Hablar de un coche actual con mucha historia a sus espaldas es hablar del Volkswagen Golf. Un modelo que nacía en 1974 y que pronto se convertiría en un coche icónico, con millones de seguidores en todo el mundo que aún a día de hoy valoran el gran trabajo de la firma alemana en todas y cada una de sus siete generaciones. Sin embargo, es muy probable que este modelo nunca hubiera llegado a ser lo que es sin las versiones de mejores prestaciones con las siglas GTI que nacían con el Volkswagen Golf GTI hace 40 años, en 1976, dos años después del lanzamiento de la primera generación.
GTI, tres letras que a todo amante del motor le deben recordar a los mejores años de la automoción. Al escuchar las siglas GTI pensamos en los divertidos, pequeños, rápidos, entrañables y económicos coches de los años 80. Unos vehículos producidos para disfrutar a sus mandos, de los que transmiten sensaciones desde el volante hasta el asiento, pasando por los tres pedales y la palanca de cambios. Ruidos, vibraciones y materiales que hoy en día dejarían mucho que desear para la mayoría de los clientes, pero así nacían los GTI y así enamoraron a todo el que condujo alguno de ellos.
Sin embargo, y aunque hoy en día utilicemos (tanto los apasionados a los coches como la gran mayoría de marcas) las siglas GTI para referirnos a modelos compactos de altas prestaciones, solo hay un GTI original, y es el Volkswagen Golf GTI. Es por eso que, en este 40 aniversario del modelo, queramos rendirle un homenaje especial; un homenaje que se merece. Vamos a repasar las siete generaciones del Golf GTI desde su primer lanzamiento en 1976 hasta nuestros días, pasando por cada una de las siete generaciones GTI (y versiones más especiales), que la marca del “coche del pueblo” ha otorgado a su modelo más representativo de las últimas décadas.
Golf GTI primera generación (MK1) 1976 – 1984
La historia del nacimiento del Volkswagen Golf 1 GTI es de lo más curiosa. Un ingeniero trabajador de la marca alemana quería realizar un Golf más prestacional que las versiones “normales”. Comentó la idea a los altos cargos de la marca aunque, según cuenta la leyenda, estos denegaron el proyecto. Tal era el convencimiento por parte del empleado con una variante deportiva del compacto alemán, que decidió desarrollarlo a espaldas de los altos cargos.
Introdujo un motor 1.6 con inyección indirecta Bosch k-Jetronic de gasolina, que alcanzaba su potencia máxima de 110 cv pasadas las 6.000 rpm, asociado a una caja de cambios de cuatro velocidades. Para mejorar el paso por curva redujo la altura de la suspensión un par de centímetros. Las pruebas de este modelo modificado no daban lugar a dudas, y es que mejoraba considerablemente el comportamiento respecto a las versiones “normales” y el coste de producción era aceptable.
De este modo, en 1975, el Volkswagen Golf potenciado llegaba al Salón del Automóvil de Frankfurt. Como querían que fuera ligeramente diferente a nivel estético, se presentó con los asientos tapizados a cuadros que hoy en día se siguen comercializando, el famoso pomo del cambio simulando una pelota de golf y unos perfiles de color rojo en la parrilla delantera además de, cómo no, las siglas GTI que responden a “Gran Turismo Inyección”. Con 110 cv y un peso de 800 kilos, el Golf GTI era un vehículo utilizable a diario y suficiente para aquellos que querían un extra de pimienta en su compacto, pudiendo acelerar de 0 a 100 km/h en 9 segundos.
La idea principal fue comercializar una tirada de 5.000 unidades; una barrera que los chicos de Volkswagen tuvieron que quitarse de la cabeza pocas semanas después de lanzarlo en 1976. La acogida por parte del mercado a este deportivo de pequeñas dimensiones no pudo ser mejor y los altos cargos tuvieron que darle la razón a aquel ingeniero que potenció el Volkswagen Golf para convertirlo en el Golf GTI.
