contaminación que tendrá sus consecuencias en lo que a la circulación de vehículos respecta.
¿De verdad se han alcanzado niveles tan altos de NO2?
París también restringe el tráfico
El nivel mínimo estipulado medido por las estaciones de medición repartidas por Madrid es de 200 microgramos/m3 de NO2. Concretamente, el primer nivel de aviso salta cuando dos estaciones de la misma zona superan esa cifra durante dos horas seguidas. Bien, pues ayer en Madrid 10 estaciones superaron ese límite de 200 microgramos/m3 de NO2.
Estamos hablando de picos de hasta 424 microgramos/m3 de NO2 en la estación de Ramón y Cajal, a las 20:00 horas de ayer. La estación de Escuelas Aguirre casi alcanzaba los 300, igual que la Cuatro Caminos. Son niveles que casi podrían valer para activar el nivel de Alerta.
¿Cuál es el protocolo?
El protocolo que define el Ayuntamiento de Madrid en episodios de alta contaminación es bastante sencillo, y bastante crítico en esta ocasión. Todo empieza con un Preaviso cuando dos estaciones de la misma zona superan los 200 microgramos de NO2 durante dos horas consecutivas. Le sigue el Aviso, definido por dos estaciones de la misma zona que superen los 250 microgramos/m3 de NO2 durante dos horas consecutivas.
El siguiente y último nivel, el de Alerta ocurre cuando tres estaciones de la misma zona superan los 400 microgramos de NO2 durante tres horas consecutivas. A partir aquí se crean varios escenarios posibles, cinco concretamente, estando actualmente nosotros inmersos en el Escenario 1.
Empezando por un Escenario 0 que sólo contempla medidas informativas, las consecuencias empiezan con el Escenario 1. Se activa cuando dos días consecutivos en nivel de preaviso o un día en nivel de Aviso. Se implementan las medidas informativas nivel 2 y la restricción de tráfico Fase 1. Esta restricción significa que se limita la velocidad máxima a 70 km/h en M30 y vías de acceso desde la M40.
El Escenario 2 es algo más complicado, pues suma al Escenario 1 unas medidas aún más restrictivas. Con tres días consecutivos de preaviso o dos días consecutivos de aviso, se activan las medidas informativas nivel 2 y 3. Adicionalmente se incentiva el uso del transporte público y se activa la Fase 2 de restricción de tráfico. Esto es que se prohíbe el estacionamiento en plazas y horario del SER en el interior de la M30. Además claro de seguir limitando la velocidad máxima en M30 y vías de acceso.
El Escenario 3 sigue sumando restricciones con tres días consecutivos de nivel de Aviso. Se activan las medidas informativas 2 y 3 y las restricciones de tráfico de Fase 3. Con esto en la mano, sólo podrán circular por la almendra central de Madrid los vehículos con matrícula par o impar según el día. Además de todo lo anterior.
Hay un Escenario 4 o escenario de Alerta que llega cuando se alcanza el nivel de Alerta. De este modo la restricción de tráfico Fase 4 también podría impedir la circulación del 50% de los vehículos en la M30.
¿Reducir la velocidad verdaderamente funciona?
Estando inmersos en el Escenario 1 con una restricción de tráfico de Fase 1, en Madrid hoy se podrá circular por la M30 y vías de acceso desde la M40 a una velocidad máxima de 70 km/h, desde los 90 km/h habituales. El Ayuntamiento de Madrid se apoya en estudios que indican que una reducción de la velocidad reduce las emisiones contaminantes de los vehículos. Además, se han dispuesto numerosos radares móviles que abogan por el cumplimento de esta excepción.
Los estudios indican que el aumento ligero de la velocidad puede desembocar en un aumento de NO2 de forma acusada. Algunos de los mencionados estudios anuncian que elevar la velocidad máxima de la vía en cerca de los 20 km/h que hemos visto reflejados, supone un aumento de emisiones de NO2 de entorno al 15%.
El problema es la configuración que a día de hoy vive Madrid. La mayor densidad de población de Madrid se sitúa en la almendra central, en la denominada Zona 1. Sin embargo, todo indica a que hasta un 60% de los vehículos que circulan por Madrid proceden del exterior. En otras palabras, el modelo de transporte en Madrid debe preocuparse por los estudiantes o trabajadores que desarrollan su labor en Madrid pero que no residen en ella.
Habría que analizar demasiados datos y detalles para de verdad saber si reducir la velocidad aligera el problema de la contaminación. Pero con estos datos en la mano, si una de las claves para reducir la contaminación es el uso del transporte público, habría que plantear seriamente una evolución rápida de los transportes que van al extrarradio. Vaya, que sólo parece un mero parche a un problema que va a seguir ocurriendo. Y creciendo.
¿Y mañana?
Muchos se preocupan de lo que está ocurriendo hoy, de tener que reducir la velocidad en 20 km/h en la M30. Pero, ¿y mañana? Este episodio de alta contaminación se debe, en parte, a las condiciones climatológicas que venimos viviendo estos días, unas condiciones que no parece vayan a cambiar. Al menos hasta la semana que viene.
Por ello, es más que probable que mañana veamos el Escenario 2 activo, donde sea imposible aparcar a no residentes en zona SER del interior de la M30. El Escenario 1 que vivimos se ha dado por dos días consecutivos de nivel de preaviso, y nada parece indicar que no vayamos a sufrir un tercer día consecutivo, lo que nos llevará al Escenario 2.
Este segundo Escenario, en realidad, sería el que más alivie a la ciudad, ya que evitaría que muchos de los trabajadores o estudiantes del extrarradio accedan a Madrid en coche. Se incentivaría así el transporte público, un servicio que debe ampliar horarios, servicio y probablemente reducir tarifas para que la medida sea realmente efectiva.