Prueba Audi A8 60 TFSIe quattro 449 CV PHEV

Prueba Audi A8 60 TFSIe PHEV

El Audi A8 es el buque insignia de la marca de los cuatro aros. Es el coche más lujoso de la compañía, el que estrena la gran mayoría de tecnologías que posteriormente se van introduciendo en el resto de la gama. Además, es una berlina de representación o de ejecutivo con todo lujo de detalles y que cuida con mucho mimo a los ocupantes de las plazas posteriores.

La primera generación del Audi A8 aterrizó en el mercado en los años 90 siendo un vehículo de alta gama que quería poner en jaque al mismísimo Mercedes Clase S. A principios de 2018 conocimos y condujimos la cuarta generación (conocida como “D5”) en su presentación nacional, pero ahora nos ponemos al volante durante una semana de un Audi A8 60 TFSIe, la versión híbrida enchufable PHEV. Ojo, que estamos hablando de nada menos que 449 CV.

Elegante, no podía ser de otra forma

Prueba Audi A8 perfil delantero

El Audi A8 es un coche que llama la atención por su gran tamaño. Es muy ancho y también largo, y eso que esta vez probamos la carrocería normal, ya que hay otra de batalla larga -llamado Audi A8 L- que incrementa 13 centímetros la longitud total y batalla. Esta variante de longitud “normal” tiene unas dimensiones de 5.172 mm de largo, 1.945 de ancho, 1.473 de alto y su distancia entre ejes es de 2.998 mm.

Esos 13 centímetros de más de batalla y longitud total en el Audi A8 L solo dan más espacio a las plazas traseras, manteniendo el mismo espacio en el maletero y en las plazas delanteras.

Centrándonos en los rasgos, el diseño general trata de transmitir la máxima elegancia. Y es que y el objetivo principal de este modelo es llegar a ejecutivos, personalidades y clientes con mucho poder adquisitivo. Si os fijáis en el frontal, la parrilla trapezoidal singleframe es enorme, contando con varias lamas horizontales cromadas. Los contornos de la misma, así como de otros elementos, también son cromados. Por su parte, de serie tenemos faros de LED, pudiendo optar opcionalmente por los Matrix LED, que son una auténtica maravilla.

A nivel estructural donde más destaca es en la vista lateral. Cada vez estamos menos acostumbrados a ver berlinas, por lo que las proporciones de 5,17 metros de largo por solo 1,47 de alto llaman la atención. ¡Es un transatlántico! Por lo demás, la silueta es muy suave para obtener un bajo coeficiente aerodinámico, mientras que no se ha buscado agresividad, utilizando solo un nervio de tensión en la zona baja que también dibuja el contorno de los pasos de rueda.

Audi A8 60 TFSIe PHEV

Al ser la versión PHEV, la híbrida enchufable, tenemos una tapa de depósito en cada aleta trasera. Una es para el repostaje de gasolina y la otra para cargar las baterías.

La parte trasera rompe con el estilo que presentaba la generación predecesora. Ahora tenemos unos pilotos comunicados entre sí, apoyándose también en una línea cromada que recorre todo el ancho del coche. Personalmente, me gustaba más la zaga del anterior, pero todas las marcas están intentando transmitir una imagen tecnológica, y el A8 tiene que ser el referente de Audi. No faltan los “escapes simulados”. Esta unidad monta los pilotos OLED, que son bastante característicos y que montan un juego de luces al abrir y cerrar el coche en la oscuridad.

Calidad interior, aunque el negro brillo sigue siendo una mala opción

Prueba Audi A8 60 TFSIe salpicadero

Abrimos la puerta, nos sentamos en el asiento del conductor y la volvemos a cerrar. No hace falta cerrarla fuerte, pues el coche se encarga de encajarla perfectamente. Una vez aquí, es imposible no tener la sensación de estar montados en un coche de muy alta calidad. El cuero de los asientos, los exquisitos tapizados de las puertas y del techo en Alcantara, el tacto del volante… Todo está cuidado hasta el último detalle.

