El otro día fui a dar un paseo con el perro por la playa y, como estamos en invierno y hace frío, pude aparcar el coche bien cerca de la propia playa, demasiado cerca diría yo. El coche lo aparqué en primera línea de playa, sobre la arena.
El problema vino cuando me quería ir e intentaba sacar, sin éxito, mi coche de donde lo había dejado aparcado. Debemos tener precaución si se nos queda encallado nuestro coche sobre la arena, ya que tal vez no sea una situación fácil de solucionar.
En primer lugar, debemos evitar forzar en exceso el motor de nuestro coche ya que sólo vamos a conseguir dañar el motor, lo que podría ocasionar graves problemas y gastos. Para empezar, debemos tranquilizarnos, ya que el coche se puede quitar perfectamente de la arena.
Debemos revisar que la arena no ha obstruido el tubo de escape de nuestro coche y, en caso de que esté taponado, debemos liberarlo para que pueda expulsar perfectamente los gases de escape de nuestro coche.
En caso de que nuestro coche tenga tracción a las cuatro ruedas, lo más recomendable es activarla para que sea mucho más sencillo quitar el coche de la arena.
Si no podemos quitar el coche de la arena, debemos vaciar lo máximo posible la carga que tengamos en el maletero o de los ocupantes del resto de los asientos. Además, el resto de los ocupantes pueden ayudarnos empujando nuestro coche para intentar salir de la arena.
El siguiente paso será hacer un pequeño agujero en el suelo, al lado de cada rueda, para que ésta tenga el espacio suficiente para avanzar como es debido. Después, debemos intentar avanzar de forma muy suave con nuestro coche.
También podemos poner algún tablón de madera en la parte baja del coche, junto a las ruedas, para que éstas tengan la suficiente superficie de apoyo para poder acabar con el problema.
Si después de todos estos consejos todavía no hemos podido sacar el coche, va siendo hora de llamar a la grúa o que otro coche nos intente remolcar para salir.
Bajar la presión en las ruedas, obteniendo así mas superficie de contacto.