Buscar una solución para la movilidad en las grandes urbes es algo que trae de cabeza a gobiernos y marcas de coches. El cambio de tendencia no solo ha llegado impuesto por las normativas anti contaminación. Hoy día los jóvenes no desean tener un vehículo en propiedad y ello obliga a que las firmas busquen otras alternativas. Y así es como hemos llegado al punto en el que estamos hoy día, mezclando movilidad compartida con electricidad.
Una de las propuestas más llamativas es el Citroën Ami. El micro urbano eléctrico de la casa gala ha supuesto un punto de inflexión y ya hay varios fabricantes estudiando la idea. Con todo, desde Japón también llegan alternativas y nos referimos, como no, al Toyota C+pod. Y os preguntaréis ¿Qué ventaja competitiva ofrece este modelo sobre otro de similar perfil? Pues os lo vamos a contar, porque en pocos meses podríamos verlo en las calles.
El Toyota C+pod sería rival directo del Citroën Ami si se vendiera en Europa
Como podéis ver en las imágenes, el Toyota C+pod es un vehículo eléctrico de batería ultracompacta (BEV). Este concepto está sobradamente acreditado por sus cotas y capacidad interior. Exteriormente alcanza los 2,49 metros de largo, 1,29 metros de ancho y 1,55 metros de alto. A estos datos hay que sumar una distancia entre ejes de poco más de 1,78 metros. Todo, para ofrecer un habitáculo de espacio generoso para dos ocupantes.
Su diseño, como en este tipo de vehículos, responde más a una cuestión de necesidad más que estética. Por tanto, tenemos líneas extremadamente sencillas en las que únicamente destacan sus grupos ópticos Full LED. La carrocería puede personalizarse vistiendo los diferentes paneles en otros tantos tonos. Todo acompañado por unas llantas de chapa vista con 13 pulgadas de tamaño. En conjunto, recuerda a las líneas que lució el extinto iQ.
De puertas adentro el diseño del Toyota C+pod es realmente sencillo y lógico. A diferencia del Citroën Ami, la sensación de calidad y robustez es mayor, sobre todo por el formato y acabado de sus asientos. En el salpicadero podemos apreciar la distribución de sus controles y la pequeña pantalla digital que sirve de cuadro de instrumentos. También, siguiendo otras propuestas, carece de selector para la transmisión, disfrutando de botones.
Donde no habrá grandes sorpresas es en su tren motriz. Como hemos mencionado es eléctrico y su rendimiento el justo y adecuado para un producto de este tipo. En concreto su motor eléctrico de imán permanente (1RM) ofrece un rendimiento máximo de 9,2 kW (12,51 CV) alimentados por una batería de ion litio de 9,06 kWh. De esta forma alcanza los 60 kilómetros por hora de punta y una autonomía máxima homologada de 150 kilómetros.
¿Cuándo y cómo llegará al mercado?
Su venta, por ahora, está limitada a usuarios corporativos, gobiernos locales y otros organizaciones que han estado explorando nuevas opciones para impulsar la popularización de los BEV. Toyota planea promover aún más el establecimiento de sistemas para popularizar los BEV, incluido el desarrollo de nuevos modelos comerciales y realizar un lanzamiento a gran escala que incluya a clientes individuales para el año 2022.
Por tanto, no será muy extraño que en pocos meses lo veamos rondando por las salas de exposición europeas. Todo, para robarle protagonismo al Ami de PSA.
Fuente – Toyota
