Range Rover, un repaso a los 45 años del icónico todoterreno

El mundo del SUV ha crecido como la espuma en los últimos años. Pocas son las marcas que no tienen en su plantilla algún modelo de estas características. Pequeños, grandes, deportivos, familiares, el todocamino se ha adaptado expresamente a los gustos del cliente. Pero mucho antes de que irrumpiera esta moda un nombre propio se abría hueco entre los todoterrenos de por aquel entonces. Era el Range Rover y casi medio siglo después sigue «dando guerra». Y es que estos días el icónico SUV celebra su 45 cumpleaños.

Corrían los años sesenta cuando se daba forma al primer prototipo del Range Rover. La compañía quería entrar de lleno en el segmento de los todoterrenos de ocio y ésta era su apuesta más fuerte. Años más tarde, en 1970, la marca daba luz verde para la fabricación de la primera generación del modelo. En ese momento nació el verdadero Range Rover, el auténtico, el precursor de una auténtica filosofía de vida que tras tantos y tantos años sigue latente. Más de cuatro décadas han pasado y solo hace falta echarle un vistazo, parece estar en plena forma.

Primera generación

Los primeros pasos del Range Rover los daba una versión de tan solo dos puertas y que equipaba un motor V8. Como no podía ser de otra manera montaba tracción total, la cual era la encargada de mover una carrocería reconocible a simple vista por esos ópticos circulares. Todo era mucho más recto que hoy en día, la línea destacaba por sus formas cuadradas y su apariencia de aventurero al que parecía que nadie podía sorprenderle. Tan solo dos años después de presentarse en sociedad completaba una expedición de 18.000 millas organizada por el ejército británico en la que debían cruzar la selva del Darién en América del Sur.

Numerosas variantes le sucedieron en los 25 años que vivió la primera generación. En 1981 lanzaron una variante de cuatro puertas y meses después la opción con cambio automático. Desde 1986, fecha en la que incluyeron una alternativa diésel, hasta su jubilación en 1994, el Range Rover introdujo varias innovaciones entre las que destacaba el sistema de frenos antibloqueo, control de tracción y suspensión neumática electrónica.

Segunda generación

Antes de que finalizara el siglo XX la segunda edición del Range Rover aterrizaba en el mercado. Por supuesto el nuevo inglés se inspiraba en su antepasado pero poniendo especial atención en el cuidado de materiales y el aspecto. Todo era más lujoso en el modelo, encontrando en la línea estética un camino más suave, menos tosco y más elegante. La gama mecánica se completaba con más motorizaciones e incluso llegó a ofrecer una edición especial en 1999 llamada Linley que rendía tributo al diseñador de muebles David Linley.

Durante un tiempo se vendieron tanto la primera generación como la segunda, siendo este relevo generacional de más de un año. Fue en 1996 cuando finalizó la comercialización de la primera edición a la que llamaban Range Rover Classic con unas ventas totales de 317.615 unidades. Para producir el llamado Classic tuvieron que modificar su interior acoplando, entre otros accesorios, airbags de serie para el conductor y acompañante.

Tercera generación

La reputación del Range Rover continuaba subiendo de nivel. Un hecho que se confirmaba con la llegada de la tercera generación en 2001. Al igual que ocurría con la anterior edición denominada P38a, esta entrega actualizaba tanto la carrocería como el habitáculo del modelo ofreciendo más espacio y más confort a los ocupantes. Un interior que según la propia marca se proclamaba como el más lujoso del mundo. En materia de innovación destacó el sistema de info-entretenimiento que estrenaba en 2010 con visión dual y la opción diésel TDV8 de 2006. A finales de la primera década del siglo XXI los motores gasolina V8 de 5,0 litros se convertían en dioses y señores del segmento.

En esta generación se celebraba el medio millón de unidades fabricadas en la planta de Solihull. Años después volvían a estar de celebración con el 40 aniversario del modelo en 2010. Además de ofertar un nuevo motor diésel de 4,4 litros llamado TDV8 que antes habíamos mencionado, el Range Rover estrena una transmisión automática de ocho velocidades.

Cuarta generación

Y en 2012 llegó la cuarta generación, la de nuestros días. Actualmente, y tras 45 años el Range Rover sigue representando los mismo valores. La estética conserva la pureza de 1970 pero con un estilo todavía más elegante y sutil que la anterior generación. El SUV es un tipo atractivo a la vez que educado, guarda una mirada cuidada, con ópticos más perfilados que nunca, y unas formas igual de poderosas pero más deportivas. Y lo más importante, su cuerpo está totalmente fabricado en aluminio, una característica que ayuda a reducir el peso total del vehículo consiguiendo con ello mejorar las capacidades dinámicas.

La calidad interior continúa siendo uno de los apartados que definen al modelo inglés. Entre sus versiones destacadas encontramos el Autobiography, una variante que aparecía en 1993 y que ahora, en su última actualización, ha tomado parte en el proyecto la reciente división especial de Land Rover y Jaguar «Special Vehicle Operations». Adaptado a los tiempos que corren el Range Rover ofrece una variante híbrida además de una alternativa de batalla larga.

En 2005 el Range Rover se convertía más que en un modelo en una gama para Land Rover. De él nacía el Range Rover Sport, un vehículo con un cuerpo más compacto que el del verdadero «Range» y más accesible económicamente. Aunque no fue hasta 2011 cuando la familia dio un verdadero salto en lo que se refiere a nivel de ventas con la llega del Range Rover Evoque, el pequeño SUV que ha cautivado por su moderna estética.

Fuente – Range Rover