Tres años después decidieron realizar una actualización sobre el compacto de 3,7 metros, variando ligeramente su estética e introduciendo una transmisión de cinco relaciones. Más tarde introduciría el motor 1.8 que, pese a solo conseguir 2 cv más, elevaba su par motor y permitiendo rebajar el tiempo en el 0 a 100 hasta los 8,2 segundos. También llegaría alguna edición especial como el Golf Pirelli-GTI. Pasaron los años y, con el relevo generacional del Volkswagen Golf, el GTI original llegaba al fin de sus días. Por suerte hemos tenido y seguimos teniendo GTI por muchos años más, aunque al Golf 1 GTI es al que más cariño se le suele tener.
Golf GTI segunda generación (MK2) 1984 – 1992
Llegaba el año 1983 y Volkswagen presentaba la segunda generación del Golf, el Volkswagen Golf 2. Mantenía la esencia de su predecesor, aunque ahora llegaba con una mayor habitabilidad conseguida gracias a unas nuevas dimensiones que crecían hasta rozar los 4 metros en la longitud total del nuevo compacto. Con el gran resultado que el Golf 1 GTI había dado a la marca en los años anteriores, Volkswagen no tardó en crear y lanzar esta particular versión deportiva en el Golf de segunda generación.
El Golf 2 GTI aparecía por primera vez en 1984, manteniendo el mismo propulsor de 1.800 centímetros cúbicos y 8 válvulas de la primera generación, aunque aumenta ligeramente su potencia hasta los 112 cv. Las mayores dimensiones y el prácticamente indiferente aumento de potencia hicieron que el Volkswagen Golf GTI se dulcificara tímidamente, aunque seguía siendo un coche muy divertido de conducir.
Al igual que en la primera generación, las variantes GTI querían distinguirse estéticamente de las versiones más convencionales del Golf. Por ello, volvieron a repetir la misma fórmula que en el Golf 1 GTI, introduciendo las siglas GTI, una parrilla distinguida con una línea roja, y detalles rojos además de los tapizados de cuadros en el interior, unos elementos que han seguido con los Golf GTI hasta nuestros días en prácticamente todas las generaciones del Volkswagen Golf GTI. También, en esta segunda generación, el pomo de la palanca de cambios hacía un guiño a una pelota de golf de color negro.
Para no perder atributos, Volkswagen lanzaba, en 1985, una nueva versión del Golf 2 GTI con un bloque de 1.800 cc nuevamente, aunque utilizando una culata de 16 válvulas. La potencia se elevaría en este caso hasta los 139 cv, una potencia más que digna para un coche de la época. Sin embargo, solo un año después, las normativas anticontaminación hicieron introducir un catalizador en el escape, que haría perder 5 cv al 8 válvulas y 10 cv al de 16 válvulas.
La década de los 80 finalizaba y entrábamos en los fabulosos años 90. Justo en 1990 la marca alemana de Wolfsburgo decidió que era buen momento para lanzar una actualización del compacto, con algunos leves cambios estéticos para dar un último empujón a las ventas del Golf 2, que solo dos años después cesaría su producción. Pero lo más importante ocurrido en 1990 en el “mundo Golf” fue la introducción de dos variantes que tomaban como base la versión GTI de 8 válvulas: el Golf G60 y el Golf Rallye.
Ambas variantes introducían el sistema de sobrealimentación por compresor volumétrico G (que también adoptaría el Polo en la versión G40). Gracias a esta importante mejora mecánica, el Golf G60 elevaba su potencia hasta los 160 cv, pasando totalmente desapercibido ya que la carrocería era prácticamente idéntica a la del GTI 8v, aunque cambiando sus llantas. En el caso de la variante Rallye, estéticamente era más exclusivo con aletas más anchas, ópticas delanteras de forma rectangular y los paragolpes pintados en el mismo color de la carrocería. Además, el Rallye equipaba un sistema de tracción integral Syncro, que marcaba la diferencia cuando se necesitaba una gran tracción. Por desgracia, solo se fabricaron 5.000 unidades del Golf Rallye y a un precio inalcanzable para la sociedad media.
Golf GTI tercera generación (MK3) 1992 – 1998
En 1991 Volkswagen mostraba al público la tercera generación del Golf, el Volkswagen Golf 3. Una generación en la que su modelo dio un gran salto pero, en lo que a la deportividad del turismo se refiere, se podría decir que perdió. Sin embargo, y pese a que los más puristas que ya habían “catado” alguna de las dos generaciones anteriores quedaron decepcionados, los registros de ventas del Golf 3 indican que esta generación resultó efectiva.
