Aunque ya han pasado varias semanas desde que se iniciara el verano, la mayoría de los desplazamientos por motivos vacacionales se dan en este mes de agosto. Por ello, no está demás repasar algunos consejos básicos a la hora de cubrir largas distancias en coche.
La DGT ha publicado algunos métodos para mejorar la seguridad durante estos viajes. No son nada del otro mundo, nada que a ningún conductor le pille por sorpresa, pero sin duda son consejos realmente efectivos que no viene mal recordar.
Ni que decir tiene que antes de preparar algún viaje es de vital importancia revisar el coche. No me refiero a llevarlo obligatoriamente al taller, sino realizar una inspección de niveles de aceite, líquido de frenos, refrigerante o líquido de limpiaparabrisas, además de echar un vistazo al estado de los neumáticos y, por puesto, comprobar las presiones de los mismos (incluyendo la rueda de repuesto).
Mantenerse hidratado
Beber agua, refrescos o zumos es importante para mantenernos hidratados. De este modo, aumentamos nuestra concentración en la conducción, sintiéndonos más frescos y ágiles; es decir, con más reflejos y activación.
Ni que decir tiene que el alcohol no es compatible con la conducción. Nada de tomarse una cerveza o una copa de vino si paramos a comer o descansar. La mejor tasa para conducir es 0,0.
Un descanso cada 2 horas
Planifica los descansos y conduce descansado. Por norma general, las paradas deben realizarse cada 200 kilómetros o 2 horas de viaje.
? Esto te ayudará a estirar las piernas, desentumecer los músculos y airearte para retomar el viaje de manera tranquila y segura.
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) August 4, 2021
Antes de iniciar el viaje es importante planificar la ruta. Primero para saber por dónde tenemos que ir y, segundo, para planificar aproximadamente nuestras paradas. Ya sabéis que lo más recomendable es detenernos unos minutos cada dos horas para estirar las piernas y tomar el aire.
Y dicho lo anterior, si tenemos previsto un viaje de 6 horas, como puede ser un Madrid – Cádiz, es interesante saber a qué hora saldremos del punto de origen, si tendremos que comer en la ruta y saber más o menos dónde pararemos a descansar. Por ejemplo, podemos planear parar a descansar en Navalmoral de la Mata o Almaraz, que son 2 horas aproximadamente, y posteriormente detenernos poco antes de entrar en Andalucía, a la altura de Monesterio aproximadamente.
Evita las comidas pesadas
En el caso de que fuera necesario parar a comer (o a cenar) es importante tomar una comida que no sea muy pesada, que no sea difícil de digerir. Es decir, no interesa meterse un chuletón entre pecho y espalda. Ah, y recuerda lo que hemos hablado antes de evitar la copa de vino.
Personalmente, suelo pedir una ensalada o gazpacho y una tortilla francesa. No me saciará el hambre para todo el día, está claro, pero no me siento empachado en absoluto y puedo seguir conduciendo sin sensación de pesadez.
Ropa cómoda y habitáculo fresco
También es muy importante llevar ropa cómoda, que no nos sintamos apretados y que transpire bien. Conducir muchas horas con unos vaqueros que nos aprietan demasiado en la cintura, por poner un ejemplo, nos incomodará durante todo el viaje y, por tanto, nos fatigará. Si podemos, un pantalón deportivo y una camiseta que transpire bien es lo ideal.
Igualmente hay que intentar mantener el interior del coche fresco. El calor o el frío no son buenos compañeros a la hora de pegarnos una buena kilometrada. Lo ideal es tener el habitáculo a unos 22 o 23 grados, evitando que el “chorro” de aire frío nos dé directamente. Hoy en día con los climatizadores automáticos es muy sencillo ir con una buena y constante temperatura.
Mantén la educación y respeta las normas
Y por último, mantener la educación al volante, respetar las señalizaciones y practicar una conducción responsable y relajada. No te olvides de utilizar los intermitentes, activar las luces al entrar en un túnel y no exceder los límites, entre muchas otras cosas.
Al final, para una conducción tranquila y relajada lo mejor es salir con antelación, evitando el estrés y las prisas de llegar con la hora justa; especialmente si viajamos con niños. Por supuesto, todos estos consejos deben aplicarse tanto en el viaje de ida, como en el de vuelta.