La nueva generación del BMW Serie 3 «estira las piernas» en Nürburgring

Pese a que la generación en vigor del BMW Serie 3 todavía se ve bastante actual por su diseño, ya lleva con nosotros varios años y, por tanto, se encuentra cerca de su final comercial. La marca bávara no esconde que se encuentra desarrollando su sucesor, la séptima generación, la cual llegará a los concesionarios durante el próximo año, aunque será presentada antes de que finalice el 2018.

Para dejarnos claro que el próximo BMW Serie 3 mantendrá el espíritu deportivo que tanto caracteriza a este modelo desde su origen, la firma automovilística nos muestra varias imágenes de su berlina -con camuflaje- rodando en el antiguo circuito de Nürburgring. Y es que, como sabéis, el Nordschleife es muy recurrido por las marcas cuando se trata de poner a punto un nuevo modelo.

Dice la propia BMW que este trazado alemán sirve como bautismo de fuego para los sistemas de propulsión y suspensión, algo especialmente importante en coches como el BMW Serie 3 que siempre busca transmitir a sus conductores un tacto deportivo pero sin perder el confort de marcha que toda berlina debe ofrecer. El nuevo modelo estrena suspensión, dirección y frenos, por lo que el “Infierno Verde” es el lugar ideal para testarlo.

Además de lo anterior, la compañía bávara ha querido darnos algunos datos para amenizar la espera hasta que el modelo sea finalmente presentado. Por ejemplo, nos comentan que la próxima generación del BMW Serie 3 rebajará 10 milímetros el centro de gravedad respecto a su predecesor, tendrá un reparto de pesos del 50:50 y el conjunto se aligerará hasta en 55 kilos.

También incrementará la rigidez estructural y de la suspensión, mejorando el guiado del coche, la precisión, su agilidad y su acústica. La marca añade que los anchos de vías (distancia entre las ruedas de un mismo eje) serán mayores, por lo que podemos esperar un mayor aplomo a alta velocidad.

Por último, el BMW Serie 3 recibirá un potente motor de gasolina de cuatro cilindros. Según BMW será el tetracilíndrico más potente que se haya montado en un coche de producción de la marca alemana. Pese a ello, las cifras de consumo de combustible mejorarán en un 5 % a las del propulsor predecesor, algo en lo que tendrá buena parte de culpa la caja de cambios automática Steptronic de 8 velocidades a la que se asociará.