Prueba MINI Cooper SD 5 Puertas, Go-Kart feeling para 5 pasajeros

Al MINI, al de toda la vida y a los modelos fabricados a partir del siglo XXI, se le pueden atribuir multitud de adjetivos: carismático, pintón, deportivo, atractivo, etc. Sin embargo, encontrar entre todos ellos el adjetivo funcional o práctico es una tarea un tanto complicada, hablando siempre en términos generales puesto que existen casos excepcionales, porque siempre los hay.

Pero el fabricante británico quiere dejar esto en el olvido y para ello ha presentado una segunda carrocería del clásico MINI Hatch, una carrocería que incorpora dos puertas traseras y que puede albergar hasta cinco ocupantes, ofreciendo por primera vez el Go-Kart feeling para 5 pasajeros por únicamente un sobrecoste de 900 euros, una diferencia irrisoria teniendo en cuenta todo lo que ofrece el nuevo MINI 5 puertas.

Si la acogida de la tercera generación del MINI Hatch en nuestro mercado ha sido buena, aquí tienes nuestra prueba, se espera que el público acoja de igual o mejor manera a este nuevo MINI 5 puertas. Las previsiones iniciales inclinan la balanza sobre esta nueva apuesta, ya que todo hace indicar que el 60% de las ventas de la tercera generación del MINI se corresponda con esta, a priori, práctica carrocería.

Para los que ya estéis convencidos debo decir que ya se puede reservar este británico y que podéis configurarlo a vuestro antojo en el configurador de la web. Aún así las primeras unidades no llegarán a los concesionarios españoles hasta el día 16 de este mes, siendo el precio de partida recomendado para nuestro mercado de 19.350 euros para la versión más básica, es decir, el MINI One 5 puertas. Eduardo Lausin ya nos mostró los precios del nuevo MINI 5 puertas.

Inequívocamente MINI

Este modelo a pesar de gozar de dos puertas traseras y, evidentemente, de unas dimesiones algo superiores al modelo de 3 puertas, posee una estética y unas proporciones propias de MINI. Tanto es así que si únicamente lo miramos desde el frontal será imposible distinguir un modelo de otro puesto que hasta el pilar A es el mismo coche. Mismos faros, misma calandra, mismas tomas de aire… en fin esa carita que tanto nos gusta.

Una vez de perfil observamos el cambio más evidente, las dos puertas traseras de dimensiones contenidas que facilitan el acceso a las plazas posteriores en comparación con el modelo Hath. Con respecto a éste, el modelo de 5 puertas crece 7 centímetros de batalla para ofrecer más espacio, sobre todo a la altura de las rodillas, y una quinta plaza que entraremos a valorar en profundidad más adelante.

El voladizo posterior crece también, exactamente 9 cm, para aumentar la capacidad del maletero en 68 litros, o lo que es lo mismo según la marca, en 17 muñequitos de Spike. En total contamos con 278 litros de capacidad, que pueden ampliarse abatiendo la segunda fila de asientos aunque ésta no deja una superficie de carga totalmente plana. La altura del techo ha aumentado en 1,5 centímetros y se remata con un pequeño alerón.

Si hacemos un sencillo cálculo obtendremos que esta nueva carrocería es 16 centímetros más larga que la variante convencional de 3 puertas y 55 kilogramos más pesada. Pero si eres un urbanita total no te preocupes, ya que la longitud total del vehículo sigue sin superar los 4 metros de largo, quedándose en los 3,98 metros, lo que asegura una gran maniobrabilidad en la urbe.

Unas plazas posteriores que sorprenden

El diseño interior, los materiales empleados y las plazas delanteras son aspectos compartidos con el MINI Hatch, por lo que entrar a valorarlos no es relativamente interesante puesto que conocemos a este modelo de sobra. Aquí lo realmente importante e interesante es la habitabilidad de las plazas posteriores, unas plazas traseras que, como bien mencionamos en el título, sorprenden para bien.