El nuevo Golf, el MK3, mejoraba en muchos aspectos, especialmente en equipamiento y seguridad. Estéticamente “unió” los dos focos delanteros por esquina del MK2 para que la iluminación principal delantera se ubicara en un solo faro, aunque los intermitentes seguían estando en una posición más baja e independiente. La parte trasera apenas cambiaba, manteniendo las formas principales de su predecesor. Por otro lado, el Golf 3 estaba disponible en tres carrocerías diferentes: 3 puertas, 5 puertas y el familiar Golf Variant.
Sin embargo, y pese a utilizar buena parte del chasis del Golf 2, su longitud volvió a crecer, lo que le permitió contar con un habitáculo muy confortable. Pero al crecer su volumen, también creció su peso, por lo que, y ahora con mayor claridad, el Golf GTI perdió mucha diversión en esta tercera generación. Eso sí, gracias a la incorporación de airbags, ABS y una estructura más estudiada, daba un gran salto en cuanto a lo que seguridad se refiere.
Pero mejor vamos a centrarnos en la versión que todo este extenso artículo nos está ocupando, la GTI. En cuanto a la estética del Golf 3 GTI, no había muchas diferencias en comparación con los cambios que recibían los GTI predecesores respecto a los modelos de inferior gama.
El Golf GTI de tercera generación volvía a estar disponible con dos motorizaciones diferentes y dejaban de lado los bloques de 1.800 cc en favor de los 2 litros. La principal diferencia mecánica entre ambas variantes volvía a estar en la culata. Volkswagen comercializaba el Golf 3 GTI de menor potencia con una culata de 2 válvulas por cilindro, que rendía 115 cv a pleno rendimiento. Según declaraba la marca, podía realizar el 0 a 100 km/h en 9,9 segundos y homologaba un consumo de 7,8 litros a los 100 km.
Meses después de lanzar el GTI de 8 válvulas llegaría la segunda versión del GTI con 16 válvulas. Entregaba una potencia de 150 cv a 6.000 rpm, y alcanza los 100 km/h en 8,5 segundos, unas cifras similares a las del GTI original. Mientras tanto, su consumo mixto homologado era de 9 litros, aunque en la realidad eran imposibles de alcanzar. Gracias al motor de 150 cv, los más apasionados de los GTI perdonaron a la marca la reducida deportividad de la variante de 8 válvulas.
Pese a todo, nuevamente debemos mencionar dos versiones que, si bien no pertenecían a la gama del Volkswagen Golf 3 GTI, fueron muy influyentes en esta tercera generación del modelo. Primero, y aunque es posible que los más aficionados a los compactos de altas prestaciones me critiquen (pido perdón), debemos comentar que el Golf MK3 fue el primer Golf que utilizó un motor diésel de inyección directa. El TDI llegaba al Golf. Con 1.9 litros de cilindrada entregaba 90 cv con un consumo muy contenido y, posteriormente, llegaría otra variante de 110 cv.
La segunda versión fuera de la familia GTI que queríamos mencionar es el Golf VR6. El Volkswagen Golf VR6 utilizaba una motorización muy poco usual, ya que era un punto intermedio entre un motor en V y un motor en línea, conociéndose como “V estrecha”, y es que las dos bancadas hacían un pequeño ángulo de 15 grados. En total, el volumen de los cilindros ascendía hasta los 2.800 cc y su potencia era de nada menos que 174 cv. Toda esta potencia se enviaba igualmente en el eje delantero, pudiendo pasar de 0 a 100 km/h en solo 7 segundos, mientras brindaba un sonido característico y espectacular.
Para muchos, este Golf 3 GTI no era un vehículo digno de llevar esas siglas por los motivos que antes hemos citado. Sin embargo, fue una de las generaciones del GTI más vendidas y, a día de hoy, es fácil ver a diario varios Golf GTI MK3 por nuestras calles con varios cientos de miles de kilómetros en su marcador. La comercialización de esta generación terminaba en Europa en 1998, dando paso al lanzamiento de su natural relevo generacional, el Golf 4.
