En los últimos años se le ha dado tanta importancia a los motores diésel que hemos visto incluso versiones deportivas de alto rendimiento con este tipo de motorizaciones; algo impensable hace unas. Audi ha sido una de las marcas que ha apostado por motorizaciones diésel en variantes deportivas, como en los SUV Audi SQ5 y Audi SQ7. Todo camino, diésel y deportivo, eso sí que no se lo creería nadie hace poco más de una década.
El dieselgate ha hecho mucho daño a los propulsores de gasoil y las marcas tratan de “ocultarlos”. Los diferentes fabricantes saben que estos motores están condenados a morir y sus investigaciones mecánicas se centran en la electrificación. No obstante, todavía tienen algunos años de vida. Es posible que Audi Sport, si no hubiera estallado el dieselgate, hubiera utilizado algún motor diésel en uno de sus modelos, ¿no creéis?
Con los modelos Audi SQ5 y Audi SQ7 alimentados por propulsores diésel, ¿alguien puede afirmar con rotundidad que Audi Sport no hubiera podido equipar un diésel, por ejemplo, en un supuesto Audi RS Q7? El caso es que Audi Sport tiene claro que los coches diésel han sido todo un éxito, pero poco a poco se tienen que ir distanciando de ellos. Además, deben invertir en el desarrollo de vehículos electrificados, que sí es el futuro.
Stephan Winkelmann, jefe de Audi Sport, ha realizado unas recientes declaraciones a Motoring. En ellas dice que una de las razones por las que no “conviene” desarrollar modelos exclusivos con motor diésel es porque en muchos mercados el diésel ocupa una parte muy pequeña de las ventas, como ocurre en Norteamérica o Asia. Ellos deben diseñar modelos para comercializar globalmente, por lo que un coche diésel de este tipo, que conlleva una importante inversión, les debe ser más difícil de amortizar.
Jacob Pascual