A finales de 2016 Ford nos presentaba el relevo generacional del Ford Fiesta. El modelo para el segmento B de la marca americana ya lleva unos meses en el mercado; de hecho, ya lo hemos probado a fondo y os hemos contando todas nuestras impresiones. El caso es que durante el Salón de Ginebra de 2017 conocimos a su versión más prestacional, el Ford Fiesta ST.
Esta variante deportiva recurre, por primera vez en su historia, a una mecánica de 1.5 litros con tres cilindros y sobrealimentación por turbo para propulsarse. Con 200 CV a 6.000 rpm y 290 Nm de par disponibles entre 1.600 y 4.000 vueltas, el nuevo Ford Fiesta ST es capaz de alcanzar una punta de 232 km/h, acelerando de 0 a 100 en 6,5 segundos gracias a una función “Launch Control”. Pero esto no es todo.
El lanzamiento comercial del nuevo Ford Fiesta ST está, como quien dice, a la vuelta de la esquina. La marca del óvalo azul ya nos confirmó meses atrás que el motor 1.5 EcoBoost sería capaz de desactivar su cilindro central para reducir los datos de consumos y emisiones contaminantes, y ahora afirma que este modelo podrá equipar un diferencial autoblocante Quaife de forma opcional.
Transmitir 200 CV al eje delantero en un coche de estas dimensiones y pesos no es sencillo, pues la tendencia al subviraje se incrementa y no permite abrir gas de forma agresiva cuando empezamos a ver la salida de la curva. ¿Por qué? Porque el neumático interior pierde apoyo y el efecto diferencial hace que sea esa la rueda que más energía reciba; perdiendo aún más agarre y disminuyendo la capacidad de aceleración del vehículo y, por ende, su guiado.