Prueba Audi A3 3p 1.4 TFSI COD 140 CV, diseño exterior e interior

Si echamos la vista atrás, en los últimos meses probamos el Mercedes Clase A y el CLA, la nueva gama compacta de la estrella. Quique León se encargaba de la carrocería de tres volúmenes y un servidor del compacto puro de 5 puertas. Ha vuelto a ocurrir, solo que los protagonistas, a pesar de llegar también de Alemania, responden a la marca de los cuatro aros, al Audi A3.

Semanas atrás probamos el nuevo Audi A3 Sedán, y ahora toca ponerse a los mandos de la carrocería compacta. Probamos el Audi A3 de tres puertas, aunque el coche no es protagonista principal, sino su mecánica. Se trata del motor 1.4 TFSI con sistema de desconexión de cilindros y caja S-Tronic con conducción a vela. Todo un reto al consumo en un conjunto de 140 caballos y gasolina en las venas.

Ilusión óptica

Antes de analizar el apartado mecánico, que ocurrirá mañana, toca descubrir su apariencia. Ahora es cuando hay que hablar de ilusión óptica. Os insto a comparar dos fotos, una del A3 con paquete S-Line como nuestra unidad, y otra del S3, el más deportivo de la gama. Las diferencias son mínimas, y sólo la cuádruple salida de escape nos desvelará el secreto a simple vista.

Esto es un punto exageradamente positivo para nuestro Audi A3; no han sido ni una ni dos veces las que me han preguntado si era un S3. El kit estético consta de nuevos paragolpes más deportivos además de otros detalles como el alerón de techo o la doble salida de escape trasera a la vista. Mide 4,23 m de largo, 1,77 m de ancho y 1,42 m de alto.

El diseño general es sobrio, con unas líneas muy rectas. El frontal destaca por la ya conocida parrilla de Audi, mientras que en la trasera los pilotos parecen mostrar su lado más agresivo en conjunción con el paragolpes deportivo. El conjunto lo cierran las llantas, esas en forma de aspas que popularizaron las versiones deportivas del Audi TT de segunda generación. Las nuestras, del 18 pulgadas en acabado oscuro.

El resultado es de lo más apetecible. Es un coche que puede ser discreto y llamativo a la vez, sobre todo en nuestro oscuro color gris. Discreto porque el diseño global no es ninguna revolución, de hecho es muy conservador respecto a su antecesor. Y llamativo porque el que ve ese A3 sabe que hay algo que llama su atención, pequeños detalles deportivos que lo diferencian de un A3 estándar.

Interior deportivo

El mencionado paquete S-Line no sólo decora el exterior, sino también el habitáculo. Sentarse en el Audi A3 es hacerlo en una atmósfera deportiva, pero también una atmósfera moderna. La nueva generación añadía un acabado más cuidado en el apartado diseño, mientras que se pulía aún más la calidad de la que siempre ha hecho gala Audi.

El salpicadero del Audi A3 es, en cierto modo, sencillo. Destaca la eliminación de buena parte de la botonería, lo que le confiere un aspecto minimalista. Todos los controles se tratan de comprender en el sistema MMI con lector táctil que se controla desde una ruleta en la consola central. Lo único que resta en el salpicadero son los controles de la climatización y algunos botones de acceso rápido. El MMI con control táctil, por cierto, es bastante sencillo se utilizar, más con la nueva entrada táctil sobre la ruleta en la que escribir números y letras.

Toda la información se visualiza en la pantalla superior. Se trata de una pantalla retráctil, lo que convencerá a los que criticaban la pantalla fija del Mercedes Clase A. Y haciendo comparaciones. Ambos disponen de un diseño moderno, y ambos presumen de calidad, aunque el A3 sí estaría un pequeño peldaño por encima en cuanto a ajustes. El Mercedes, por otro lado, con el paquete AMG me parece un nivel por encima en cuanto a deportividad, por detalles y por posición de conducción. En todo caso ambos, junto al BMW Serie 1, destacan en este apartado.

