Seguro que a ninguno de los aquí presentes se os había ocurrido, mientras circuláis alegremente con vuestro coche por la autovía a más de 100 km/h, poner marcha atrás. Espero que así sea, ya que si se os había pasado por la cabeza probablemente necesitéis acudir a un psiquiatra. En el vídeo que os dejamos un poco más abajo vemos a alguien que sí necesita asistencia médica por parte de un psiquiatra.
En el canal de YouTube de AutoVlog han pensado que estaría bien comprobar qué es lo que sucede cuando introducimos (o intentamos introducir) “la reversa” a una velocidad elevada circulando en sentido normal. Los nervios del probador antes de realizar la operación son más que evidentes, con una sonrisa miedosa. ¿Cuál será el resultado para este Ford automático? Compruébalo por ti mismo.
Afortunadamente para la vida del motor y transmisión de este coche americano, la transmisión no llega a engranar la marcha atrás. Esto es porque, desde hace varias décadas, las transmisiones cuentan con un sistema diseñado precisamente para evitar que, por error, introduzcamos la marcha atrás cuando circulamos de forma normal. Sin embargo, nos ha sorprendido que el cuadro de instrumentos sí marque la “R” como la posición seleccionada e incluso se active la cámara de marcha atrás una vez el conductor desplaza la palanca de cambios a la posición de retroceso.
Por suerte para este Ford Fusion, el sistema de seguridad que citábamos evitó un desastre monumental. De no existir, probablemente veríamos una retención del motor brutal que, casi seguro, acabaría con la vida del mismo. La deceleración sería similar a la de un fuerte frenado, al menos en los primeros instantes, luego no sabríamos en qué estado acabaría este coche.
En el caso de las transmisiones manuales tampoco es posible introducir la marcha atrás. De hecho, es posible que alguna vez te haya pasado que, a escasa velocidad, al ir a realizar una maniobra de aparcamiento por poner un ejemplo, hayas puesto la marcha atrás justo antes de que el coche estuviera detenido por completo. Seguramente la palanca no se quedaría en la posición “R” y hubieras escuchado un ruido bastante desagradable (como cuando cambiamos de marcha sin haber pisado a fondo el embrague) procedente de la caja de cambios.
Aunque ya hayas visto que no ha ocurrido nada, este es uno de los experimentos que no te aconsejamos que lo pruebes. Menos aún en la situación en la que lo han probado los protagonistas del vídeo, es decir, en carretera abierta, donde podrían haber montado un buen follón.
Fuente – AutoVlog
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