Empezando por la postura de conducción, tenemos unos amplísimos y cómodos asientos de cuero, que en esta unidad incorporan calefacción y ventilación en tres niveles. No cuentan con función masaje, pero sí con reglajes eléctricos y función de memoria. Cuando seleccionamos la memoria, también se adaptan los espejos retrovisores y la posición del volante (que también tiene reglaje eléctrico) a las posiciones que tengamos programadas. Muy útil cuando son dos chófers los que trabajan para el mismo ejecutivo.

Solo hay dos cosas de las plazas delanteras que no me gustan. No me gustan nada, mejor dicho. Una de ellas es el “abuso” del negro brillante en prácticamente todo el salpicadero, consola central y parte de las puertas. Lo siento, pero no puedo con ello. ¡Es imposible mantenerlo limpio! Por fortuna, esto tiene una solución, pues en el catálogo del Audi A8 se pueden solicitar otros acabados más limpios, bonitos y elegantes, como una terminación en madera.

Prueba Audi A8 60 TFSIe consola central

El otro aspecto que no me gusta nada es el tema de las pantallas. Tras el volante tenemos un atractivo cuadro de instrumentos digital con pantalla de 12,3 pulgadas que es muy intuitivo, fácil de manejar y con unas informaciones muy claras y sencillas de comprender; controlándolo desde el volante.

La pantalla central del salpicadero es de 10,1 pulgadas. Tiene una respuesta háptica muy buena y su visibilidad es fantástica, aunque el sol incida directamente sobre ella. Reúne las principales funciones y ajustes del coche de una forma muy bien estructurada, por lo que es fácil familiarizarse con ella.

Más abajo aparece una tercera pantalla, que en diagonal mide 8,6 pulgadas y que principalmente tiene dos funciones. Cuando seleccionamos la navegación nos sirve para introducir con el dedo la dirección que deseamos, con una capacidad de compresión realmente sorprendente aunque escribamos muy deprisa. La otra función, que es la que no me parece correcta, es la de manejar el sistema de climatización. Aunque también tiene respuesta háptica, nos obliga a desviar la vista de la carretera, lo que no me parece un acierto.

Personalmente creo que el climatizador siempre debería controlarse mediante mandos físicos, como un par de ruletas. Al menos para el ajuste de la temperatura. Considero que es más seguro, aunque muchos fabricantes de coches están apostando por controlarlo desde una pantalla.

Prueba Audi A8 60 TFSIe head up display

Y ya que hemos hablado de las informaciones que nos muestra este Audi A8, la unidad utilizada para esta prueba también Head-Up Display, que es opcional. Informa al conductor de la velocidad, de las últimas señales de tráfico, de la programación del control de crucero adaptativo y de las indicaciones de navegación. Sinceramente, me parece un extra importante en casi cualquier vehículo.

Cambiando de tercio y volviendo a la calidad percibida, un detalle lujoso realmente llamativo es que las salidas de aire frontales se esconden automáticamente cuando apagamos el climatizador. Un mecanismo se encarga de ocultarlas y aparece una moldura. Todo ello, por supuesto, con mucha sutileza y sin provocar ningún ruido. Eso sí, no quiero pensar en una avería…

Viajar en primera clase

Si hablamos de habitabilidad, el Audi A8 es un coche pensado especialmente para utilizar cuatro de sus cinco plazas homologadas. En la parte delantera tenemos mucho espacio para ocupantes de cualquier talla, con una gran separación entre el conductor y copiloto. Además, el reposabrazos central delantero está dividido y cada uno puede ajustarlo a su parecer.

En la fila trasera destaca el espacio en todas direcciones y la comodidad de los asientos. Prácticamente podemos cruzar las piernas sin rozar con el zapato en el respaldo delantero. Tampoco hay problema para la cabeza aunque midamos prácticamente 2 metros.

La plaza central no es cómoda, pues el túnel de transmisión es muy grande y la banqueta bastante estrecha y más dura.

Entre otras cosas debemos destacar el reposabrazos central. Al desplegarlo aparece una pantalla extraíble con la que podemos ajustar la temperatura del climatizador de cuatro zonas, ajustar la calefacción de los asientos, cambiar el equipo de audio, modificar la temperatura ambiental y abrir o cerrar las cortinillas eléctricas laterales y trasera.

