Hace más de un año que el Citroën C5 Aircross hiciera su primera aparición oficial en el Salón de Shanghái de 2017. Sin embargo, desde aquel entonces, poco se había sabido de la variante que llegaría al mercado europeo. Hasta hoy. La marca francesa ya ha hecho oficial su nuevo crossover que, en teoría, viene a sustituir a la berlina del segmento D, el Citroën C5.
Visto el éxito del Citroën C3 Aircross, no es de extrañar que la firma del doble chevrón apueste por llevar ese estilo a un modelo de mayores dimensiones, como así se refleja en este nuevo Citroën C5 Aircross. Antes de nada, cabe recordar que el nuevo modelo toma como base la plataforma EMP2, que es la misma que utilizan los Opel Grandland X, Peugeot 3008 y 5008. Vamos a conocerlo al detalle.
Mantiene la estética divertida de los últimos modelos
Estéticamente, el Citroën C5 Aircross hereda los rasgos de diseño que debutaron hace ya 4 años en el exitoso C4 Cactus, y que recientemente han sido exportados a la gama C3. En el frontal, unas finas líneas continúan de los extremos del logo de la marca y en las esquinas nacen las luces de diurnas de LED. Por debajo de estas, y separados, se encuentran las ópticas principales -que también pueden ser de LED-, comunicándose entre sí por una ancha parrilla.
Alrededor de toda la carrocería, en las zonas inferiores, no faltan las típicas protecciones que todo crossover parece estar obligado a llevar; al igual que los railes en el techo. En el lateral destacan la simulación de un techo flotante, por el tono oscuro del pilar posterior, y las protecciones laterales conocidas como airbumps. Las llantas serán de 17, 18 o 19 pulgadas. En la retaguardia llaman especialmente la atención las formas ovales del tramado interior de los pilotos y la voluminosa protección en negro del paragolpes.