Prueba Lexus GS 300h Hybrid, motor, conducción y consumos (con vídeo)

SONY DSC

Ayer ya nos quedaron claras las principales cualidades del Lexus GS 300h cuando está parado, pero hoy es el momento de seguir ahondando en la prueba de esta berlina híbrida antidiésel, siendo la hora de decir: Carretera y manta. En cualquier GS de la gama, basta acercarse, abrir la puerta con la llave en el bolsillo, acomodarnos en el asiento y pulsar el botón Start. El volante y el asiento se pondrán en la posición seleccionada, pero no pasa nada más. Bueno, realmente creemos que no pasa, porque en un primer momento el coche siempre arranca en modo eléctrico y una lucecita verde en el cuadro que dice Ready nos indica que realmente el coche está arrancado. Quien no esté familiarizado con los híbridos puede arrancar y para el coche cinco veces sin darse cuenta del detalle.

La marcha siempre la iniciaremos en modo eléctrico, aunque si las baterías están muy bajas o hace mucho frío, el motor de gasolina se encenderá. Cuando alcanza algo de temperatura (muy rápido) se apaga o permanece encendido cargando las baterías cuando estamos detenidos. La suavidad con la que sacamos el Lexus GS del aparcamiento es total. Basta poner la caja de cambios en D y comenzar la marcha de forma suave y en silencio. Es además el único Lexus que tiene un freno de estacionamiento eléctrico, con un funcionamiento suave y silencioso, incluso con la función Hold que nos permite soltar el pie del freno con el coche parado estando el cambio en D.

Los primeros kilómetros transcurren por ciudad, donde el Lexus GS 300h hace gala de su suavidad y ya nos muestra su insonorización con un habitáculo sumamente silencioso. Si aceleramos con suavidad es muy fácil andar en modo eléctrico, aunque si pisamos más de la cuenta el acelerador ya entrará en funcionamiento el motor de gasolina de una forma imperceptible, sobre todo si llevamos la radio encendida. Ambos motores tiene la capacidad de mover el coche de forma individual, aunque la mayoría del tiempo trabajarán juntos para reducir los consumos. El Lexus GS 300h combina un motor 2.5 gasolina de cuatro cilindros y ciclo Atkinson con un motor eléctrico. Juntos generan 223CV. El coche es de propulsión y la caja de cambios, a efectos prácticos, funciona como un variador continuo o CVT.

La potencia es más que suficiente para mover al Lexus GS 300h con soltura. Hace el 0-100 en 9.2 segundos y responde rápido a las ordenes del acelerador, aunque eso sí, en los momentos en los que la batería se descarga (subidas prolongadas) y exigimos mucho al coche, si el motor de gasolina es prácticamente el único que mueve las ruedas, se nota que no tira tanto como cuando empujan ambos a la vez. En lo relativo a la carga de las baterías, cabe destacar que nunca se descargan por completo y que cargarlas enteras es complicado y solo es posible en descensos muy prolongados, como puertos de montaña.

SONY DSC

En cuanto a confort de marcha, hablamos de una berlina realmente cómoda. Al margen de la insonorización, la suspensión filtra bien las irregularidades del terreno, con un buen compromiso con la firmeza. Si queremos practicar una conducción más divertida el GS, pese a su tamaño, ofrece un buen comportamiento. Es un tracción trasera, pero es muy noble y los controles cortan cualquier conato de sobreviraje. Si los desactivamos el GS si hará bailar un poco la zaga, aunque hay que provocarle, hay que dejarle claro que queremos ver al chico malo. De otra forma, es siempre un educado caballero, respetuoso con el medio ambiente.

Cabe destacar que la frenada es muy directa y desde que pisamos el pedal el coche frena, con consistencia en caso de frenadas de emergencia. Las levas situadas tras el volante pueden parecer muy deportivas, pero lo cierto es que su única función es retener. En subida no actúan (solo cambia el número en el cuadro), pero en bajada la retención es tal que podemos bajar un puerto de montaña lento, con mucha pendiente, tras un camión y sin a penas tener que tocar el freno.

relojes-lexus-gs-300-h

El Lexus GS ofrece tres modos de conducción: Eco, Normal y Sport. Con cada uno de ellos el coche tiene una respuesta muy diferente, siendo el salto más notorio entre Eco y Sport. En el primero al coche le cuesta más ganar velocidad y hay que presionar más el acelerador, mientras en Sport es muchísimo más ágil y vivo.Los modos Eco y Normal muestran un cuadro de relojes azul con un económetro, mientras que en Sport, el cuadro se tiñe de rojo y aparece un cuentavueltas, además de endurecerse la suspensión.