Prueba Audi A8 60 TFSIe pantalla plazas traseras

Opcionalmente también podemos tener una nevera en esta parte trasera del habitáculo, así como toma de 12 voltios y un enchufe convencional, además de dos tomas USB tipo C o cargador inalámbrico para el móvil. Como veis, se pueden tener muchas facilidades y comodidades para el ejecutivo, pero siempre, eso sí, a golpe de talonario.

El maletero es demasiado justo en esta versión híbrida enchufable

Reconozco que me he llevado un chasco al abrir el compartimento de carga en esta prueba del Audi A8 60 TFSIe. Al tratarse de un híbrido enchufable, las baterías son grandes y a la marca no le ha quedado más remedio que reducir el volumen de los 505 litros de las mecánicas tradicionales, a solo 390 litros en este Audi A8 PHEV.

Las formas son cúbicas, pero la mochila para los cables de carga también ocupa lo suyo. Sinceramente, creo que este detalle puede hacer que muchos clientes se decanten por otra mecánica, ya que la pérdida del maletero es importante, más aún si tenemos en cuenta que es un coche en el que normalmente también se harán largos viajes con equipaje.

Prueba Audi A8 60 TFSIe maletero

Diésel, gasolina e híbrido enchufable. Siempre quattro y Tiptronic

Y ahora ya es momento de dar el salto y hablar de las opciones de configuración mecánica para esta cuarta generación del Audi A8. Actualmente podemos decantarnos por un motor diésel 50 TDI de 286 CV y un gasolina 55 TFSI de 340 CV. Ambos son propulsores V6 de 3.0 litros con sobrealimentación. Además, tienen micro hibridación a 48 voltios, por lo que reciben etiqueta Eco de la DGT.

A estas dos mecánicas hay que añadir la versión que nosotros probamos, que es la 60 TFSIe. Se trata de un conjunto híbrido enchufable utilizando el motor V6 de gasolina, combinándose con el sistema eléctrico. Ojo, que estamos hablando de unos 50 kilómetros de autonomía eléctrica, a la vez que 449 CV de potencia conjunta cuando aceleramos a fondo.

También se ofrece un Audi S8, que es la versión más prestacional y con un cierto enfoque dinámico, tanto por estética como por comportamiento. Su potencia es de 571 CV.

Es importante destacar que todos los Audi A8 vienen con caja de cambios automática de 8 marchas, con tracción integral quattro y con suspensión neumática. Luego, opcionalmente, podemos añadir equipamiento muy interesante y recomendable, como la dirección a las cuatro ruedas. Bajo mi punto de vista, este sistema es casi obligatorio a la hora de comprar un Audi A8 y muy recomendable en un A6.

Al volante: Potencia y eficiencia

Prueba Audi A8 60 TFSIe motor PHEV 449 CV

Según la teoría, el Audi A8 60 TFSIe, que es un híbrido enchufable de nada menos que 449 CV, es un coche con un consumo mixto de 2,9 l/100 km, así como unas emisiones de 65 g/km de CO2. Y eso que estamos hablando de un modelo que pesa más de 2.500 kilos, que se dice pronto.

Claro, que este dato se refiere a conducir durante 100 kilómetros con el depósito y las baterías llenas. La autonomía en modo eléctrico es de 50 kilómetros. Por tanto, podemos gastar más o menos gasolina en función de cuántas veces recarguemos y de cómo sean nuestros trayectos. Pero de los consumos reales obtenidos os hablaré un poquito más adelante.

Toda berlina de representación debe reunir una serie de requisitos sí o sí: Debe cuidar mucho a los pasajeros de las plazas traseras, tiene que ser un coche muy cómodo y bien aislado a la vez que potente, debe ser elegante en todos los sentidos y nunca puede parecer que no es un coche de calidad.

El Audi A8 es un coche que fluye de una forma fantástica por autopista. La suspensión neumática es muy buena, pero a mi forma de ver la del Clase S de Mercedes es un pelo mejor; da más la sensación de viajar en una nube por su forma de pasar por los baches. De todos modos, la del A8 absorbe muy bien.

Muy destacable es el aislamiento acústico. El motor de gasolina pasa totalmente desapercibido y en la mayoría de ocasiones no sabes si está encendido o apagado, pronunciándose solo cuando aceleramos a fondo.

