El Kia Stonic se pone al día con un interesante restyling

  • Segundo gran lavado de cara del Kia Stonic, con diseño exterior revisado y nuevos colores y llantas
  • Interior completamente renovado con doble pantalla de 12,3 pulgadas y más conectividad
  • Gama mecánica centrada en el 1.0 T-GDi de 100 CV y la versión microhíbrida de 115 CV
  • Más asistentes de seguridad, enfoque a Europa y precios de acceso en torno a los 19.000 euros con promociones

Con casi una década a sus espaldas en el mercado europeo, el Kia Stonic se pone al día con una actualización mucho más profunda de lo que podría parecer a simple vista. No se trata de una generación completamente nueva, sino de un restyling muy trabajado sobre el B-SUV lanzado en 2017 y ya revisado en 2021, que se ha convertido en el segundo modelo más vendido de la marca en España.

Esta nueva puesta al día llega en un momento clave, con la electrificación avanzando a distintas velocidades según el país y el bolsillo de cada conductor. Kia ha optado por una estrategia pragmática: mantiene motores de combustión eficientes, introduce una variante microhíbrida y refuerza el equipamiento tecnológico y de seguridad, buscando seguir siendo una opción sensata y competitiva entre los SUV urbanos.

Un exterior más moderno que lo acerca a sus hermanos

La carrocería del renovado Stonic apenas cambia en lo esencial, pero los detalles marcan la diferencia. Mantiene unas dimensiones compactas muy en la línea del segmento B-SUV, con unos 4,16-4,17 metros de longitud, cinco puertas y cinco plazas. El crecimiento respecto al modelo precedente es de unos 25 milímetros, debido al rediseño de los paragolpes delantero y trasero, de formas más limpias y con mayor presencia visual.

El frontal adopta de pleno la filosofía de diseño Opposites United de Kia, que combina superficies suaves con elementos más geométricos para transmitir una imagen más robusta y expresiva. Destaca la nueva firma luminosa Star Map, acompañada por parrillas superiores e inferiores más prominentes y estructuradas, así como una aleta delantera revisada. El resultado es un coche que se ve más seguro de sí mismo sin resultar exagerado.

En la parte trasera, el rediseño incluye un nuevo portón, ópticas específicas, una placa protectora actualizada y un paragolpes más limpio en su lenguaje de formas. Son cambios discretos, pero sirven para alinear el estilo del Stonic con el de los últimos lanzamientos de la marca, como Sportage o EV3, y reforzar su aire de familia dentro de la gama Kia.

La actualización se completa con nuevas llantas de aleación de 16 y 17 pulgadas en toda la gama, reservando unos diseños de 17 pulgadas exclusivos para el acabado más deportivo, GT-Line. Además, se amplía la paleta de colores exteriores con tonos expresivos como Adventurous Green y Yacht Blue, que se suman a los ya conocidos hasta alcanzar unas nueve opciones de carrocería.

Interior más digitalizado y más práctico

Donde el Stonic da un salto verdaderamente notable es en el interior. Kia ha reformulado el habitáculo para acercarlo al nivel de modelos mayores de la marca, tanto en tecnología como en percepción de calidad. El elemento estrella es la nueva configuración panorámica de doble pantalla de 12,3 pulgadas, que integra en un único conjunto la instrumentación digital y el sistema de infoentretenimiento.

Estas dos pantallas de alta resolución, heredadas en parte de modelos como el Niro, generan un entorno visualmente limpio y facilitan la lectura de la información más importante de un vistazo. La pantalla central incorpora el nuevo sistema multimedia con navegación, compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay y acceso a múltiples funciones del vehículo. El diseño recuerda claramente a propuestas de segmentos superiores, algo poco habitual en un B-SUV.