Golf GTI cuarta generación (MK4) 1998 – 2003
La cuarta generación del Volkswagen Golf aparecía en el año 1998 y, con ella, llegaba la ya tradicional variante de prestaciones mejoras, el Golf 4 GTI. Al igual que en el salto generacional anterior, al pasar del Golf 3 al Golf 4, había muchos cambios, pero seguía manteniendo un diseño demasiado continuista; y es que en la marca del “coche del pueblo” siempre han tenido la filosofía de que “si algo funciona, ¿para qué modificarlo demasiado?”.
De esta manera llegaba el Volkswagen Golf 4 GTI. Como la receta estética de su predecesor gustó al público, cambiaron pocos ingredientes. Una imagen exterior ligeramente más actual para el momento, unos pilotos traseros muy diferentes a los anteriores, llantas de nuevos diseños, mejoras en las calidades y et voilá, ya tenemos la carrocería del Golf 4. En el interior, el nuevo Golf recibía un salpicadero prácticamente idéntico al utilizado por el Volkswagen Passat de la época, que se había presentado un año antes. Pese a que su diseño no era muy atrevido, los materiales y ajustes eran superiores a los de la mayoría de la competencia.
La mayor pega que muchos vieron al Volkswagen Golf GTI de esta generación fue su estética. Más allá de las llantas BBS y de las siglas GTI que aparecían en el portón del maletero, era imposible distinguirlo del resto de versiones del compacto alemán, y es que en el interior tampoco había claros cambios que lo diferenciaran del resto. Volkswagen estaba aburguesando su mito también en el plano estético.
Entrando ya en el apartado mecánico, el Golf 4 GTI volvía a utilizar un bloque de 1.800 cc. En este caso, la culata estaba compuesta por un total de 20 válvulas, recurriendo también al turbo para mejorar su rendimiento. La potencia se situaba en 150 cv, pero lo mejor de esta mecánica era su patada gracias al turbo, no haciendo falta subir tanto de vueltas el régimen de giro para obtener unas buenas sensaciones de aceleración.
El 1.8 Turbo entregaba su potencia máxima a 5.700 rpm, mientras que el par motor máximo de 210 Nm se encontraba disponible desde solo 1.750 rpm y hasta algo más de 4.500. Esto, junto a su cambio manual de cinco relaciones le permitía pasar de 0 a 100 en 8,5 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 216 km/h según la compañía alemana. Los consumos mixtos homologados eran de 7,8 l/100.
Con la misma potencia pero con una mecánica muy distinta llegaría el Golf VR5. Al igual que el VR6 de la generación anterior, contaba con una extraña disposición de los cilindros, con una V estrecha a 15 grados. Sin embargo, en lugar de utilizar seis cilindros, contaba con solo cinco.
Los petrolheads criticaron, y mucho, que se utilizaran por primera vez las siglas GTI asociadas a una mecánica diésel. Y es que Volkswagen introdujo una versión, dentro de la gama GTI, con el motor 1.9 TDI de 150 cv. Esta mecánica fue la misma que tan buenos resultados en cuanto a ventas se refiere dio al Seat León de primera generación. De todas las generaciones del Volkswagen Golf, solo en esta cuarta ha habido un GTI diésel, utilizando las siglas GTD para denominar a la variante deportiva con motor de gasoil en todas las demás existentes.
En 2001 se cumplía el 25 aniversario de la denominación GTI de Volkswagen. Ese cuarto de siglo llevó a los encargados de producto a lanzar una variante GTI 25 aniversario que, entre otras cosas, hacía crecer la potencia hasta llegar a los 180 cv.
También en este cuarto modelo del Golf existió una variante más prestacional por encima del GTI, el Volkswagen Golf R32. Llegaba en 2002 con un motor de seis cilindros en V atmosférico, 3.200 cc y 241 cv, que se transmitían al asfalto mediante las cuatro ruedas gracias al sistema de tracción integral 4Motion de la marca. Esta versión estrenaba el cambio de doble embrague DSG, aunque también estaba disponible con cambio manual.
