Una avería que nos puede traer muchos quebraderos de cabeza es la mezcla de aceite y anticongelante o agua del sistema de refrigeración. Si cuando vas a revisar los niveles de tu coche, te encuentras con una mezcla de estos dos líquidos en la botella de expansión, puedes empezar a preocuparte puede que no sea una avería sencilla.
El motor tiene varios conductos en su interior. Por algunos de estos conductos circula el aceite para engrasar el motor y por otros circula el anticongelante, que se encarga de su refrigeración. Esos líquidos no deben mezclarse y, si así lo hacen, quiere decir que algo se ha roto. Normalmente la fuga se encuentra en la junta de culata o el enfriador de aceite. Dos averías muy diferentes sobre todo porque la primera suele ser más difícil y cara de reparar.
Cómo saber si hay mezcla de aceite y anticongelante
Aceite negro en el vaso de expansión
Para reconocer si se ha producido la mezcla, debes abrir el tapón de la botella de expansión y echar un vistazo. Si encuentras una sustancia viscosa amarillenta, marrón o negra, no habrá duda de que se ha metido aceite en el sistema de refrigeración. Sin embargo, no siempre es así de sencillo de ver. Solo se convierte en una pasta de este tipo cuando hay mucho aceite en el anticongelante o agua.
En el caso de que solo se mezcle un poco, encontrarás unas manchas de aceite flotando sobre el anticongelante.. Así que fíjate bien y usa una linterna para asegurarte si es preciso. Si aun con eso no llegas a verlo bien, usa un papel enrollado o un trapo y mételo. Luego podrás mirar detenidamente si hay aceite. Uses lo que uses, lo importante es que no deje pelusa, hilos o cualquier residuo dentro del vaso.
Nivel de aceite o anticongelante alto
La siguiente comprobación que se suele hacer es revisar los niveles de los líquidos. Pueden darse dos situaciones según la arquitectura de tu motor: que suba el nivel de aceite o que suba el de anticongelante.
- Si ves que el nivel de anticongelante ha subido misteriosamente, puede querer decir que el lubricante se ha metido en el sistema de refrigeración. Sobre todo si tiene alguna mancha de aceite o se está convirtiendo en las pasta que te hemos mencionado antes.
- Si al revisar el nivel de aceite ves que ha superado el máximo marcado en la varilla (sin que tú le hayas echado más), quiere decir que el anticongelante ha entrado en los conductos del aceite.
La mejor forma de asegurarse es quitar algo de aceite hasta que esté dentro de los límites de la varilla. Si vuelve a subir por sí solo, es un síntoma bastante claro de que entra refrigerante.
Ten en cuenta que, de todas formas, cuando se mezclan los dos líquidos, suelen invadir ambos sistemas. Estas dos situaciones son solo una forma de diagnóstico. No quieren decir necesariamente que sea solo un líquido el que invada los conductos del otro.
¿Qué se ha roto para causar la mezcla de agua y aceite?
Como te hemos dicho, el problema suele estar en la junta de la culata o en el refrigerador de aceite. Dos averías con una diferencia de precio muy grande, más por número de horas de taller que por el precio de las piezas. Otra posibilidad, aunque menos frecuente, es que el problema sea en la culata en sí. Lo que dispararía el precio de la reparación aún más.
Junta de la culata
Esta reparación requiere bastantes horas y tendremos que ir preparando el bolsillo. Levantar la culata implica, como mínimo, comprobar la culata en sí y poner un juego de juntas nuevo. Además que que también es recomendable cambiar la tornillería que lo fija al bloque.
Problema causado por el enfriador de aceite
Otra opción más económica es que los dos líquidos se hayan mezclado en el enfriador de aceite. Como su nombre indica, éste se encarga de reducir la temperatura del aceite, por medio del anticongelante que se usa para refrigerar el motor.
Tiene la forma de un pequeño radiador en el que entran ambos líquidos. Por supuesto en zonas separadas, que intercambian el calor por la elevada conductividad térmica del metal.
Culata
El problema ante el que nos encontramos puede ser también la propia culata. No es común, pero este elemento puede llegar a fisurarse o deformarse por defectos en su fabricación o un sobre esfuerzo continuado del motor. Aunque lógicamente, esto irá acompañado por el fallo de la junta de la culata. Igualmente, los motores muy viejos con frecuentes cambios de temperatura también pueden acabar teniendo este problema.