Bajo la pantalla central se ubica la llamada pantalla táctil multimodo, un módulo que agrupa controles de climatización y mandos de navegación y audio. Mediante un toque, el conductor puede alternar entre los distintos menús, con una interfaz que, aunque más digital que antes, busca mantener una ergonomía sencilla sin obligar a navegar por submenús complejos para ajustes básicos.

El resto del habitáculo también recibe cambios relevantes: nuevo volante (de dos radios en los acabados básicos y de tres en GT-Line), pomo de cambio rediseñado, consola central actualizada y tapicerías específicas según versión. Aunque siguen presentes materiales duros en varias zonas del salpicadero y puertas, el aspecto general se percibe más cuidado, con detalles heredados de modelos como el EV3 o el Sportage, incluyendo la iluminación ambiental configurable en las variantes más equipadas.

En términos de uso diario, el Stonic mantiene una buena habitabilidad para un coche de su tamaño, con espacio correcto para cuatro adultos y un maletero de en torno a 352 litros, ampliable por encima de 1.150 litros al abatir los asientos traseros. Algunas versiones incorporan soluciones prácticas, como rieles que permiten colocar la bandeja en posición vertical para aprovechar al máximo la altura de carga cuando se viaja con mucho equipaje.

Completan el equipamiento elementos orientados al confort y la conectividad, como el cargador inalámbrico para móviles, varios puertos USB-C de carga rápida repartidos por el habitáculo, conexión inalámbrica para smartphones y el ya mencionado freno de estacionamiento eléctrico con función Auto Hold en las versiones superiores. Todo ello contribuye a que el Stonic se sienta más “actual” y preparado para el tipo de uso tecnológico que muchos conductores demandan hoy.

Conectividad y servicios online pensados para la generación digital

La renovación del Stonic no se limita al hardware interior; también se refuerzan las funciones de conectividad. El modelo puede equipar el sistema Kia Connect, que ofrece servicios en la nube, información del estado del vehículo y actualizaciones remotas. A través de la Kia App, el usuario puede consultar datos de uso, comprobar si el coche está cerrado o incluso localizarlo, algo especialmente útil en entornos urbanos.

Entre las soluciones más avanzadas se encuentra la Digital Key, disponible en las versiones más equipadas. Esta llave digital permite abrir y arrancar el Stonic utilizando un teléfono móvil o un smartwatch compatible, sin necesidad de llevar encima la llave física. Una función que acerca al B-SUV urbano a lo que ya se ve en coches de categorías superiores y que encaja con ese perfil de conductor conectado al que apunta la marca.

Seguridad y ADAS: un B-SUV con tecnología de segmentos superiores

En materia de seguridad activa, el Stonic se pone al día con un paquete de asistentes ADAS más completo, reforzando su posicionamiento en el segmento. A los sistemas ya habituales, como la frenada automática de emergencia con detección de peatones, el asistente de mantenimiento de carril, el reconocimiento de señales de tráfico, el control de velocidad de crucero y el detector de fatiga, se suman nuevas tecnologías según el acabado elegido.

Entre los elementos más destacados figura el asistente para evitar colisiones en ángulo muerto (BCA), que mediante radares ubicados en el paragolpes trasero vigila los puntos ciegos y puede intervenir sobre los frenos para evitar un impacto durante un cambio de carril. También se incorpora la advertencia de salida segura (SEW), que avisa a los ocupantes si se aproxima un vehículo o ciclista por detrás cuando se va a abrir una puerta.

El sistema de asistencia para evitar colisiones frontales (FCA) utiliza cámara y radar para detectar posibles peligros, tanto vehículos como peatones, y actuar sobre los frenos en caso de riesgo inminente. La asistencia de conducción en carretera (HDA) trabaja de la mano con el asistente de seguimiento de carril (LFA) para mantener la distancia con el coche precedente y el vehículo centrado en su carril, acercando al Stonic a una conducción semiautónoma en vías rápidas.