La vida comercial del Golf 4 en el viejo continente finalizaba a lo largo del año 2003, dejando paso a su sucesor.
Golf GTI quinta generación (MK5) 2003 – 2008
Parece que el cambio de siglo y de milenio hizo mella a las ideas de diseño dentro de la marca de Wolfsburgo. En 2003 aterrizaba la quinta generación del popular modelo alemán, el Volkswagen Golf 5, con un cambio brutal respecto al cuarto Golf. Estrenaba plataforma, actualizaba motorizaciones, ganaba espacio, crecía en tamaño exterior (volvía a aumentar su peso) e introducía unas tecnologías mucho más conseguidas.
A nivel dinámico, y en todas las versiones, el Golf introducía por vez primera el sistema de suspensión posterior multibrazo, que garantiza un gran “pegado” del eje trasero al asfalto en prácticamente cualquier situación y un gran confort de marcha en vías rápidas.
Si bien en el apartado del Golf 4 hablábamos de un salpicadero muy bien rematado, en el caso de esta generación debemos repetirlo. Seguía siendo sobrio, muy alemán, y se utilizaba también en el Passat o en el Touran, pero la calidad de ajustes era exquisita y resultaba más actual para la época.
En el caso de la variante GTI, volvía a tener una mayor diferenciación estética respecto a sus hermanos de gama, aunque en el exterior no era tan llamativa como muchos hubieran querido. Los paragolpes eran diferentes, volvían a aparecer detalles rojos en la calandra principal, unas llantas muy llamativas y diferenciadas del resto de modelos y dos salidas de escape a un lado. En el habitáculo, el Golf 5 GTI recuperaba sus asientos con tapizados a cuadros perdidos anteriormente y un salpicadero diferenciado del resto de versiones entre otras cosas.
Pasando a lo que realmente nos importa de este artículo, el Volkswagen Golf GTI de quinta generación introducía, por primera vez, la inyección directa de gasolina con turbo. Utilizaba un tetracilíndrico TFSI de 2 litros con sobrealimentación por turbo que rendía 200 cv entre las 5.100 y 6.000 rpm, además de un par motor de 280 Nm entre 1.800 y 5.000 rpm. De esta manera, el Gran Turismo Inyección disponía de una buena energía prácticamente a cualquier régimen de giro. De forma opcional, el Golf 5 GTI se podía asociar al cambio robotizado de doble embrague DSG.
Pese a seguir siendo un coche utilizable en el día a día, su mayor peso, superficie expuesta al aire y potencia, aunque contaba con una tecnología de inyección moderna y ahorradora, el consumo de carburante seguía siendo algo elevado, homologando 8 litros prácticamente imposibles de alcanzar en la rutina diaria.
Por otro lado, con aproximadamente 1.500 kg de peso era capaz de detener el crono en 6,9 segundos en el 0 a 100 km/h, tocar los 233 km/h de velocidad punta y recorrer el mítico trazado antiguo de Nürburgring en menos de 9 minutos. Sin embargo, su dinámica de conducción, aunque permitía circular muy rápido con él, perdía parte de las sensaciones que se transmitían al conductor. El lado positivo es que los límites estaban muy altos y era posible conducirlo a ritmos elevados con una alta sensación de seguridad.
En esta generación también existió un Volkswagen Golf R32 que llegó al mercado en 2005. Respecto al R32 de la cuarta generación, en la quinta la potencia máxima ascendía hasta los 250 cv, que se alcanzaban por encima de las 6.000 rpm, mientras que el par motor era de 320 Nm. Su velocidad punta era de 250 km/h y tardaba solo 6,5 segundos en pasar de 0 a 100 km/h. Un auténtico avión.
En 2006 el Volkswagen Golf GTI cumplía su 30 aniversario. Esto llevó a la marca a lanzar una edición especial con mayor carácter, el Golf GTI “Edition 30”. La principal diferencia venía dada de una mayor entrega de potencia del 2 litros TFSI, que conseguía 30 caballos más para llegar a los 230 cv, mientras que su par motor pasaba de 280 a 300 Nm. Esos 30 caballos y 20 Nm de más, conseguían que el Golf GTI 30 aniversario pudiera realizar el 0 a 100 en 6,6 segundos y alcanzar los 245 km/h.
