No lo entiendo, los frenos del coche no tienen mucho tiempo y al frenar me vibra todo el coche, no entiendo qué pasa… Seguro que muchos de nosotros hemos pensando esto alguna vez. Que se alabeen los frenos del coche no suele ser un fallo muy habitual, pero es un fallo que notamos inmediatamente y resulta bastante incómodo.
Los discos de freno de nuestro coche se pueden alabear principalmente por dos causas, que se calienten en exceso o que se destemplen. Me explico, si los frenos están fríos, casi sin usar y realizamos una frenada fuerte, se calientan en exceso y pueden doblarse fácilmente. Otra causa es tener los frenos calientes y pisar un charco grande de agua, este charco hace que se enfríen rápidamente, con lo que eso conlleva.
Una forma de comprobar que los discos del coche están doblados es en un frenómetro (por ejemplo en la ITV). En esta máquina, frenando suavemente nuestro coche, se puede medir la fuerza de frenado y oscilaciones a la hora de frenar, con esta prueba, podemos concluir si los discos están defectuosos.
Esta vez el mal ya está hecho y debemos acudir al taller para solucionarlo. Si los discos no están muy dañados ni muy desgastados, en vez de sustituirlos se pueden rectificar. Con esto, lo que se hace es comer un poco la superficie del disco para igualarla y que, de esa manera, vuelvan a recuperar su forma. Esta tarea es bastante sencilla y no debería de llevar más de 2 horas en las ruedas delanteras.