Además, algunas versiones incluyen freno multicolisión, un sistema que aplica automáticamente los frenos tras un primer impacto con el objetivo de reducir la probabilidad de choques secundarios. Todo este conjunto sitúa al Stonic entre los B-SUV más avanzados en lo relativo a ayudas a la conducción, un punto cada vez más decisivo para muchos compradores europeos.

Una gama mecánica adaptada a la Europa en transición

La actualización del Stonic viene acompañada de una reordenación profunda de la oferta mecánica. Desaparece el anterior motor atmosférico 1.2 de acceso y toda la gama se articula ahora en torno al bloque turbo de gasolina 1.0 T-GDi, de tres cilindros, con dos niveles de potencia: 100 y 115 CV.

La variante de 100 CV se plantea como opción de entrada. Ofrece 172 Nm de par máximo, acelera de 0 a 100 km/h en unos 11 segundos y alcanza una velocidad máxima de 179 km/h. Homologa un consumo medio en torno a 5,7 l/100 km bajo el ciclo WLTP y está disponible principalmente con transmisión manual de seis velocidades. Se trata de una mecánica con y un enfoque claramente urbano y periurbano.

Un escalón por encima se sitúa el 1.0 T-GDi MHEV de 115 CV, que añade un sistema de hibridación ligera de 48 V. Esta configuración no solo aumenta ligeramente la potencia y el par, sino que mejora la eficiencia y aporta funciones como el apagado del motor en determinadas fases de deceleración. Declara una aceleración de 0 a 100 km/h en torno a 10,7-10,8 segundos, una velocidad máxima de 182 km/h y un consumo homologado de 5,4 l/100 km, manteniendo cifras muy contenidas para un B-SUV de gasolina.

La versión microhíbrida se puede combinar con una caja manual de seis relaciones o con un cambio automático DCT de doble embrague y siete marchas, opción que mejora el confort en ciudad y carretera a cambio de un sobreprecio aproximado de 1.500 euros. Gracias al sistema MHEV, este Stonic luce la etiqueta Eco de la DGT, algo especialmente interesante en ciudades con restricciones de tráfico.

En marcha, las primeras tomas de contacto con la variante MHEV de 115 CV apuntan a un comportamiento equilibrado: motor silencioso, respuesta ágil al acelerador y una puesta a punto de suspensiones que prioriza el confort pero permite afrontar sin problema puertos de montaña o autopista. La marca recuerda que el modelo está desarrollado en Europa pensando en los gustos de los conductores del continente, algo que se percibe en su carácter dinámico y en la manera en que filtra irregularidades sin perder agilidad.

Acabados y equipamiento: Concept, Drive y GT-Line

La gama del nuevo Stonic para España se organiza en tres niveles de acabado con una escalada bastante lógica de equipamiento: Concept, Drive y GT-Line. La idea es que el modelo de acceso ya ofrezca un contenido muy completo, mientras que los superiores añaden confort, diseño y tecnología sin disparar la factura final.

El acabado Concept, el más básico sobre el papel, incluye de serie elementos como aire acondicionado, barras de techo, llantas de aleación de 16 pulgadas, sistema multimedia con pantalla de 12,3 pulgadas, compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay, seis airbags y sensores de aparcamiento. En materia de seguridad, ya aporta frenada automática de emergencia, asistente de mantenimiento de carril, alerta de fatiga, reconocimiento de señales y control de crucero, lo que le sitúa por encima de muchos rivales de acceso.

Un paso por encima, el Drive añade un enfoque más orientado al confort y a la asistencia: climatizador automático, sensor de lluvia, sistemas avanzados como el asistente de ángulo muerto o la alerta de tráfico trasero cruzado, además de algún detalle de acabado adicional. Es también la versión a partir de la cual se puede optar por el cambio DCT en el motor MHEV de 115 CV, lo que abre el abanico de configuraciones posibles.