Tampoco podemos olvidar el nivel de personalización, con distintos tapizados, colores o molduras. O del paquete S-Line, que incluye unos magníficos asientos deportivos con mayor apoyo lateral y ajustes o un volante achatado en su parte inferior que nos invitará a recorrer cualquier tramo de curvas. Tampco falta el cuero y la Alcántara para la tapicería. Por último, el cuadro de mandos es de fácil lectura, con un diseño de lo más sencillo y con un display digital entre las dos esferas para completar la información del ordenador de a bordo.

¿Tres o cinco puertas?

Nuestro Audi A3 cuenta con carrocería de 3 puertas pero se ofrece en otras dos variantes. Podemos escoger entre una carrocería 5 puertas o Sportback y una carrocería Sedán que probamos semanas atrás. También existe una nueva variante descapotable, pero poco tiene que ver en cuanto a versatilidad con cualquiera de las otras 3.

Dejando de lado el Sedán, las diferencias estéticas entre el 3 puertas y el Sportback son notables pero no determinantes. El diseño comparte patrón, y el Sportback luce un palmito más familiar, amén de ofrecer más espacio interior. En otras palabras, nuestra carrocería 3 puertas en combinación con el paquete S-Line es la opción más deportiva estéticamente hablando pero, ¿y la habitabilidad?

Cuenta sólo con 2 puertas laterales aunque éstas son bastante grandes. El acceso a las plazas traseras se realiza abatiendo los asientos delanteros, y el proceso no es más complicado que en cualquier otro 3 puertas. Ahora, si lo que buscamos es una mayor versatilidad, tal vez tengamos que huir de esta carrocería.

Una vez dentro disponemos de tres plazas aunque no todas son utilizables por igual. Las dos plazas laterales son cómodas y relativamente amplias. Si somos muy grandes tal vez tengamos problemas con el espacio para la cabeza pero generalmente esto no ocurrirá. El problema viene dado por la plaza central, sin forma y más dura que las demás. Escribir estas líneas es casi como seguir un guion, pues es un problema enormemente común. En caso de ir tres pasajeros la anchura para los hombros es limitada, sobre todo si son corpulentos. Las piernas, excepto en la plaza central, no deberían de plantearnos problemas si los pasajeros delanteros no son muy grandes y corren el asiento hacia atrás.

Todo lo contrario ocurre en las plazas delanteras, que gozan de espacio en todas sus vertientes. Ambos asientos quedan muy separados por un voluminoso túnel central, lo que ofrece la sensación de fundirse en el puesto de conducción en el caso del piloto. Los huecos portaobjetos no destacan pero los presentes parecen bien situados. Por último, el comprometido apoyabrazos central sí parece funcionar aún con estaturas pequeñas como la mía, siendo muy regulable.

Maletero de 365 litros

El maletero del Audi A3 no es de los más grandes en su segmento aunque sí queda bastante a la altura de sus rivales llamados premium. Ofrece 365 litros de capacidad que, si bien no destaca por capacidad, sí lo hace por unas formas completamente cúbicas que permiten repartir bien el equipaje.

En caso de necesitar más espacio tendremos que abatir los asientos posteriores. No será fácil pues carece de puertas traseras y no hay tiradores en el maletero que los abatan de forma automática. El suelo disponible no queda del todo plano. En todo caso, puede montar numerosos ganchos portaobjetos o una red de sujeción como llevaba nuestra unidad.

El resultado, hasta ahora, es muy agradable, sentados en un coche forrado de calidad y en un ambiente muy deportivo gracias a detalles como los asientos o el volante. Mañana toca la parte más interesante de la prueba, arrancar el motor y comprobar qué ventajas nos ofrece el sistema de desconexión de cilindros en este motor 1.4 TFSI de 140 caballos junto a la caja S-Tronic con modo de conducción a vela.