Como hemos comentado anteriormente las dos puertas traseras son de un tamaño realmente contenido, por lo que evidentemente el acceso a las plazas posteriores no puede ser el súmmum de la comodidad, tanto por anchura como por altura, aunque como es de esperar la mejora resulta sustancial con respecto al 3 puertas inglés y es que no debemos olvidar que este modelo que hoy probamos está homologado para cinco pasajeros.

Una vez dentro del habitáculo trasero del MINI 5 puertas nos damos cuenta que la plaza central es testimonial debido a la escasa anchura que posee y al prominente túnel de transmisión. Aún así siempre la tenemos ahí y nos puede sacar de algún que otro apuro puntual. Por tanto debemos decir que la fila trasera está homolada para tres pasajeros pero que es, como era de esperar, mejor para dos.

Entonces, ¿por qué sorprenden? Pues sorprende básicamente porque es capaz de albergar a dos adultos de gran talla con total comodidad. Un servidor, por ejemplo, mide 1,87 metros y tenía el espacio suficiente para las rodillas incluso con el asiento del conductor o del copiloto en una posición bastante retrasada. Si me hiciesen falta unos centimétros de más me bastaría con abrir las piernas.

Pero además otro aspecto a destacar es la altura al techo. El aumento de altura de 1,5 centímetros se nota, pues me faltan un par de dedos para rozar con la cabeza el techo. Ya quisieran muchos modelos, véase Mercedes CLA o A3 Sedán, tener dos plazas posteriores como las que tiene este MINI 5 puertas, y aunque te parezca mentira, amigo lector, te estoy diciendo la pura verdad.

Al volante del Mini 5 puertas continúa en GO-Kart feeling

Una vez resuelta una de las cuestiones principales, las plazas traseras, toca resolver si el MINi 5 puertas sigue ofreciendo lo que la marca denomina Go-Kart feeling o si por el contrario las dos puertas posteriores, los kilitos extras y la mayor funcionalidad le han pasado factura. En la rueda de prensa no paraban de afirmarnos que este modelo ofrece las misma sensaciones que el MINI de 3 puertas… y razón no le faltan a falta de una prueba más a fondo.

Un pequeño recorrido de una hora y media nos serviría para anticipar la dinámica de esta nueva apuesta y que mejor para ello que conducir la variante más potente en la gama diésel, el MINI Cooper SD 5 puertas de 170 CV y 360 Nm de par entre 1.500 y 2.750 rpm asociado a un cambio manual de seis relaciones con función de punta-tacón. Este cambio funciona realmente bien, con recorridos cortos y precisos.

Con un botón situado bajo la palanca de cambios, denominado MINI Driving Modes, podemos alternar entre tres modos de conducción (Green, MID Modes, Sport) que alteran la respuesta del acelerador y el peso de la dirección. Sea cual sea el modo seleccionado, lo cierto es que este motor mueve, como no podría ser de otra manera, al conjunto con una increíble soltura pudiendo circular bajo de vueltas sin «quejarse» demasiado.

Empuja desde abajo, estira hasta cerca de las  tres mil quinientas y muestra unas prestaciones interesantes con un 0 a 100 en 7,4 segundos y una velocidad punta de 225 km/h. El consumo en este tipo de contacto no es muy realista, pero homologa 4,1 litros en ciclo combinado. A esta tarea ayuda un sistema Stop Start de buen funcionamiento, aunque no llega a ser de los mejores del mercado.

Encontrar las diferencias dinámicas entre un modelo o otro es como buscar una aguja en un pajar, y más si tenemos en cuenta que tampoco estuvimos mucho tiempo con el coche. Gracias a un chasis rígido, a una dirección directa y a una suspensión dura, pero sin llegar a ser incómoda, el MINI 5 puertas se muestra con un gran aplomo cuando ruedas a gran velocidad, con un paso por curva rápido y firme y con una gran agilidad que te permite divertirte cuando el cuerpo te lo pide. Además cuenta con tres niveles de ESP (Activa, Sport y desactivado).