Las posibles fallas son:
- Si el problema es que la culata se ha fisurado, será necesario cambiarla. El coste de las reparaciones de esta pieza pueden ser mayores que el precio de poner una nueva.
- Si el problema es que la culata se ha deformado, tal vez «solo» sea necesario rectificarla. Según el modelo podemos ahorrarnos algún dinero, pero es un trabajo que se hace en pocos talleres de nuestro país.
Ya se vaya a colocar una culata de repuesto o solo se haya reparado la antigua, las juntas de la culata deberán ser siempre nuevas. Además de que los tornillos también conviene sustituirlos.
Cómo saber si es junta de culata o enfriador de aceite
Lo normal es que en el taller realicen las comprobaciones pertinentes. Pero si por lo que sea quieres asegurarte tú mismo de cuál es el problema, existen dos formas de comprobarlo si tienes algunos conocimientos de mecánica y algo de maña.
Método 1: Excluir el enfriador del circuito
Se trata de aislar el enfriador de aceite del sistema de refrigeración del coche. Una operación que consiste en:
- vacía el aceite y el anticongelante del coche. Unos trabajos para los que te pueden ayudar los artículos:
- extrae los manguitos que llevan el anticongelante hasta el enfriador
- empalma ambos manguitos para cerrar el circuito de refrigeración sin el enfriador. Usa un tubo corto del tamaño adecuado para los manguitos y dos bridas (unos elementos muy baratos que se encuentran en cualquier ferretería). No olvides tapar la entrada y salida del enfriador o al menos unirlas mediante un manguito para que no le entre nada.
- llena el motor de aceite de nuevo y el sistema de refrigeración con agua destilada. Los dos artículos que te hemos mencionado antes te serán útiles.
- arranca el motor hasta que alcance la temperatura de servicio, para ver si el aceite vuelve a subir sobre el nivel máximo. Si no ocurre esto, querrá decir que era el enfriador el que mezclaba ambos líquidos.
Dos aclaraciones importantes: en primer lugar, cada manguito que pongas debe estar bien ajustado con abrazaderas, y en segundo, alcanzar el enfriador no siempre es fácil, así que si tienes que retirar piezas para poder llegar a él, fíjate bien como estaba para dejarlas igual luego. En el siguiente vídeo puedes ver como se hace paso a paso:
Método 2: cómo saber si el enfriador de aceite está dañado
Una vez que has llegado hasta el enfriador, la opción más convencional es la de extraerlo y comprobar si hay fugas entre ambos conductos. Este método es igual al anterior en cuanto al vaciado del aceite y el refrigerante, pero en este caso se trata de desacoplarlo del motor. Para ello solo necesitarás una llave de la medida adecuada.
Verás que el enfriador tiene dos agujeros para el aceite y otros dos para el anticongelante. Hay dos métodos principales sin equipamiento especial, con los que se puede comprobar si existe una fisura que comunique ambos conductos:
- El primero es meter aire a presión en el enfriador mientras está sumergido en agua. No importa por qué agujero lo hagas, solo debes tener cuidado de tapar bien el otro del mismo conducto. Hacer fuerza con la mano puede ser suficiente. Si ves que el aire sale por los conductos del otro sistema, querrá decir que has dado con el problema. Una buena noticia, teniendo en cuenta el siguiente candidato es la culata o su junta.
- El segundo es introducir agua destilada por el conducto del anticongelante y ver si gotea por el del aceite. Un método mucho más sencillo porque requiere de menos elementos, pero que es mucho menos falible. Por eso no te lo recomendamos. La fisura puede ser muy pequeña y puede que el líquido no gotee si no se le mete presión extra. Recuerda que el sistema de lubricación funciona con una determinada presión de aceite, que haría que se filtrase por un agujero tan pequeño.
Como te hemos comentado antes, si el enfriador está en buenas condiciones, el problema muy probablemente esté en la junta de la culata o la culata en sí. Vuelve a colocar el enfriador en su sitio si lo has extraído y lleva el coche al taller, porque la reparación de la culata es compleja y requiere de un profesional cualificado.
De todas formas, si te encuentras en esta situación, lo más fiable es acudir cuanto antes a un taller de confianza para que solucionen el problema desde el principio allí. Si no lo haces, puede tener consecuencias muy graves para el motor.
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