Para que el sector del automóvil pueda crecer a nivel mundial necesita contar con herramientas que permitan a las firmas que participan en él comercializar de forma libre sus productos en todo el mundo. Hace unos días os contamos que la Unión Europa y los principales países que forman el Mercosur, iban a firmar un acuerdo comercial para la libre venta y circulación de vehículos entre ambas regiones; sin embargo, no es el único acuerdo de índole comercial que se ha estado fraguando.
Entre Japón y Europa siempre se han dado desacuerdos por los aranceles y tasas impuestos a los modelos fabricados en una y otra región. La potencia asiática, ante su política proteccionista imponía elevadas tasas a los vehículos europeos, y la Unión Europea hacía algo similar con los vehículos procedentes de oriente. Sin embargo, tras años de lucha, el sector del automóvil parece que saldrá ganando, pues según ha comunicado Automotive News ambas potencias han firmado un acuerdo comercial por el que se eliminan los aranceles desde una y otra parte.
Actualmente, los modelos ensamblados en Japón y que tenían como destino la Unión Europea debían pagar un arancel que suponía el 10 por ciento de su precio. Esta tasa a la entrada de mercancías obligaba a las firmas niponas a incrementar el precio final de venta, pues de otra forma la rentabilidad se veía diluida una vez pisaran suelo europeo. Pues bien, con este acuerdo, ya no tendrán que volver a pagarlo, por lo que «en teoría» el precio de estos coches debería bajar de media entre un 5 y un 10 por ciento.
Otro aspecto que también se ha visto beneficiado por la firma de este acuerdo tiene que ver con los repuestos y piezas de recambio. El precio que tenían que pagar las firmas asiáticas por traerlos a Europa era del 3 por ciento. Con su supresión, se volverán más económicos y por tanto se notará a la hora de fabricar sus coches y al pasar por el taller para realizar una operación de mantenimiento o reparación.
La contra parte de este acuerdo comercial tiene que ver con los productos que podrá llevar la Unión Europea a Japón. En este caso, no tienen que ver con el sector del automóvil, pues la balanza comercial es deficitaria en nuestro lado. A partir de ahora, las empresas europeas tienen vía libre para mandar al país del sol naciente quesos, vinos, carne de cerdo y vaca así como poder optar a concursos públicos en el país.
A priori puede parecer que sale perdiendo la Unión Europea, pero hay que tener en cuenta que el mercado japones en este tipo de productos es muy potente y reportará pingües beneficios. En todo caso, la firma de este tratado es una buena noticia para el sector del automóvil tanto japonés como europeo, pues las trabas a la libre circulación de sus productos se reducen. Otra cosa son los números que se desprendan.
Fuente – Automotive News