A alta velocidad se encuentra muy bien insonorizado de aerodinámica y de rodadura, notándose solo el ruido del aire si nos encontramos con algo de viento lateral. Al combinar este aislamiento con la suspensión neumática, el placer de viajar en este coche es muy elevado.

Prueba Audi A8 60 TFSIe perfil delantero

Hay que tener en cuenta que una berlina grande como esta viajará mucho, pero también pasará mucho tiempo en la ciudad para asistir a reuniones, eventos y demás. Es un coche muy ancho y de más de 5 metros de largo, por lo que puede comprometernos en calles estrechas o parkings. Es por ello que recomiendo encarecidamente la dirección a las cuatro ruedas, pues el eje trasero ayuda a reducir el radio de giro en ciudad, viniendo muy bien tanto para aparcar como para moverse entre el tráfico.

El eje trasero directriz gira las ruedas posteriores en sentido contrario al de las delanteras a baja velocidad. Con esto se consigue una mayor agilidad, la cual se nota considerablemente. A alta velocidad gira las ruedas posteriores en el mismo sentido que las delanteras, mejorando así el aplomo y estabilidad. Sinceramente, a alta velocidad no se aprecia tanto su efecto como a baja velocidad.

En carreteras reviradas es recomendable activar el modo de conducción Dynamic aunque nuestra intención no sea la de practicar una conducción deportiva. En modo Comfort, por ejemplo, la carrocería balancea aunque el ritmo no sea elevado, lo que me ha resultado un tanto incómodo porque nos movemos mucho en el asiento, así que tampoco será lo más apetecible para el ejecutivo que vaya en las plazas traseras.

Bajo mi punto de vista, Audi debería haber calibrado la suspensión de un modo que sea tan cómoda como lo es ahora al sobrepasar cualquier bache, pero limitando las inclinaciones laterales en las curvas. Y es que cuando son varias curvas enlazadas, en modo Comfort, no resultan cómodas esas inercias. De ahí que recomiende activar el modo Dynamic del Audi drive select, pues la suspensión se endurece y balancea bastante menos.

Prueba Audi A8 trasera

Por otro lado, si queremos incrementar el ritmo, en este mismo modo Dynamic y con la transmisión en modo S o secuencial, podemos ver que el Audi A8, pese a todo, tiene potencial. Gracias al tren trasero directriz se siente bastante ágil y redondea bien las curvas, aunque nunca debemos olvidar su peso y su tamaño, pero la sensación es que conducimos un coche con una batalla mucho más corta. Lástima que la dirección, aunque directa, está totalmente filtrada.

Obviamente, con un conjunto de 449 CV, las rectas se pueden hacer muy cortas con este coche. Afortunadamente, el equipo de frenos es potente y capaz de frenar en pocos instantes toda la inercia que llevamos. En cualquier caso, como ya imaginarás, no es el coche ideal para irnos de tramo. Y ahora, hablemos de consumos.

Consumos con el Audi A8 60 TFSIe

En esta prueba no he podido realizar tantos kilómetros como me hubiera gustado con una berlina como esta, en los que apetece recorrer miles por todo tipo de parajes. En 600 kilómetros, y utilizando una sola carga de batería desde el momento de la recogida, el consumo de gasolina ha sido de 9,2 l/100 km, mientras que la autonomía eléctrica ha durado unos 45 kilómetros.

Alrededor de 450 kilómetros fueron por autovía a velocidad normal, mientras que el resto fue una combinación de carreteras de doble sentido y ciudad. En un coche de 450 CV que pesa más de 2,5 toneladas y con unas ruedas enormes, no me parece para nada un dato exagerado. Además, lo bueno es que aunque el indicador marque que no tenemos batería, en muchas ocasiones arranca desde parado con el motor de gasolina apagado si somos suaves con el gas.

Conclusiones

Prueba Audi A8 60 TFSIe parte delantera

El Audi A8 60 TFSIe es una opción lógica para el cliente habitual de A8, pues aunque es una berlina para viajar, también pasa mucho tiempo en ciudad. El sistema PHEV híbrido enchufable con cerca de 50 kilómetros de autonomía eléctrica real, puede ser un gran aliado para reducir emisiones en las ciudades. Además, no hay que olvidar que la Etiqueta Cero emisiones nos deja entrar en el centro de muchas capitales, como Madrid.