El Golf 5 GTI abandonaba su comercialización en Europa a finales de 2008. Tal vez esta generación del GTI haya sido la más equilibrada entre prestaciones, confort y seguridad, aunque las siguientes, como veremos a continuación, la superaron en otro aspecto que decimos que no suele importar en un coche de estas características pero realmente sí importa: el consumo.
Golf GTI sexta generación (MK6) 2009 – 2012
Pese a que la marca lo anunciaba como un modelo nuevo, el Golf 6 no fue más que una actualización del Golf 5; y no un relevo generacional. Siempre decimos que los cambios generacionales se suelen realizar cada 8 años aproximadamente, mientras que el MK5 debutaba en 2003 y era retirado en 2008. El MK6 veía la luz en 2008 para desaparecer finalmente en 2012. Por tanto, la vida real del modelo fue de 9 años.
Curiosidades aparte, el Golf 6 se mostraba con una apariencia muy similar a la de su predecesor. En el exterior aparecían leves cambios en los parachoques, parrilla delantera, faros delanteros y pilotos posteriores, estos últimos con unas formas más redondeadas en lugar de las angulosas de la generación anterior. Si algo caracterizaba tanto al MK5 como al MK6 fue su buen rodar en todo tipo de carreteras y la buena nota que conseguía en todos los aspectos; no era sobresaliente en ninguno, pero sí más que notable en todos ellos.
Aunque el Golf 6 llegaba al mercado a finales de 2008, no fue hasta el 2009 cuando la versión GTI aterrizó en los concesionarios europeos. A nivel dinámico hubo pocos cambios más allá de los 10 cv extra. El GTI MK6 utilizaba el mismo 2.0 TSI de cuatro cilindros, aunque pasaba de los 200 a los 210 caballos.
Como en todas las generaciones hasta el momento, el Golf 6 GTI contaba con tracción delantera. Estos 10 cv de más no fueron suficientes para conseguir detener el crono antes que su predecesor en el 0 a 100, necesitando también 6,9 segundos. Sin embargo, utilizaba un sistema electrónico denominado XDS que hacía las veces de diferencial autoblocante, lo que le permitía salir más rápido de las curvas reviradas, pudiendo hundir el pedal derecho antes de tener el coche totalmente recto. Por otro lado, la velocidad punta declarada pasaba de 233 km/h a 240 km/h.
Por lo demás, respecto al Golf 6 GTI, prácticamente no podemos mencionar más datos y diferencias con su predecesor. Eran prácticamente el mismo vehículo solo que con un diseño ligeramente diferente y 10 cv más.
La sexta entrega del Volkswagen Golf no contó con una variante R32, sino con el Golf R. Dejaba de lado el V6 de 3,2 litros en favor de un tetracilíndrico de 2 litros con sobrealimentación mucho más eficiente. Esta variante rendía unos más que a tener en cuenta 271 cv, que se transmitían nuevamente a las cuatro ruedas mediante el sistema de tracción 4Motion.
En 2011 el Golf GTI celebraba su 35 cumpleaños y, prácticamente como ya era tradición, se presentaba una edición conmemorativa del Golf GTI. Al igual que ocurrió 5 años antes con la edición 30 aniversario del GTI MK5, esta variante aumentaba su potencia. El 2 litros TSI era sobrepotenciado hasta los 235 cv, consiguiendo un par motor de 300 Nm. Gracias a estas cifras el 0 a 100 km/h se podía realizar en solo 6,6 segundos y la velocidad punta casi rozaba los 250 km/h.
La verdad es que el Golf 6 GTI, y las versiones convencionales de la sexta generación, aunque obtuvieron buenas cifras de ventas, pasaron por el mercado casi sin pena ni gloria, dejando paso a la séptima entrega de esta saga en 2012.
Golf GTI séptima generación (MK7) 2013 – ?
Ya hemos hecho el repaso a las seis primeras generaciones y nos enfrentamos a la séptima y, por ahora, última generación del Volkswagen Golf. El compacto llegaba a nuestros concesionarios, carreteras, calles y garajes en 2012, aunque la variante GTI estaría disponible un año más tarde.
