El lanzamiento del cohete Falcon Heavy de SpaceX ha sido todo un éxito. Una misión que no ha estado exenta de escollos, como los retrasos que vimos en la retransmisión en directo o los problemas para traer uno de los cohetes de vuelta. Aun así, el objetivo de despegar y poner su carga en órbita ha sido cumplido. El Tesla Roadster que iba en su interior ya está en el espacio.
Tras los retrasos causados por una racha de viento que podía poner en peligro la misión, el Falcon Heavy despegó aparentemente sin ningún problema. Al igual que pudimos ver en el vídeo de simulación, el cohete está compuesto de tres Falcon 9, que es un modelo más pequeño que usa SpaceX para sus trabajos. Una vez alcanzada la velocidad y altura adecuadas, dos de estos cohetes se desprenden del Falcon Heavy y emprenden la maniobra de regresar a tierra para no perder los componentes, -esta proeza, en la que SpaceX es pionera, es la que les permite ahorrar costes hasta casi la cuarta parte.
Vídeo del lanzamiento de SpaceX con el Tesla Roadster en el interior
Tras otra fase en la que el cohete central sigue impulsando el Falcon Heavy, este se desprendió también para realizar la misma maniobra que sus dos compañeros, sin embargo, esto no llegó a ocurrir por no poder encender todos los motores necesarios para ralentizar su aterrizaje. En lugar de llegar suavemente a la plataforma marítima que le esperaba tuvo que desviar su recorrido para estrellarse contra el océano a una velocidad aproximada de 500 km/h.
Mientras tanto, lo que queda del Falcon Heavy continuaba su viaje para alcanzar la órbita baja en la que debía liberar su carga: el Tesla Roadster. Un colofón final para esta misión que pudo cumplir sin incidentes mayores. El coche eléctrico está flotando en el espacio con un muñeco con traje espacial sentado al volante. Un guiño muy especial a la otra compañía de la que, al igual que SpaceX, también es CEO Elon Musk.