Los radares de Stop o ‘ninja’ de la DGT: Qué son, cómo funcionan y dónde están instalados actualmente

  • La DGT ha comenzado a utilizar radares 'ninja' para controlar el cumplimiento de la señal de STOP.
  • Estos dispositivos se camuflan fácilmente y graban a los vehículos en cruces estratégicos.
  • Actualmente hay dos radares instalados: uno en Madrid y otro en Cuenca.
  • Saltarse un STOP conlleva una multa de hasta 200 euros y pérdida de cuatro puntos del carnet.

Radar de stop o ninja 0

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha incorporado un nuevo tipo de radar a su red de vigilancia vial en España, conocidos popularmente como radares de stop o ‘ninja’. Su principal objetivo es detectar infracciones específicas que, aunque comunes, a menudo pasan inadvertidas por los sistemas tradicionales de control, como es el caso de no detenerse completamente ante una señal de STOP. Para más información sobre estos nuevos radares, se puede consultar este artículo sobre nuevos radares de velocidad y seguridad.

Estos dispositivos se suman a los más de 2.000 radares ya existentes en todo el país, que hasta ahora se centraban principalmente en el control de velocidad. La novedad de los radares de stop o ‘ninja’ radica en su capacidad para operar de forma discreta y precisa en puntos críticos del tráfico. Más aún donde hay un alto índice de incumplimientos y riesgo de accidentes por no respetar la prioridad de paso o lo que es lo mismo, lugares donde no se cumplen las normas.

Qué caracteriza a los radares de stop o ‘ninja’…

Los radares ‘ninja’ reciben su apodo precisamente por su capacidad para pasar desapercibidos. Están diseñados para integrarse con el entorno, ya sea urbano o rural, lo que dificulta que los conductores los detecten a simple vista. A diferencia de los cinemómetros habituales que miden la velocidad, estos aparatos se centran en registrar si el conductor se detiene por completo o no al llegar a una señal de STOP. Por eso, es fundamental conocer su funcionamiento y cómo evitar infracciones.

Su tecnología incluye cámaras de alta definición y un sistema de análisis de vídeo que graba el comportamiento de los vehículos de forma continua. El sistema analiza cada escena para determinar si ha habido una detención total o una simple disminución de la velocidad, algo que muchos conductores hacen, asimilando la señal de STOP a un Ceda el Paso sin las implicaciones legales que conlleva. Para entender más sobre el margen de error de los radares, puedes leer este artículo sobre los márgenes de error de los radares de velocidad.

Cómo operan y qué consecuencias puede tener saltarse un STOP…

Radar de stop o ninja 3

Cuando un vehículo no cumple con la parada obligatoria, el sistema genera automáticamente una grabación de la infracción. Esta grabación se remite al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas (CTDA), donde personal especializado revisa el contenido antes de emitir una posible sanción. Infringir una señal de STOP mediante una detención incompleta o nula se considera una falta grave.

Según el Reglamento General de Circulación (RGC), todos los conductores deben detener completamente su vehículo en este tipo de intersecciones, y de no hacerlo se enfrentan a una multa de hasta 200 euros y la pérdida de cuatro puntos del carnet de conducir. Cabe recordar que, si la sanción se abona durante los 20 días naturales posteriores a su notificación, es posible acogerse a una reducción del 50% del importe. Para conocer más sobre el funcionamiento de los controles de velocidad, consulta este artículo sobre controles de velocidad y radares.

El artículo 151 del Reglamento General de Circulación (RGC) establece claramente la obligatoriedad de detenerse en una señal de STOP. Si no existe línea de detención marcada en el suelo, el conductor debe parar justo antes de la intersección, priorizando siempre la seguridad y el respeto de las normas. La instalación de estos radares responde, por tanto, a la necesidad de hacer cumplir esta normativa en puntos donde históricamente se han detectado muchas irregularidades.

Dónde han colocado estos dispositivos…

Actualmente, la DGT ha instalado dos radares de stop o ‘ninja’ en puntos específicos del país, estimados como zonas de alto riesgo en materia de seguridad vial. Uno de ellos se encuentra en la región de Madrid, concretamente en el kilómetro 13,95 de la carretera M-222, en el tramo que enlaza Valdaracete con Estremera. La intersección donde se sitúa conecta con la vía M-221, utilizada para ir de Brea de Tajo a Campo Real. Este punto tiene un historial significativo de infracciones relacionadas con la señal de STOP.

El segundo radar se ha colocado en la provincia de Cuenca, próximo a la localidad de Motilla del Palancar. La ubicación exacta es el kilómetro 68,88 de la carretera CM-220. También en este caso se ha elegido una intersección especialmente conflictiva, con múltiples reportes de incumplimientos y un elevado riesgo de siniestralidad. Para más detalles sobre la ubicación de otros nuevos radares, visita este artículo sobre nuevos radares en tramos de Madrid.

Además, algunos ayuntamientos han comenzado a instalar dispositivos similares dentro de su jurisdicción urbana, aprovechando sus competencias en materia de tráfico local. Es el caso de municipios como Torrejón del Rey, en Guadalajara, que ya han dado el paso de implementar esta tecnología para vigilar el comportamiento de los conductores en puntos relevantes de su red vial interna.

¿Una estrategia para reducir infracciones y accidentes o para recaudar más dinero…?

Radar de stop o ninja 2

La DGT considera que este tipo de tecnología avanzada puede ser clave para disminuir los accidentes originados por no respetar correctamente una señal de STOP. Según varios estudios, buena parte de los siniestros en vías secundarias y entornos rurales se producen precisamente por la falta de parada obligatoria en los cruces, lo que genera colisiones por no ceder el paso. Estos radares pretenden acabar con la práctica común —y errónea— de realizar una “parada fantasma”, es decir, ralentizar la marcha sin llegar a detenerse por completo.

Pere Navarro DGT
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Aunque muchos conductores creen que esto es suficiente, la norma es clara: el vehículo debe quedar completamente inmovilizado antes de reanudar la marcha, siempre cediendo prioridad a quienes circulan por la vía principal. Por el momento, el despliegue de estos dispositivos está en fase inicial, aunque desde Tráfico no descartan ampliar su presencia en más puntos del país si se confirma su eficacia tanto a nivel disuasorio como en la mejora de la seguridad vial.

Su implementación forma parte de una estrategia integral que incluye campañas de concienciación y otras tecnologías de control. Gracias al uso de tecnología puntera y su carácter casi invisible, los radares de stop o ‘ninja’ buscan convertirse en una herramienta eficaz para mejorar la disciplina vial sin necesidad de aumentar la visibilidad policial. De este modo, se pretende reforzar la responsabilidad de cada conductor, facilitando una conducción más segura y ajustada a la legalidad.

Fuente – Dirección General de Tráfico (DGT)


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