Nuevamente, a nivel estético nos encontramos con pocos cambios (a estas alturas ya habrás podido comprobar que Volkswagen es una marca bastante continuista). Es fácilmente reconocible como un Golf se mire por donde se mire. Respecto al Golf anterior, en el Golf 7 parece que solo cambian faros, paragolpes y algunos detalles del interior, aunque en el exterior se podía ver como Volkswagen dejaba a un lado las formas redondeadas estrenadas en el frontal del Golf 5 en favor de unos rasgos algo más afilados y ligeramente más agresivos. Sin embargo, el salto evolutivo es mayor de lo que parece, ya que las modificaciones principales no están a la vista.
El Volkswagen Golf Mk7 era desarrollado sobre la nueva plataforma modular MQB del Grupo Volkswagen, por lo que era un vehículo totalmente nuevo aunque a nuestros ojos se pareciera mucho al modelo saliente. ¿Qué conseguía Volkswagen con esta nueva plataforma? La marca alemana podía ajustar mejor las dimensiones del compacto. Aumentaban el volumen exterior y las dimensiones en todas sus cotas, excepto la altura, que se reducía libremente. La nueva plataforma les permitía aprovechar mejor cada rincón, y es por esto que el Golf de séptima generación se convertía en el Golf con mayor espacio en el habitáculo de la historia.
En el interior, además, se hacía notar un nuevo salto en materia de calidad y nuevos equipamientos. Entre ellos, un salpicadero presidido por una pantalla táctil de 8 pulgadas a través de la que se gestionaba todo el sistema de lo que ya se empezaba a denominar infotainment. También se introducían mejorados sistemas de ayuda a la conducción como el control de velocidad adaptativo con función de frenada, aparcamiento automático o detector de fatiga.
Pasando al Volkswagen Golf 7 GTI, vuelve a utilizar el 2 litros de gasolina con sobrealimentación por turbo e inyección directa de gasolina. Ahora, la variante deportiva de tracción delantera rinde una potencia de 220 cv y un par motor bastante más elevado que llega a los 350 Nm. Puede parecer que el aumento de potencia es leve, pero lo más interesante es su forma de entregar tanto esos 220 cv como los 350 Nm. La potencia máxima está disponible desde 4.500 a 6.200 rpm, mientras que los 350 Nm de par se entregan entre 1.500 y 4.400. Esto significa que prácticamente en todo el rango de revoluciones tendremos una buena reserva de energía, lo que se suele llamar, coloquialmente hablando, como un motor muy lleno.
Con estas cifras y la forma de entrega, además de un peso de 1.350 kg, el último GTI hasta el momento es capaz de pasar de 0 a 100 en 6,5 segundos y rodar a 246 km/h. Por otro lado, su consumo homologado (aunque ya sabemos que suele estar lejos de la realidad) es de solo 6 litros cada 100 kilómetros recorridos.
También en 2013 aparecía una edición denominada Golf GTI Performance, que aumentaba en 10 cv la potencia del GTI normal situándose pues en 230 cv, mientras que el par motor seguía siendo idéntico pero llegaba en su cifra máxima de 350 Nm hasta las 4.600 rpm. La diferencia en rendimiento era de 0,1 segundos más rápido en el 0 a 100 y una velocidad punta de 4 km/h superior, llegando a los 248 km/h. Sin embargo, el elemento que más cambiaba el comportamiento del GTI Performance era la incorporación de un diferencial autoblocante mecánico gestionado electrónicamente, con un funcionamiento mucho más “puro” que el XDS del Golf 7 GTI convencional.
Por su parte, también introducía unas pinzas de freno sobredimensionadas y pintadas en color rojo, y llantas en 18 pulgadas de serie, que eran la única forma de diferenciarlo del GTI a secas. El único punto negativo era el mayor peso ya que ganaba 30 kilos, aunque realmente merece la pena penalizar con 30 kilos de más con tal de disponer del diferencial autoblocante denominado VAQ.
