40 años y más de 30 millones de unidades fabricadas. Son cifras apabullantes que hablan por sí solas del «fenómeno de masas» que históricamente ha sido y es el Volkswagen Golf en cada nueva generación que se presenta. Y ya son siete. Volkswagen celebra cumpleaños. Pero si existe algún patrimonio innato al compacto de Volkswagen, es el de haber democratizado las tecnologías y las tendencias automovilísticas más importantes a cada época, marcando en gran parte el camino a seguir, como estrella guía, del resto de competidores de su segmento. Hagamos pues, un repaso breve por su intensa historia.
Golf I: El «auténtico», el verdadero Golf para muchos puristas. Aquél que dio comienzo no sólo a una forma de entender el automóvil, sino a un mito. El primer Golf producido en serie salió de la línea de montaje en Wolfsburg el 29 de marzo de 1974. Debía sustituir al Escarabajo, del que se habían vendido nada menos que 21,5 millones de unidades durante su vida comercial, y para ello el pliego de nuevas condiciones era arriesgado: motor frontal montado transversalmente y con tracción delantera.
Su acertado diseño, sencillo y reconocible a primera vista, fue obra de Giorgio Giugiaro y Volkswagen Design. Su aprovechamiento inteligente del espacio convenció al público, lo que permitió a la marca que en octubre de 1976 ya se celebrase la producción del Golf número un millón. En 1976 llega la versión GTI a revolucionar el sector, a imponer unas siglas, y ese mismo año el modelo D diesel atmosférico. El GTD llega en 1982, marcando la tendencia en rendimiento y prestaciones del sector entre vehículos diesel. Es tambén en 1979 cuando el Golf cabrio nace, convirtiéndose al poco tiempo en el descapotable más vendido del mundo.
Golf II: Su turno llega en agosto de 1983, y la mejora de espacio es la principal baza a favor del nuevo diseño, algo más grande que su antecesor, y de líneas igualmente muy características. Es el último de la saga en conservar el frontal con faros redondos, que ya nunca abandonaría la imagen asociada al Golf. Introdujo innovaciones técnicas como el catalizador regulado en 1984, el sistema antibloqueo de freno ABS, en 1986, y la dirección asistida en su segmento, y fue el primero que se pudo encargar con sistema de tracción a las cuatro ruedas (modelo Syncro, 1986). Sus versiones GTI de 8 y 16 válvulas y G60 se ganaron la fama de vehículos deportivos ligeros y equilibrados que aumentaron su reputación.
Golf III. Lanzado en agosto de 1991, fue el primero de la gama en tener airbags frontales, a partir de 1992. La seguridad avanzó muchos enteros, con mejoras importantes ante impacto y accidente. Introduce el primer motor de 6 cilindros en la categoría con su versión VR6. Llegan dispositivos como el control de crucero, el catalizador de oxidación diésel (1991) y los primeros motores diésel de inyección directa (TDI, en 1993). Asimismo, el ABS se convirtió en equipamiento de serie a partir del 96. Pasa lastimosamente por ser la generación más «descafeinada» de cuantas han existido, pese al soberbio rendimiento de su versión VR6, y también por renunciar a su característico frontal.
Golf IV. Introduce el diseño limpio y estilizado que abre las puertas al nuevo siglo. Sus carenados son ahora más redondeados y envolventes. Debuta con el sistema ESC en 1998 como opción, algo inédito en el segmento, que pasaría a ser de serie posteriormente. Tiene también el «mérito» de ser el primer modelo de la marca con tracción total mediante embrague Haldex: el sistema 4MOTION. Llegan las mecánicas de inyección directa FSI, y en 2003 el prestacional R32 con la opción de montar el primer cambio de tipo DSG de Volkswagen.
Golf V. El salto cualitativo más destacable para por recurrir a una carrocería soldada con láser, que garantiza un incremento del 35% en rigidez torsional. Ello convierte al Golf en el compacto de la marca alemana más estable y equilibrado fabricado hasta el momento. Su diseño cede ante las nuevas tendencias que le hacen perder parte del encanto de los dos volúmenes en pos del espacio interior. Una nueva suspensión trasera de tipo multibrazo, el DSG de siete velocidades, los faros delanteros bi-xenón, el techo solar y el primer motor sobrealimentado (TSI, en 2006), con compresor y turbo, son sólo algunos de sus meritorios alcances. Nace la primera generación Bluemotion.
Golf VI. Su presencia en el mercado dura desde 2008 hasta finales de julio de 2012, tiempo durante el que se produjeron 2,85 millones de unidades. Resuelve en gran medida la anodina sencillez de la anterior generación, con la que comparte gran cantidad de componentes aún. Aumenta considerablemente su robustez, lo que le permite por primera vez alcanzar las 5 estrellas en el test de EuroNCAP. También con esta generación se da un empujón a la segunda generación Bluemotion. Las mecánicas diesel pasan a ser de tipo common rail, mientras que para ayudar al conductor se implementan nuevos sistemas de asistencia.
Golf VII. Desde el 4 septiembre de 2012 lleva presente en el mercado. El avance más significativo, no es una ganancia, sino una pérdida: su peso logra ser rebajado hasta en 100 kg. Nuevos sistemas de asistencia a conducción, como el sistema pre-crash y anti colisiones múltiples, lo convierten en un referente en seguridad. Su consumo es nuevamente optimizado y desciende aún más el nivel de emisiones. Pronto, el nuevo Volkswagen e-Golf estará también en el mercado. Pero también lo hará un nuevo GTE, que por primera vez será lanzado en versión híbrida enchufable.
Como ya he comentado al inicio, en agosto de 2013 se fabricó la unidad 30 millones del Volkswagen Golf. Cualquier comentario al respecto de su éxito, sobra. Quienes además hemos sido propietarios de alguna unidad de sus múltiples generaciones, conocemos las bondades y defectos de de que adolece. El modelo se produce en Wolfsburg (Alemania), Zwickau (Alemania), Foshan (China) y Puebla (México), lo que garantiza una cobertura a nivel mundial. Larga vida al Rey de los compactos.
