Prueba Subaru Impreza 2.0R Sport (parte II y última)

Viene de Prueba Subaru Impreza 2.0R Sport

Quizá no entre por los ojos…pero está bastante bien

Interior y habitabilidad

Lo primero que llama la atención del interior del Subaru Impreza es que parece haber sido diseñado una década atrás. El diseño, los colores y los materiales poco tienen que ver con los coches que hay ahora en el mercado. Pese a un diseño digamos “poco moderno” lo cierto es que todo está en su sitio, encaja a la perfección y no tiene mal tacto, es decir, la impresión visual es pobre pero realmente está bastante bien.

Buena calidad de ajustes

El puesto de conducción está bien solucionado y todo queda al alcance del conductor. Me gusta especialmente el manejo de la radio (de aspecto “retro” también) y el del clima monozona, muy intuitivo.
La posición del asiento, volante y pedales es buena pero echo de menos un apoyo para el pié izquierdo más firme y un asiento con reglaje lumbar. El tacto de todos los mandos (dirección, cambios, freno, embrague, etc.) corresponden con el de un coche de corte deportivo…como debe de ser.

Los asientos son menos «radicales» de lo que parecen

Atrás más de lo mismo: amplio para dos personas, buenos materiales y diseño soso. El túnel central es muy voluminoso a causa de la tracción total e impide que un tercer ocupante viaje cómodamente.

El maletero también está limitado por la tracción total. Aún así es suficientemente amplio (aunque no profundo) y puede aprovecharse bien. Incluye una cortinilla cubreequipajes retráctil que facilita el llenarlo hasta los topes (una cortinilla tan cómoda es poco frecuente en una berlina, suelen traer bandeja)

Conducción y confort

Nada más sentarnos y pulsar el botón de arranque (la entrada y arranque sin llave son de serie en el Sport) las agujas recorren completamente las escalas del cuadro de mandos, invitándonos a ponerlo en marcha. Este es un coche para gente que disfrute conduciendo, ya que dirección y sobre todo amortiguación acompañan.

Práctica cortinilla en el maletero

Si tuviera que quedarme con algo del coche sería con la amortiguación: suficientemente blanda como para resultar cómoda y fácil de conducir, pero suficientemente dura cuando se conduce de forma agresiva.
El punto más negativo del coche son las prestaciones de su motor. Para ser un 2 litros de 150CV empuja más bien poco, siendo ampliamente superado por coches de peso y potencia similar (sobre todo los nuevos motores de baja cilindrada y turbo). Las recuperaciones son muy pobres y los consumos tampoco acompañan

El chasis es efectivo, con una trasera muy “ligera” con cierta tendencia a cerrarnos la trazada. Al principio “acojona” un poco pero cuando se le coge el tranquillo vemos que es fácil llevarlo por donde queremos y que si nos pasamos al levantar gas el coche cierra la trazada. El ESP es altamente recomendable en este coche por tener una trasera tan viva.

Los frenos son potentes y aguantan relativamente bien los esfuerzos. Digo relativamente porque dado que el motor no corre mucho no tienen problemas, pero si se los exige en bajadas de puerto “a cuchillo” rápidamente comienzan a echar humo, lo que me hace dudar de su resistencia.

Consumos

El consumo de este coche es de los más altos que he visto en función de sus prestaciones. A velocidad constante es moderado-alto (por autovía a poco que superemos el límite de lo legal anda por encima de 8 litros/100 km). Bajar de 7 litros/100km es muy difícil mientras que un consumo en torno a 10 litros/100km en uso medio y mixto será lo habitual. Conduciendo al límite por carreteras de montaña supera los 20 litros, lo cual es mucho para lo poco que corre.

Precio y equipamiento

El precio del Subaru Impreza es elevado en cualquiera de sus versiones. Parte de 16.000€ a 43.000€. Su equipamiento se estructura en acabados de manera que no podemos optar por montar extras. Es decir, si queremos alguno de los elementos en concreto habremos de adquirir necesariamente esa versión, aunque no queramos ninguno más (como en el Honda CR-Z). Afortunadamente el equipamiento es amplio aunque hay detalles extraños como por ejemplo que el ESP no pueda equiparse en los modelos más básicos.

El acabado Sport correspondiente a esta versión ronda los 23.000€ y trae 6 airbags, ESP, tracción total y reductora, asientos deportivos, faros de Xénon, llantas de 17″, CD-Mp3 con cargador de 6 CD, control de velocidad de crucero, apertura y arranque sin llave, pantalla multifunción, etc

Valoración

Adquirir un Subaru Impreza tiene mucho sentido si lo que se quiere es un coche con tracción total de verdad (no uno con diferencial tipo Haldex) pero no necesitamos un todoterreno. La capacidad de tracción del Subaru en suelos deslizantes (arena, barro, nieve, etc) es excelente (yo solo lo he probado en los dos primeros) y no tiene los problemas de un todoterreno (tacto de conducción, peso, maniobrabilidad, etc).

En cambio, si lo que se desea es una berlina para viajar, el Subaru Impreza no se posiciona bien frente a la competencia, salvo que nos encandile por su buen tacto de conducción. Por el mismo precio tenemos modelos de la competencia que lo superan en prestaciones, consumos y equipamiento pero…no tienen 4×4, reductora, ni ese toque que Subaru aporta a sus coches.