En 2013 el Golf MK7 volvía a estar disponible en una versión de tracción integral más deportiva, el Golf R, que contaba con el 2.0 TSI de cuatro cilindros. En esta ocasión la potencia del Volkswagen Golf R a distribuir entre las cuatro ruedas era de 300 cv y el par motor de 380 Nm. Podía hacer el 0 a 100 en apenas 5,1 segundos y su velocidad máxima estaba limitada electrónicamente a 250 km/h.
Otra edición especial fue el Golf GTI Clubsport, lanzada en 2016. Su precio en España era de 38.050 euros, bastante por encima del GTI normal, aunque era una edición muy exclusiva de la que solo se vendieron 290 unidades en España. ¿Merecía la pena pagar el sobreprecio? Seguramente sí, y es que además de su exclusividad, el 2.0 TSI erogaba 265 cv en esta versión, que se ampliaban a los 290 cv durante 10 segundos gracias a una función overboost.
Además, el Clubsport contaba con diferencial autoblocante y suspensión adaptativa entre otras cosas, lo que mejoraba el comportamiento general del coche. El GTI Clubsport podía acelerar de parado hasta los 100 km/h en 5,9 segundos y circular a una velocidad máxima de 250 km/h; unas cifras poco habituales en un compacto de tracción delantera.
Parece que a muchos el GTI Clubsport les supo a poco y para homenajear el 40 aniversario de las míticas siglas por las que hemos realizado este artículo, decidieron exprimir este concepto un poco más dando lugar al Volkswagen Golf GTI Clubsport S. Capaz de detener el crono en el viejo Nürburgring en 7 minutos y 49 segundos, el GTI Clubsport S presentado también en 2016 rendía 310 cv, aceleraba de 0 a 100 en 5,8 segundos y alcanzaba una velocidad punta de 260 km/h. Para lograr esos caballos extra se modificó la gestión electrónica del motor y se introdujo una nueva bomba de combustible y un sistema de escape mejorado.
El GTI Clubsport S está limitado a 400 unidades, de las cuales 100 solo se comercializan en el mercado alemán. Otro dato interesante es que se ha eliminado la habitabilidad de las plazas traseras, convirtiéndose en un radical biplaza. Junto con alguna que otra parte del coche aligerada, se conseguía ahorrar 30 kilos de peso que, si bien en un uso cotidiano son imperceptibles, en una pista buscando el mejor crono tienen una alta importancia.
A finales de 2017 se presentaba el restyling para la gama Golf en esta séptima generación. Los cambios estéticos no eran grandes, la verdad que bastante contenidos. Ligeros retoques en los paragolpes, nuevos diseños de llantas, faros Full LED opcionales, pilotos traseros también ligeramente retocados y la incorporación de intermitentes dinámicos. La principal novedad del interior era la incorporación del famoso Virtual Cockpit, el cuadro de instrumentos totalmente digital con pantalla de 12,3 pulgadas. Por otro lado, la conectividad y el infoentretenimiento sí recibían una profunda puesta al día, aumentando la seguridad del compacto.
Pese a que los cambios visuales no eran muy grandes, el Volkswagen Golf GTI 2017 sí traía importantes mejoras en su dinámica. Su potencia pasaba de los 220 a los 230 CV en la versión “estándar”, mientras que en la variante GTI Performance se ganaban 15 CV, pasando de 230 a 245 CV. Esta variante Performance no solo ganaba unos pocos caballos, sino que incorporaba el siempre eficaz diferencial de deslizamiento limitado, lo que mejoraba notablemente la tracción a la salida de las curvas lentas. Por otro lado, el GTI Performance también añadía un sistema de frenos más potente con discos de 340 mm en el tren delantero.
Me gustaría saber porqué en la generación 7 del GTI solo salieron de 5 puertas y no de 3 como estábamos acostumbrados.
Al menos en México, solo he visto GTI MK7 de 5 puertas.
Hubo una versión para el Golf GTI de 3ª generación con motor TDI en el 20 aniversario, al parecer sólo fue accesible desde el mercado de Alemania
Muy buena reseña. Te felicito. aunque también falto mencionar algunas ediciones especiales como la Pirelli Edition y otras más.
Falto la generacion del MK4.5 GTI
Muy buen artículo, enhorabuena! Una pregunta, saben hasta qué año se vendió el GTI de dos puertas en el mercado mexicano? Gracias!