En Actualidadmotor.com estamos haciendo una prueba de larga duración con neumáticos de invierno. Ya llevamos 6.000 km con los Michelin Primacy Alpin en medida 205/45/17, es hora de recapitular las sensaciones vividas, el comportamiento en general del neumático y pararnos a hacer nuestra primera medición de desgastes
En conducción sobre suelo seco ofrecen un rendimiento bueno, algo peor al de un buen neumático de verano, pero con la ventaja de que su agarre no depende tanto de la temperatura. Otra de las ventajas que he encontrado con el neumático de invierno es que ofrece mucha más seguridad al circular por carreteras de suelo cambiante: por ejemplo, circulando en pleno invierno por una carretera completamente seca, de repente tras una curva aparece el típico sombrío donde no pega el sol. La carretera está húmeda y resbaladiza, pero los neumáticos de invierno no acusan apenas la transición entre suelo seco y húmedo.
Las prestaciones que ofrece el neumático de invierno con clima normal (15ºC) son muy similares a las que ofrece en temperaturas frías (entre 0 y 4ºC), es decir, es más lineal y progresivo. En cambio, el neumático de verano si que acusa esta diferencia de temperatura (de 15 a 0ºC), variando su comportamiento y agarre.
Por contra, el neumático de verano funcionará perfectamente de 7ºC hacia arriba, mientras que el neumático de invierno, subiendo de unos 14ºC se aleja de su temperatura de uso y no ofrecerá la misma seguridad que el neumático de verano.
Conducción en suelo mojado
Hoy el cielo está regalando abundante lluvia. Al parecer lleva lloviendo toda la noche aunque yo no me he enterado. El termómetro de mi coche marca 5ºC mientras salgo en dirección a una carretera secundaria. Aprovecho que voy por una urbanización desierta para pegar un par de frenazos en pasos de peatones…es agradable ver que las marcas viales resbalan un poco menos en mojado si llevas neumáticos de invierno. Aun así, me sigue pareciendo de vergüenza lo peligrosa que puede ser esta pintura (y que yo sepa, las motos no tienen neumáticos de invierno).
Salgo a la carretera secundaria donde me reciben abundantes charcos y un asfalto que no drena bien, pese a que esta carretera la arreglaron hace un par de años. La sensación de seguridad es superior a lo que me esperaba: el aquaplaning desaparece por completo y los neumáticos dejan una marca en la carretera claramente visible por el retrovisor. Los fabricantes de neumáticos dicen que un neumático de verano puede evacuar unos 15 litros de agua ¡cada segundo! (es decir, un cubo lleno por segundo). Desconozco cuanto pueden evacuar los Michelin Primacy Alpin que llevo, pero debe ser muchísimo.