En lo alto de la gama se sitúa el GT-Line, de corte más deportivo. Se distingue por sus llantas de 17 pulgadas específicas, detalles estéticos diferenciados, iluminación ambiental interior, asientos y volante calefactables, freno de estacionamiento eléctrico, cargador inalámbrico para el móvil y la llave digital de última generación. Es la opción dirigida a quien quiere un B-SUV urbano con una imagen más dinámica y un nivel de equipamiento prácticamente completo.

Espacio, confort y enfoque familiar

Pese a su tamaño contenido, el Stonic mantiene un planteamiento claramente familiar. Sus 4,16-4,17 metros de largo le permiten moverse con soltura por ciudad y aparcar con relativa facilidad, pero el interior ofrece un espacio razonable para el día a día de una pareja o una familia con uno o dos niños. La altura al techo y el espacio para piernas en las plazas traseras son correctos para su segmento, sin destacar ni quedarse cortos.

El maletero, con unos 352 litros con cinco plazas en uso, se sitúa en la parte media de la categoría y puede ampliarse por encima de los 1.150 litros abatiendo los respaldos traseros. En función del acabado se añaden soluciones prácticas, como la posibilidad de recolocar la bandeja o un piso de carga regulable, que facilitan encajar equipaje voluminoso o combinar coche y ocio de fin de semana sin demasiadas complicaciones.

En conducción, la actualización se ha aprovechado para afinar pequeños detalles de confort. El aislamiento acústico, sin ser propio de un vehículo premium, resulta adecuado para su rango de precio, y la dirección ligera ayuda en maniobras urbanas sin restar confianza en vías rápidas. La suspensión mantiene un compromiso equilibrado entre comodidad y estabilidad, con un comportamiento que se adapta bien a la red de carreteras europeas, desde la ciudad hasta autopistas y tramos de curvas.

Precios y posicionamiento en el mercado español

El renovado Stonic se sitúa en un tramo de precio competitivo dentro del segmento B-SUV. En el mercado español, las tarifas oficiales parten en torno a los 23.990 euros para la versión 1.0 T-GDi Concept y suben hasta algo más de 30.000 euros para el tope de gama 1.0 T-GDi MHEV GT-Line con cambio DCT, siempre antes de aplicar promociones.

No obstante, la política comercial de Kia hace que, con descuentos y financiación, el acceso real sea bastante más bajo. La marca anuncia un precio de entrada de unos 19.190 euros para la versión microhíbrida MHEV en acabado Concept, y alrededor de 19.500 euros para el motor de gasolina convencional, lo que provoca la curiosa situación de que, durante el lanzamiento, la variante electrificada resulte incluso más asequible que la de combustión pura.

En la práctica, esto encaja con la intención de Kia de impulsar la versión MHEV de 115 CV como pilar de las ventas en España, aprovechando el atractivo de la etiqueta Eco y el mejor equilibrio entre prestaciones y consumo. Por encima, las configuraciones Drive y GT-Line van incrementando el precio hasta situarse, sin descuentos, entre los 25.000 y los 30.590 euros, siempre dependiendo del motor y del tipo de transmisión elegidos.

Con estas cifras, el Stonic se coloca frente a rivales como SEAT Arona, Volkswagen T-Cross, Renault Captur, Peugeot 2008, Hyundai Bayon o Dacia Duster, así como frente a propuestas más recientes como el Fiat 600 Hybrid o el Citroën C3 Aircross. Su argumento principal sigue siendo una relación valor-precio favorable con mucho equipamiento de serie, respaldada por la garantía de 7 años característica de la marca.

Tras esta profunda actualización, el Kia Stonic refuerza su papel como un B-SUV pensado para el día a día real: diseño actualizado, interior mucho más tecnológico, conectividad y seguridad al nivel de segmentos superiores, y una gama mecánica sencilla pero bien adaptada a la Europa en transición hacia la electrificación. Todo ello le permite seguir siendo una opción lógica y atractiva para quienes buscan un crossover urbano que no complique la vida, pero tampoco se quede corto en equipamiento ni en sensación de coche moderno.

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