Por ejemplo, con una presión constante sobre el acelerador, en Eco mantendremos la velocidad o iremos subiendo muy lentamente, mientras que en Sport gana velocidad muy rápidamente. El modo deportivo, sobre todo en ciudad, es perfecto para esos días en los que tenemos prisa por llegar a algún sitio, porque es muy reactivo e iremos volados y en carreteras reviradas es divertido y ofrece un tacto de dirección más pesado. El Eco es el más apropiado para cuando hacemos una conducción normal, sobre todo por el tema del consumo.

SONY DSC

También está disponible el modo de conducción EV, en el que se prioriza el uso del eléctrico. El acelerador es menos sensible y nos deja acelerar más sin que salte el modo gasolina (aunque también hay que ser suave). Este modo nos permite andar sobre un kilómetro (depende del terreno) sin gastar gasolina y en completo silencio. Su funcionamiento depende del estado de carga de las baterías y de la velocidad a la que circulemos.

Un rival para los diésel

Cuando hablamos de un híbrido que no tiene un su gama un equivalente con motorización diésel, siempre surge la misma duda. ¿Consumirá menos que un rival diésel? Pues eso es lo que nos hemos propuesto averiguar durante los días de la prueba y más de 2.000 kilómetros recorridos. La mitad de ellos transcurrieron por autovías, en un viaje Madrid-Jaén y Jaén-Vitoria, logrando un consumo medio de 5,9 litros a los 100, con una velocidad media cercana a los 115km/h, siempre haciendo uso de la climatización y durante el recorrido Jaén-Vitoria con dos personas y el maletero completamente cargado. Siempre circulando en modo Eco.

SONY DSC

Si hablamos de recorridos mixtos, también podemos dar un veredicto. En más de 600 kilómetros la media acumulada osciló entre los 6.8 y 6.9 litros. Depende del ritmo que llevemos andaremos en torno a los 6.5 y 7.0 litros, lo que son buena cifras. En este caso se recorrieron todo tipo de vías a ritmos muy distintos. No hemos hecho recorridos urbanos muy continuados para sacar una cifra exacta, pero el ordenador de abordo mostraba que los consumos no se disparaban y cifras de siete litros son totalmente posibles. Es un coche ciertamente sensible al uso, si conducimos con anticipación, aprovechando las inercias y demás, el consumo de combustible es menor. Si por el contrario nos gusta divertirnos en modo Sport, tras un rato de curvas y puertos de montaña, los consumos si que pueden rondar los 10 litros, que no son nada exagerado tampoco.

Y con esto ¿Qué conclusión sacamos? Pues como suele pasar con los distintos híbridos que h probado, en autovía los diésel si tienen una ligera ventaja, que no llega ni al litro de diferencia. En cambio en recorridos mixtos la cosa se iguala bastante, si bien en el caso de los híbridos, en ciudad es donde se llevan la palma. En este Lexus GS 300h tenemos el añadido de la suavidad de marcha y el silencio, sobre todo en tráfico urbano o a baja velocidad. Es infinitamente más refinado que cualquier diésel y por consumos es plenamente competitivo, del mismo modo que los coches diésel de la competencia muestran diferencias de consumo entre sí. La compra del GS frente a una berlina diésel se puede decidir por muchos factores, pero el consumo no debería ser uno de ellos.

Lexus GS 300h Hybrid Exterior:

Lexus GS 300h Hybrid Interior:


Tasa gratis tu coche en 1 minuto ➜

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

  1. Responsable de los datos: Miguel Ángel Gatón
  2. Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios.
  3. Legitimación: Tu consentimiento
  4. Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  5. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE)
  6. Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.