Si el maletero es importante para el cliente, la opción diésel es una compra más inteligente. Con 286 CV hay potencia de sobra para cualquier situación y la autonomía es bastante generosa.

Bajo mi punto de vista, la mayor desventaja de esta versión es que la capacidad del maletero se reduce mucho. Es un coche de casi 5,2 metros en el que en teoría se va a viajar mucho y su capacidad es de 390 litros (prácticamente lo mismo que un Volkswagen Golf), a los que hay que restar el hueco que ocupa la mochila con los cables de carga, que por norma general siempre irán en el maletero. Es el peaje a pagar, porque las baterías ocupan lo suyo.

Y hablando de pasar por caja, lógicamente no es un coche apto para la mayoría de bolsillos. La versión más accesible del A8 arranca en 101.000 euros, pero a partir de ahí hay que sumar extras. El Audi A8 PHEV parte de los 111.000 euros, pero claro, tantos extras hacen que el precio se dispare por encima de los 150.000 euros en esta unidad probada. Definitivamente, no, no está al alcance de cualquiera.

Sus principales rivales son el Serie 7 de BMW y el Clase S de Mercedes.

Equipamiento de serie Audi A8

Prueba Audi A8 60 TFSIe luz OLED

  • Llantas de aleación de 18 pulgadas
  • Neumáticos 235/55 R18
  • Iluminación exterior Full LED y luces largas automáticas
  • Paquete alto brillo
  • Cristales antitérmicos
  • Asientos confort eléctricos delante con 4 posiciones ajuste lumbar y calefacción
  • Guantera refrigerada
  • Inserciones en lacado fino gris grafito y madera de fresno en marrón
  • Volante de cuero multifunción con levas
  • Palanca del cambio en cuero
  • Iluminación ambiental
  • Retrovisores exteriores eléctricos
  • Climatizador automático bizona
  • Cierro asistido de puertas
  • Llave confort
  • Audi Virtual Cockpit
  • MMI Navegación plus con MMI touch
  • Radio digital, Audi Sound System y 2 tomas USB
  • Apple CarPlay y Android Auto
  • Audi pre sense front
  • Audi Parking System Plus
  • Regulador de velocidad con limitador
  • Cámara de marcha atrás
  • Aviso de salida de carril
  • Suspensión neumática
  • Tracción quattro con diferencial central autoblocante

Precios Audi A8

Prueba Audi A8 60 TFSIe frontal

Versión Motor Precio
Versión Motor Precio
Audi A8 50 TDI 3.0 V6 286 CV 101.080 €
Audi A8 55 TFSI 3.0 V6 340 CV 107.730 €
Audi A8 60 TFSIe PHEV 449 CV 111.000 €
Audi S8 TFSI 4.0 V8 571 CV 159.610 €
Audi A8 L 50 TDI 3.0 V6 286 CV 103.980 €
Audi A8 L 55 TFSI 3.0 V6 340 CV 110.750 €
Audi A8 L 60 TFSIe PHEV 449 CV 113.900 €

Opinión del editor

Audi A8 60 TFSIe quattro
  • Valoración del editor
  • Puntuación 4 estrellas
101.080 a 159.610
  • 80%

  • Audi A8 60 TFSIe quattro
  • Reseña de:
  • Publicado el:
  • Última modificación:
  • Diseño exterior
    Editor: 80%
  • Diseño habitáculo
    Editor: 75%
  • Plazas delanteras
    Editor: 95%
  • Plazas traseras
    Editor: 90%
  • Maletero
    Editor: 40%
  • Mecánica
    Editor: 75%
  • Consumos
    Editor: 60%
  • Confort
    Editor: 90%
  • Precio
    Editor: 75%

Pros

  • Confort de marcha en autopista
  • Trabajo de suspensión neumática y dirección trasera
  • Comodidad para pasajeros

Contras

  • Demasiado negro brillante en el habitáculo
  • Maletero reducido por baterías
  • Demasiadas pantallas

Galería Audi A8 60 TFSIe


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